Programa Especial con motivo de la Fiesta Nacional del Día de Victoria
El levantamiento de Praga fue el fruto de seis años de esta ocupación de Bohemia y de Moravia por los nazis alemanes. Cuando estalló el Tercer Reich estaba a punto de desmoronarse, pero sus tropas todavía resistían a las fuerzas aliadas.
La capital de Praga no era ninguna excepción. Sus habitantes sabían por varias fuentes que la Alemania nazi iba a caer. Las noticias llegaban por medio de los fugitivos o através de las ondas de radio.
Por el suroeste se acercaba a la capital checa el ejército estadounidense, y por el este las tropas soviéticas. Pero los ciudadanos praguenses no esperaron su llegada e iniciaron el levantamiento por su cuenta, alentados por las sublevaciones en otras ciudades checas y moravas.
Sin embargo, estimados oyentes, primero les introduciremos más en la materia y mencionamos los acontecimientos históricos, previos al levantamiento de Praga. Las grandes potestades europeas firmaron el 29 de octubre 1938 el Dictado de Munich que privó la República Checa de las zonas fronterizas con una cadena de importantes fortalezas militares. Al año siguiente, el 15 de marzo de 1939, Adolfo Hitler mandó invadir todo el territorio checo.
La República Checoslovaca fue dividida en dos partes. En Eslovaquia fue proclamado un estado fascista simpatizante con los nazis. Bohemia y Moravia se convirtieron en un protectorado bajo la soberanía de la Alemania hitleriana. El gobierno checo, encabezado por el presidente Edvard Benes, se refugió a Gran Bretaña, y en Londres intentaba reunir fuerzas para liberar el estado de checos y eslovacos.
"Los primeros preparativos para el levantamiento de Praga comenzaron inmediatamente tras la ocupación del territorio checoslovaco por los nazis en marzo de 1939. La organización que inició esas actividades se llamó "Defensa de la Nación" y muchos de sus miembros perecieron durante el protectorado alemán. También tuvo la iniciativa el Ejército checo, orientado al Occidente, y el Partido Comunista, que esperaba la ayuda de la Unión Soviética. Con el tiempo se formó el llamado "Consejo de los Tres" que incorporaba las tres partes", explicó Antonín Stícha, el presidente de la Unión Checa de los Luchadores por la Libertad quien participó en el levantamiento de Praga.Los checos luchaban contra la Alemania nazi de diferentes maneras. En el exterior se dejaban alistar en los ejércitos de los aliados para formar tropas militares checoslovacas. En el propio protectorado la resistencia debía ser secreta.
La resistencia civil creaba redes de organizaciones que distribuían sus folletos y periódicos y que más tarde realizaban sabotajes y huelgas. Gran fama ganaron en los años del protectorado los locutores checos que suministraban la información diaria a Gran Bretaña y a la Unión Soviética. A estas actividades clandestinas se adjuntó también el ejército gubernamental.
"El ejército gubernamental no estaba, sin embargo, debidamente armado. Tras la ocupación en 1939, los cargos los ocupaban los oficiales que se dejaron alistar con la idea de más tarde o temprano realizar un levantamiento. Muchos de ellos murieron durante los preparativos. Los alemanes, a fin de debilitar sus fuerzas, mandaron una parte del Ejército gubernamental para Italia. En Praga se quedó solamente un batallón poco armado. Por otro lado, las tropas alemanas eran armadas perfectamente," afirmó Antonín Stícha, presidente de la Unión Checa de los Luchadores por la Libertad.La resistencia civil checa sufrió grandes daños tras ser nombrado el protector de Bohemia y Moravia Reinhard Heydrich. Él mandó organizar redadas a los representantes de la resistencia secreta y muchos de ellos fueron ejecutados. La comunicación radiofónica con la resistencia exterior fue cortada.
Para ayudar al movimiento diezmado, de Gran Bretaña llegaron varios grupos de paracaidistas a fin de renovar la comunicación perdida. Un grupo logró realizar el atentado al protector Heydrich el 27 de mayo de 1942, pero las represalias de los nazis eran crueles. Arrasadas fueron las aldeas de Lidice y Lezáky y fueron ejecutadas o asesinadas en los campos de concentración unas cinco mil personas.
