República Checa insiste en que hay que denunciar la violación de los derechos humanos

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La Unión Europea optó por el diálogo con Cuba. Los ministros de Relaciones Exteriores de los 25 países de la Unión Europea decidieron este lunes mantener suspendidas sus sanciones contra Cuba, lo que significa preservar su disposición al diálogo con el Gobierno cubano. A la vez reafirmaron su objetivo de promover la democratización en la isla.

Ministro de Relaciones Exteriores checo,  Cyril Svoboda
La República Checa mantiene una actitud firme en lo referente a la denuncia de la violación de los derechos humanos en Cuba. Antes de la Cumbre el ministro de Relaciones Exteriores checo, Cyril Svoboda, sostuvo una serie de entrevistas bilaterales con sus homólogos comunitarios para explicar la firmeza de la postura checa con relación al régimen de Fidel Castro.

"La República Checa vivió en carne propia una dura experiencia con el totalitarismo por lo que está convencida de la necesidad de mantener actividades permanentes que conduzcan a la democracia y a la libertad en la isla".

Las sanciones, adoptadas en junio del 2003 a raíz de la detención y condenas de 75 disidentes cubanos y que incluían la restricción de las visitas oficiales a Cuba y la invitación a opositores a las recepciones en las embajadas de la UE, fueron suspendidas el pasado 31 de enero a propuesta del Gobierno de España.

El Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores (CAGRE) decidió este lunes unánimemente confirmar esta suspensión y reiteró su disposición a mantener un diálogo con el Gobierno cubano ``sobre una base recíproca y no discriminatoria''.

Sin embargo, el Consejo constató que no ``hay progresos satisfactorios en lo relativo a los derechos humanos en Cuba''. Insistió en su demanda de que el régimen de Castro libere ''sin condiciones a todos los presos políticos del grupo de los 75'', así como a ''los otros presos políticos aún en detención'', y llamó a La Habana a ``dejar de perseguir a las personas por razones políticas''.