¿Qué nos saca de quicio a los checos?

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¿Sabían que los británicos se enojan fácilmente, mientras que las naciones escandinavas mantienen la cabeza fría ante cualquier problema? ¿No? Pues, así se desprende de un reciente sondeo llevado a cabo en Gran Bretaña. Y, ¿qué tal los checos? ¿Se dejan sacar de quicio con facilidad?

La agencia internacional de noticias AFP publicó hace poco los resultados de un sondeo realizado por el instituto británico 72 Point. Su objetivo era descubrir con qué frecuencia se enfadaban los habitantes de los distintos países europeos y cuáles eran los principales motivos de su enojo.

De la encuesta se desprende que los británicos son los más coléricos de Europa. Se enojan cuatro veces al día, en promedio. En segundo lugar se sitúan los italianos, con 3,5 enfados diarios. Siguen los franceses y los españoles, con tres ataques de ira al día. En cambio, los daneses parecen ser los más equilibrados. Se enfadan sólo una vez cada 10 días.

Radio Praga salió a la calle para preguntar a los ciudadanos checos con qué frecuencia se dejan sacar de quicio. Ésta es la respuesta de Michaela, una joven de Praga.

“Tengo que reconocer que últimamente me enfado mucho en el trabajo, unas tres veces al día, como mínimo. En cuanto a los fines de semana, digamos, una vez cada quince días, en promedio”, dice Michaela.

Otro residente de Praga, Mirek, parece tomarse la vida con más tranquilidad.

“Depende. Hay días buenos y días malos. Cuando tengo un día bueno, nada me saca de quicio, pero después llega uno malo y me lo paso enfadado entero. En general, se puede decir que me enojo una o dos veces al día”, confiesa Mirek.

Colas largas en los supermercados, atascos de tráfico y falta de cortesía en el trato personal son las principales causas de ira para la mayoría de los británicos.

Los franceses, delicados con la comida, se enojan siempre que en un restaurante les sirven un plato de mala calidad o los servicios no corresponden con sus expectativas.

Por su parte, los italianos reconocen que lo que más les molesta son los conductores inexperimentados. Y los escandinavos se irritan ante cualquier comentario negativo hecho por un extranjero sobre su país.

Y, ¿qué les saca de quicio a los checos? Mirek se pone furioso con las declaraciones de políticos y la injusticia social.

“Me saca de quicio la estupidez humana, la política, y especialmente la intolerancia, es decir, los nazis y otros grupos de extremistas”, declara Mirek.

Karolina, residente en České Budějovice, Bohemia del Sur, enumera sus motivos de rabia.

“Reacciones inadecuadas de la gente, mala comida, mal humor, mis errores personales y después toda una serie de pequeñas molestias que trae la vida y que consisten principalmente en darle más importancia a los problemas cotidianos de lo que merecen”, afirma Karolina.

Y qué tal ustedes, queridos oyentes. ¿Se dejan sacar de quicio fácilmente?