Prostějov: Art Nouveau, renacimiento y funcionalismo en medio de la llanura morava

La ciudad de Prostějov, en el este de la República Checa, sorprende al visitante con un centro histórico lleno de monumentos y algunas joyas arquitectónicas de varias épocas que hablan de un pasado de gran prosperidad económica que ahora quedó atrás.

La plaza central T. G. Masaryk con el Ayuntamiento
En medio de la plana Moravia, entre las ciudades de Brno y Olomouc, se levanta Prostějov. Más famosa en la República Checa por la marca de ropa homónima a la localidad y por algún que otro equipo de baloncesto o voleibol, no son tantos los que saben que la ciudad cuenta con un centro histórico digno de ser visitado.

Con una concentración récord de plazas, una detrás de otra, todo el casco urbano entorno a la plaza central T. G. Masaryk, es considerada zona monumental protegida.



El Ayuntamiento de Prostějov
Ciudad orgullosa de su pasado, en el que conoció épocas de gran protagonismo, en contraposición a la actual, la primera referencia sobre el asentamiento que más tarde se convertiría en Prostějov data de 1141, con el nombre de ‘Prostějovice’.

En el siglo XVII, la ciudad contaba con numerosas construcciones renacentistas y góticas, pero muchas fueron destruidas durante la Guerra de los Treinta Años, y más tarde, en 1697, por un gran incendio que acabó con gran parte de la ciudad.

Por eso el aspecto de Prostějov es más el de los edificios que se hicieron en el siglo XIX o que fueron remodelados en esa época al estilo secesión, art nouveau, en tiempos de riqueza por los beneficios que llegaban gracias a la industria textil, que no dejaba de prosperar. Una actividad económica que surgió por la importante comunidad judía que desde mediados del siglo XV marcó la personalidad de la ciudad, como cuenta la portavoz del Ayuntamiento de Prostějov, Jana Gaborová.

Jana Gaborová
“Los judíos tuvieron que abandonar las ciudades reales a mediados del siglo XV y se estableció en Prostějov una importante comunidad hebrea. Se crearon dos ghettos, uno en el norte y otro en el sur. Aquí nació por ejemplo el filósofo Edmund Husserl, fundador de la fenomenología, que es más conocido en el resto del mundo que en su ciudad natal. Los judíos tuvieron mucho que ver con la tradición textil de la ciudad, por su sentido comercial y por los talleres de costura y confección de ropa. Como pasó en tantos otros lugares, el holocausto y la Segunda Guerra Mundial fueron fatales para esta comunidad, y solo unos cuantos volvieron a Prostějov”.

Fueron pocos los judíos de Prostějov que sobrevivieron a los campos de concentración nazis, y quienes quedaron con vida prefirieron en su mayoría emigrar a Israel o a Estados Unidos.

De la existencia no tan remota de esa comunidad en la ciudad, además del cementerio judío, que es uno de los más grandes del país, habla la antigua sinagoga, que sigue en pie y en buen estado, pero reciclada tras la Segunda Guerra Mundial como templo de la Iglesia Husita Checo-Eslovaca.

La industria textil en Prostějov, de la que pusieron sus pilares la comunidad judía, convirtieron a la ciudad en sinónimo de moda y confección durante todo el siglo XX. Las fábricas de ropa llegaron a emplear a alrededor de 10.000 personas en su época de máximo esplendor, que fue durante el régimen comunista.

Pero el fin del socialismo en 1989 y la llegada de una dura competencia de ropa barata hecha en países asiáticos, ha hecho que la industria textil de Prostějov haya ido perdiendo fuelle hasta desaparecer prácticamente. La crisis económica global ha terminado de hundirla.

Los despidos por centenares de trabajadores del antiguo gigante de la confección OP Prostějov convirtieron a la ciudad en uno de los símbolos no deseados del mal momento económico.

El Art Nouveau en Prostějov

Pero como decíamos, la ciudad hace un siglo vivía una situación muy distinta. Simultáneamente, el nacionalismo checo se abría paso en las décadas previas a la independencia del Imperio Austrohúngaro en muchas ciudades como la de Prostějov, donde convivían checos, alemanes y judíos.

Los edificios más espectaculares de la ciudad, de estilo Art Nouveau, surgieron precisamente por ese contexto de competición entre checos y alemanes, como cuenta Daniel Zádrapa, encargado en el Ayuntamiento de cuidar el patrimonio monumental de Prostějov.

Daniel Zádrapa
“En Prostějov, hasta finales del siglo XIX, hasta 1892, gobernaron partidos políticos alemanes en el Ayuntamiento, como sucedía en muchas ciudades de Bohemia y Moravia en las que había una minoría alemana poderosa. Pero en las elecciones de ese año ganó un partido checo y desarrollaron la ciudad para que fuera conocida como ciudad checa. Por ejemplo construyeron la Casa Nacional, que es un teatro, el único monumento nacional de toda la zona. También hicieron el Ayuntamiento, con su torre. En aquella época, la ciudad se desarrolló mucho, pero en los años 60 y 70 del siglo XX, se derribaron muchas casas del centro porque estaban en mal estado. Entonces nadie se preocupaba por ellas, pero se tiraron algunas que eran auténticos monumentos”.

