Ratko Mladic, el carnicero de los Balcanes, es detenido 16 años después
La captura del peor criminal de guerra vivo, el general serbobosnio Ratko Mladic, el numeroso grupo de jubilados sin suficientes recursos y la aparición de nuevas especies en la fauna checa son algunos de los temas que trata la prensa del día.
En esa localidad bosnia murieron asesinados 8.000 musulmanes en 1995 en la peor matanza cometida en Europa tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La captura abre la puerta a Serbia para entrar en la Unión Europea, como destacó el eurocomisario para la Ampliación, el checo Štefan Füle. Pero aún tendrá que abordar el país diferentes reformas, recordó.
El diario compara la vida de Mladic en su escondite con la de Osama Bin Laden en Pakistán. Mladic vivía en casa de unos parientes suyos en la localidad de Lazarevo, al norte de Serbia.
En el operativo policial realizado a las seis de la mañana, Mladic colaboró, se identificó y se entregó sin resistencia. Fue trasladado a Belgrado y antes del próximo miércoles debería volar a La Haya, donde será juzgado en el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia.
Suman un 13% de la población y no tienen ingresos suficientes como para una vida cómoda. Por otra parte un 10% de jubilados sí gozan de una vejez plácida con ingresos suficientes como para vivir bien, dice el estudio.
Las consideradas ‘familias felices’ suman también casi un millón de personas en Chequia, tienen ingresos suficientes y educación media. Suman un 12% de la población, frente a las 800.000 personas que forman parte de familias pobres.
Las personas felices, en edad activa laboralmente y optimistas no llegan a las 700.000 personas en el país, según el estudio publicado en Právo.
¿Cómo será la fauna checa en el futuro? En el sur de Moravia, al este del país, se han encontrado algunos restos de chacales. No se escaparon de ningún zoo, sino que llegaron desde Hungría, dice el periódico.
El problema es que en Chequia no encuentran competencia y pueden acabar con especies protegidas. Los zorros, linces y gatos monteses pueden ser desplazados por estos nuevos habitantes de la naturaleza checa. De países vecinos también están llegando culebras, tritones o el murciélago de montaña, procedente de los Alpes.
Desde Polonia han vuelto a territorio checo los alces, a los que incluso se les está construyendo una reserva cerca de Vlašim, en el centro del país.
Muchas de las especies que llegan por sus propios medios no son dañinas, dicen expertos. Sin embargo, otras que han sido introducidas por culpa del hombre, a menudo provocan daños irreparables en el ecosistema.
Un ejemplo famoso es el de los visones americanos escapados hace unos años de una granja en Alemania que se están imponiendo en la fauna checa, acabando con especies autóctonas. Lo mismo sucede con los galápagos de Florida, que este año han sobrevivido al invierno y se están reproduciendo amenazando a la especie propia de los ríos checos, el galápago europeo.
