Reforma y Lustración: Discontinuidad o Continuidad
En esta ocasión les ofrecemos las opiniones del ex primer ministro de Eslovaquia, Ján Carnogurský, sobre una de las mayores interrogantes planteadas por los reformadores democráticos de la Checoslovaquia post comunista: ¿Qué hacer con los antiguos funcionarios del Estado represor una vez iniciada la transición? El ex disidente, que fue además ministro del Interior y de Justicia en Eslovaquia, tras la Revolución de Terciopelo, explica que hay que ser sumamente cuidadosos antes de acusar a alguien de colaborador del antiguo régimen.
Sr. Carnogurský, Ud. decía recientemente, en una conferencia sobre la reforma de los aparatos represivos del Estado, que se puede hablar de un denominador común en todos los países ex comunistas que han debido aprobar leyes de lustración. ¿Qué ocurrió con los ex colaboradores del régimen comunista?
"El problema acerca de qué hacer con los antiguos colaboradores del régimen comunista ha surgido en todos los países, sin excepción. Además, no hubo país donde fuera posible solucionar ese problema con una sola ley, es decir, que se pudiera enjuiciar rápidamente a ex agentes y funcionarios de los servicios secretos del régimen anterior. En muchas ocasiones fue necesario enmendar varias veces una ley, ya que fue considerada por muchos como insuficiente, obviamente todo se desarrollaba siempre bajo una fuerte presión política".
¿Acaso no existían suficientes pruebas de los crímenes y delitos de los antiguos funcionarios y oficiales comunistas?
"El problema es que la única forma de saber que ocurrió es mediante el estudio de los archivos, papeles y registros de agentes de la entonces Stb (Seguridad del Estado Checoslovaca). Pero en aquellos archivos hay mucho dolor, muchas tragedias humanas, personas que se consideraban oponentes del comunismo, y pasaron incluso años en la cárcel, de pronto son descubiertos como colaboradores de la STb. Y además, a veces era muy difícil confiar en esos documentos".
¿Hay que desmantelar completamente los servicios de inteligencia una vez iniciado el proceso de transición? "Pienso que no, ya que los servicios secretos o parte de sus funcionarios, pueden resultar útiles para el nuevo sistema".
¿Podría ser más concreto, por favor?
"Le pongo un ejemplo. Hace algunos años fue detenido en Eslovaquia un ciudadanos irlandés ex combatiente de la IRA que había viajado a Eslovaquia para negociar la entrega de armamento ilegal proveniente de algún país árabe. La captura fue posible gracias a un efectivo de inteligencia de Eslovaquia, el cual llevaba más de dos décadas trabajando en el rubro. Por lo tanto, tenía perfectas conexiones con el mundo árabe y por esa razón contribuyó valiosamente a esa operación internacional, en la que estuvieron involucrados varios países".
¿Cuál fue la reacción de la opinión pública, de los políticos o diplomáticos?
"En eso años coincidió con una campaña mediática para purgar a todos los funcionarios de los servicios secretos de Eslovaquia, la SIS, que hubieran trabajado para el régimen anterior. Pero después de la operación mencionada, el propio embajador británico en Bratislava le hizo saber de que muchas de esas personas son útiles en casos similares".
¿Qué fue lo más complicado a la hora de abrir un proceso judicial contra antiguos colaboradores de la Stb?
"Como separar a los agentes en grupos de buenos y malos. Es un tema muy sensible y todos los países enfrentarán ese problema, por eso la sugerencia es "háganlo a su manera". Surge la interrogante acerca de qué tan confiables resultan las fuentes y archivos que se hallan posteriormente en los registros de los servicios secretos y hasta qué punto es posible hacerse un juicio objetivo acerca de las personas que se quiere juzgar, ese es uno de los temas más sensibles que enfrentarán los reformadores de los órganos de seguridad e inteligencia".
¿A qué se dedica Ud. actualmente?
"Actualmente trabajo en Eslovaquia como abogado, represento a persona que han sido señaladas como colaboradores o agentes de los ex servicios secretos y sus nombres han aparecido publicados en las listas de personas que no deben ocupar cargos públicos. Esa gente no es bien mirada, como cualquiera pudiera entender. Es verdad que muchos de ellos tuvieron contacto con algún agente de los entonces servicios secretos comunistas, pero no motivados por su propia voluntad. Fueron efectivamente visitados por algún funcionario estatal, para pedirles colaboración, y a ellos no les quedó más remedio que firmar. Por diversas razones. Especialmente los sacerdotes. Cuando un oficial de Stb venía a pedirle a un religioso que le explicara de qué forma hacer más llevaderas las relaciones con la Iglesia, este daba su opinión, y ahora aparece en las listas de colaboradores de la policía política. Por eso me he decidido a representar casos similares. Se trata de alrededor de siete personas".
A la hora de ejercer su trabajo, ¿qué tan favorable le resulta el contexto político en Eslovaquia? ¿Qué tan complicado puede resultar para sus clientes probar su inocencia, en caso de que realmente se trate de personas que no han tenido nada que ver con aquel pasado?
"En Eslovaquia existe el Instituto para la Memoria Nacional, que ha publicado la lista de colaboradores y ex gentes comunistas. Uno de mis clientes ganó su pleito judicial gracias a la existencia de esa institución, ya que en sus archivos descubrimos que el ex oficial que lo había evidenciado como agente mentía. Seguimos aún con varios otros casos abiertos, aunque aún no tenemos resultados. Pero, en estos casos en bien importante saber quién es portador de la verdad. Si mi cliente puede probar que no fue colaborador de los servicios secretos, el Ministerio del Interior en la República Checa o el Instituto para la Memoria Nacional en Eslovaquia, debe probar lo contrario. Si no, el acusado es inocente. Hay que tener cuidado a la hora de acusar a alguien".
En ese sentido, ¿cuál sería la mayor lección aprendida, para Ud., tras casi dos décadas de los cambios?
"He llegado a la conclusión de que es necesario descubrir a quienes han trabajado como agentes, pero es necesario aplicar la ley y darle a las personas la posibilidad de defenderse en la Corte o en otras instancias, y de esa forma persuadir a todos a que cuenten lo que realmente ocurrió en el pasado. Esa será la única forma de descubrir el pasado y entenderlo".