La Casa Nacional
El estilo decorativo característico de estas dos construcciones que se convirtieron en símbolo de ciudad, la Casa Nacional y el Ayuntamiento, tanto la motivación nacionalista checa de los proyectos, no fueron una excepción en la época.

La espectacular Casa Municipal de Praga, es el ejemplo más claro y conocido de este tipo de edificios. La función de la Casa Nacional de Prostějov, inaugurada en 1907, era similar: por un lado una majestuosa sala de conciertos, por otro, un lugar de reunión innovador para la burguesía de la época, como explica Daniel Zádrapa.

“La Casa Nacional fue construida como centro social y cultural de la ciudad. Sigue manteniendo también su función social con su cafetería y el restaurante que permanecen como entonces. Fue un encargo hecho a un arquitecto famoso de la época, Jan Kotěra, y las empresas de la ciudad se repartieron la obra, dando lo mejor de sí mismas. Algunas hicieron trabajos de artesanía de mucho valor, como son los de hierro fundido o el estucado, por ejemplo. Este edificio es el mayor símbolo de Prostějov”.

Cerca de la Casa Nacional, en el centro de la ciudad, está la Plaza T. G. Masaryk, una de las más grandes del país. Allí se encuentran varios edificios imponentes, como la casa natal del poeta Jiří Wolker, otra de las personalidades de las que se enorgullece Prostějov.

El Museo de la ciudad
También el Museo de la ciudad, de origen renacentista. El actual museo era en realidad el Ayuntamiento hasta que se construyó el nuevo. La vista de la plaza solo es afeada por el centro comercial Prior, levantado durante el comunismo justo en el centro.

Majestuoso, el Ayuntamiento preside la plaza principal de Prostějov, con una torre de 66 metros de altura. Pero lo mejor está dentro de ese edificio, cuenta Daniel Zádrapa.

“Este es un proyecto del arquitecto Karel Hugo Kepka. Tenía que ser más grande en realidad, pero no se pudo comprar todos los terrenos que se querían. Tiene unos interiores mucho mejores que el exterior, según dicen muchos arquitectos. Son de estilo secesión, con elementos historicistas. Bellos decorados en los pasillos y algunos cuartos son excepcionales, como la Sala de Ceremonias”.

El Ayuntamiento
El edificio se está preparando para mostrar su mejor cara en su centenario, continúa contando Zádrapa.

“Fue construido del 1911 al 1914. Se cumplen 100 años del inicio de las obras y ahora estamos realizando obras para que en el centenario de su apertura presente su máximo esplendor. Se está arreglando la torre para que puedan subir los turistas para ver toda la ciudad. También se está reparando el reloj astronómico, que es uno de los cinco que hay en toda la República Checa, pero casi nadie sabe de su existencia”.





La preservación del patrimonio, una carrera contra el reloj

El Castillo
En Prostějov contrasta la belleza de su casco histórico con el mal estado en el que se encuentran muchos de sus edificios. Además de remodelar los monumentos principales, como el Castillo renacentista o el Ayuntamiento, la ciudad lucha por no seguir perdiendo su patrimonio arquitectónico, algo que mantiene ocupado a Daniel Zádrapa.

“Antes, durante el comunismo, era más fácil tomar decisiones rápidas en los Ayuntamientos, aunque fueran completamente arbitrarias”, bromea Zádrapa. “Precisamente por eso, ahora no es tan sencillo”, dice.

Salvar muchas de las construcciones que dan personalidad y enjundia a la ciudad pasan por obtener la declaración de monumento para el edificio, cuenta, haciendo referencia en este caso a otro de los estilos que se encuentran en casas de Prostějov, el funcionalismo.

“En Prostějov hay muchas casas de estilo funcionalista muy valiosas desde el punto de vista artístico. En aquella época, Prostějov era una de las tres o cuatro ciudades más importantes de Moravia. Pero salvo una sola, ninguna está protegida por la ley. Muchas están amenazadas. Hay un edificio, por ejemplo, de una fábrica de ropa conocida en toda Europa en la época, Nehera, que el nuevo propietario va a derribar para construir un supermercado. Es una pena. Pero quizá podamos todavía hacer algo antes de que tiren varios edificios”.

También sabores propios podemos encontrar en Prostějov. Para terminar con el recorrido, nos quedaremos con el regusto del destilado un tanto anisado propio de la ciudad, la Starorežná, que se produce desde hace dos siglos y medio en la histórica destilería, ‘El Árbol Verde’.

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