Casa Nacional de Prostějov, perla olvidada de la secesión checa
La ciudad de Prostějov, en el centro de la fértil región morava de Haná, posee un monumento arquitectónico de importancia europea. La Casa Nacional local es un singular ejemplo de la secesión checa, estilo arquitectónico correspondiente al Jugendstil alemán, Art Nouveau francés y el modernismo catalán.
Estas palabras fueron pronunciadas por el poeta Jaroslav Vrchlický el 24 de mayo de 1906 con motivo de la colocación de la primera piedra de la Casa Nacional de Prostějov. El acto solemne, presenciado por otro destacado poeta checo, Adolf Heyduk, fue acompañado por grandiosos festejos convirtiéndose en una manifestación nacional. El sueño de los patriotas checos de Prostějov estaba por cumplirse.
En las postrimerías del siglo XIX Prostějov disfrutaba una rica vida cultural, representada ante todo por centenares de espectáculos teatrales presentados por más de veinte conjuntos de aficionados. Lo que faltaba en la ciudad era un edificio adecuado para el teatro.
Después de las elecciones en el año 1892 los checos dominaron el Ayuntamiento, que hasta aquel entonces estaba en manos de representantes de la población alemana de la ciudad. Prostějov pasó a ser la ciudad más grande de Moravia con una administración checa, explica la directora del teatro de Prostějov, Alena Spurná.“Las ambiciones de los concejales se reflejaron en diversos proyectos. Primero construyeron una escuela checa, después sanearon los conductos municipales de agua. Siguió un proyecto que debía levantar el espíritu. La Casa Nacional fue un tema del patriotismo checo”.
El proyecto de construcción de la Casa Nacional de Prostějov fue encargado a Jan Kotěra. El arquitecto, oriundo de Brno, que estudió en Viena con el teórico de la arquitectura secesionista centroeuropea Otto Wagner, tenía apenas 33 años cuando a finales del año 1904 empezó a esbozar los primeros planes, señala Alena Spurná.
“Kotěra gozaba ya de cierto renombre, pero la secesión era entonces un estilo arquitectónico que tan sólo empezaba a buscarse camino en territorio checo. Por eso creo que por parte de los concejales fue una decisión muy valiente, aunque sabían lo que hacían”.
El capital inicial para la Casa Nacional de Prostějov fue proporcionado por el alcalde Karel Vojáček que destinó en su testamento para su edificación 20 mil florines de la época. Sin embargo, contribuyeron prácticamente todos, según apunta la directora del teatro de Prostějov, Alena Spurná.“Participaban empresas locales, los habitantes organizaban colectas públicas, otros ayudaban transportando gratuitamente con sus carros ladrillos y otro material. Fue realmente un asunto popular”.
En septiembre de 1906 estaba terminado el tejado, en la primavera de 1907 se trabajaba en el interior del edificio, y un año y medio después de excavarse el primer hoyo la Casa Municipal abrió sus puertas. El 9 de noviembre de 1907 fueron inauguradas las salas destinadas a las reuniones de las asociaciones culturales y el 1 de diciembre el teatro.
Jan Kotěra dividió la Casa Municipal en tres partes: un restaurante, una casa para las asociaciones y un teatro. En la decoración de los espacios interiores destacaban mármol, bronce, latón, estucos, oro, cristales, vitrajes coloridos, madera y textiles. Los motivos usados salían de la naturaleza, como era típico para la secesión, y del arte popular de la región de Haná, adquiriendo una simplificada forma geométrica.
Kotěra no dejó nada a la casualidad. Confeccionaba esbozos de los muebles, de los asientos en el teatro y de todos los cuerpos de iluminación. Su manejo de la luz fue excelente, destaca Alena Spurná.“Dejaba penetrar la luz en el edificio para crear una atmósfera íntima de los sueños. Especialmente en la sala del teatro se nota muy bien el traspaso de la realidad hacia lo misterioso. En el ambiente del teatro, que debe levantar al hombre y cultivar su alma, puso un énfasis especial en el juego de la luz. En el balcón se encuentran dos lámparas que representan cuerpos femeninos y sus brazos tienen la forma de pequeñas ubres”.
¿Cómo fue recibido el edificio por el público? ¿Gustó la Casa Nacional a la gente?
“Les aseguro que las reacciones eran diversas porque fue un asunto político, pero a la vez el proyecto tenía muchos simpatizantes entre los empresarios y los intelectuales de Prostějov”.
Lamentablemente, entre los años 1942 y 1944, durante la ocupación del país por los nazis, la Casa Nacional fue sometida a una reconstrucción insensible a raíz de la cual el edificio perdió muchos de los característicos elementos secesionistas de Jan Kotěra.Los alemanes bajaron, por ejemplo, los techos de los corredores abovedados tapando los estucos decorativos. Cambiaron también los colores típicos de los llamados Salones de Kysela, denominados según el autor de su decoración y colaborador de Kotěra, František Kysela. La pintura de las paredes fue cubierta con lienzos enmarcados con madera, apuntó Alena Spurná.
“No les gustó. Era demasiado misterioso, secesionista, demasiado bello. No correspondió a esa austeridad germánica. Estas habitaciones servían siempre como salones privados del alcalde y del gobernador. Hoy siguen utilizándose para visitas especiales y al público se abren sólo en ocasión de las jornadas de puertas abiertas”.
Además de los Salones de Kysela se conservó la sala de ensayo de los coros masculino y femenino Orlice y Vlastimila, respectivamente, que siguen sirviendo a su fin original. Los cantantes ensayan aquí cada lunes y martes.
El pintor František Kysela es autor de los esgrafiados en la fachada de la Casa Nacional de Prostějov. Por su parte, el pintor Jan Preisler realizó dos lienzos para el atrio del edificio. Uno se llama Tentación y representa a un muchacho y el otro lleva el título El sueño de una muchacha. Ambas pinturas se trasladaron posteriormente al Museo Municipal de Prostějov.La decoración escultórica de la Casa Nacional corrió a cargo de Stanislav Sucharda y sus dos alumnos, Karel Petr y Bohumil Kafka.
En una esquina del edificio Sucharda esculpió una fuente con la figura de una mujer que mira hacia el sol y cuyo cabello debe representar las olas del agua. Karel Petr creó un relieve titulado Tres gracias, mientras que Bohumil Kafka rindió con un monumento de piedra arenisca homenaje a los mecenas de la Casa Nacional de Prostějov, Karel Vojáček y su esposa Karla.
Con motivo del centenario de la Casa Nacional de Prostějov se procedió a una amplia reconstrucción del edificio con el objetivo de devolver a este valioso monumento arquitectónico el aspecto original a la medida máxima posible.
Degustando un postre secesionista en la cafetería de la Casa Nacional de Prostějov pueden convencerse si se ha logrado.
Foto: autora