¿Réplica, copia, reproducción o falsificación? La Galería Nacional reta a identificar obras falsas
La Galería Nacional de Praga abre al público una nueva exposición de falsificaciones excepcionales que pone en valor las buenas imitaciones de grandes obras de arte.
La muestra, titulada ¿Falsificaciones? ¡Falsificaciones!, se encuentra actualmente en el Palacio Sternberg, en la plaza del Castillo de Praga, y exhibe un gran número de imitaciones.
Estas obras, que trajeron fama, o infamia, a sus creadores, son mostradas al público para que los visitantes intenten detectar su autenticidad o si se trata de una réplica, una copia o una reproducción legal o una falsificación.
Algunas de ellas emulan obras del siglo XV, pinturas y esculturas medievales, y otras son copias del Siglo de Oro holandés, del XVII. También hay réplicas de obras modernas tan precisas que engañaron a los expertos de la Galería Nacional hace años, haciéndolos creer que eran obras de destacados pintores checos del siglo XIX y principios del XX.
Tal como explica la comisaria Olga Kotková, de la Galería Nacional, algunas imitaciones están dispuestas al lado de las originales, algo que no es nada común de ver.
“Aquí podemos apreciar la firma de Leonardo da Vinci. Entonces, ¿esto qué significa? Que no es solamente una copia de su obra. La intención es clara con esta signatura. Fue presentada como una obra genuina de Leonardo da Vinci”.
Y es que esta mala praxis es aún hoy en día una importante amenaza para museos, galerías y colecciones privadas. Algunas falsificaciones son tan buenas que han conseguido llegar a altas instituciones, como la misma Galería Nacional, que posee algunas imitaciones provenientes de confiscaciones en periodo de guerra.
Algunas otras copias se hicieron de buena fe, para reemplazar los tesoros perdidos, y después su origen se olvidó con el tiempo. Por ejemplo, y a pesar de los avances tecnológicos, la galería pagó un precio muy alto por una réplica hace unos veinte años, tal como explica Kotková.
“A finales de los 90 compramos dos pinturas que en principio eran estudios pictóricos del pintor abstracto František Kupka. A posteriori mi compañera descubrió que en varios aspectos las falsificaciones eran bastante desmañadas. Por ejemplo, las firmas no se correspondían. Por tanto, incluso en los años 90, la Galería Nacional compró obras falsas”.
Y es que se necesita algo más que buen ojo para detectar falsificaciones. Es un trabajo laborioso que puede involucrar restauradores de arte, químicos y catalogadores. También suelen estar presentes especialistas forenses como Ivana Turková, del Instituto Criminalístico de la Policía, que explica algunos de los métodos de detección.
“Utilizamos básicamente métodos científicos, es decir, tomamos muestras, analizamos la obra a través de microscopía óptica y electrónica, y utilizamos microanálisis. Una de las mejores maneras de saber la autenticidad de la obra es a través de rayos X, que nos pueden dar información de la composición de la obra y de su carácter”.
El Instituto Criminalístico cedió tres obras a la exposición, que son una reproducción del estilo del pintor modernista checo Jan Zrzavý. Sus obras originales se han vendido por millones de coronas, según Turková.
“Gracias a cuestionarnos el artista nos dimos cuenta de que su mano estaba guiada por el fantasma de Jan Zrzavý. Esto fue muy interesante para nosotros, ya que las falsificaciones eran bastante buenas. No me sorprende que haya personas dispuestas a invertir dinero en ellas”.
La exposición ¿Falsificaciones? ¡Falsificaciones! ofrece un gran número de obras falsas de colecciones extranjeras, y estará abierto al público hasta el 1 de mayo de 2022.