A pesar de la dura persecución nazi, los checos seguían preparando el levantamiento. Se formaban nuevas organizaciones de resistencia y fuera de las ciudades el movimiento guerrillerro. Las iniciativas ilegales se veían obstaculizadas por la actividad de la Gestapo, la policía secreta alemana, que infiltraba las organizaciones secretas y detenía y ejecutaba a sus miembros. Entre la población había también muchos delatores que revelaban la actuación de la resistencia a las autoridades alemanas.
Pero, los nazis no podían negar el desarrollo negativo de la guerra y el pueblo checo esperaba impaciente nuevas noticias de los frentes del Oeste y Este que le infundían coraje para entrar en conflicto abierto con los ocupantes.
"El problema clave fue conseguir armas. Algunas fueron escondidas por soldados checos durante el proceso de la ocupación nazi. El gobierno exiliado checo exhortó a la nación checa para confiar no solo en la liberación por los países aliados, sino también a actuar por su cuenta. De la prometida ayuda militar llegó del Occidente al territorio checo sólo una parte," matizó Antonín Stícha, presidente de la Unión Checa de los Luchadores por la Libertad.
El 1 de mayo ocurrieron las primeras sublevaciones en las ciudades checas y moravas, primero en Prerov, Moravia Central. El territorio checo estaba siendo liberado por parte del Ejército Rojo soviético en el este, noreste y sureste, y por los estadounidenses, capitaneados por generales Eisenhower y Patton, por el oeste y el sur.La conquista de la capital checa se convirtió en el objeto de discusiones entre ambas potestades. El líder soviético Stalin temía el desarrollo político desfavorable a los intereses soviéticos si Praga fuese liberada por el ejército estadounidense. Por ello, rechazó la propuesta del general Eisenhower, que conquistó la ciudad de Pilsen, de ocupar el territorio checo hasta las orillas occidentales del río Moldava y Elba.
"El levantamiento fue preparado de acuerdo al progreso de los ejércitos aliados por el gobierno exiliado checo y la fecha prevista para su inicio fue determinada para el 7 de mayo, el lunes, cuando los obreros volviesen a las fábricas para que los nazis no llevasen los materiales utilizables en la guerra. Afortunadamente, el pueblo no respetó la fecha acordada y todo sucedió de otra manera", aclaró Antonín Stícha, presidente de de la Unión Checa de los Luchadores por la Libertad.
Ya el 4 de mayo, los ciudadanos de Praga retiraban los letreros en alemán, pero el propio levantamiento de Praga comenzó un día después, el 5 de mayo. Según Antonín Stícha, quien participó en la defensa de la ciudad en el barrio de Vrsovice, en el sur de la capital, se desarmaron los soldados individuales de Alemania, Austria y Hungría.El inicio oficial del levantamiento de Praga fue cuando la Radiodifusión Checoslovaca pidió la ayuda, primero al Ejército gubernamental, la policía y a la gendarmería. Los habitantes capitalinos ya antes de la llamada intentaron conseguir armas por todas partes. Sin embargo, cuando faltaban once minutos para el mediodía, la emisión de la Radiodifusión Checoslovaca aceleró la actuación de los rebeldes.
"¡Ciudadanos checoslovacos! ¡La Alemania de Hitler está destrozada! ¡El Tercer Reich dejó de existir! ¡Fuera la guerra! ¡Dejen de trabajar! ¡No juzguen a nadie, no castiguen a nadie, ni a un checo, ni a un alemán, para eso tenemos tribunales populares! ¡Que los alemanes no intervengan! La Policía, la Gendarmería y el Ejército Gubernamental checos obedecerán a rajatabla las ordenes de los Comités Nacionales! ¡Quien no lo haga así es un cobarde y un traidor! Apoyamos firmemente el Gobierno checoslovaco en exilio!"
Tras escuchar la llamada, muchos ciudadanos de Praga se sumaron al levantamiento y construyeron con rapidez muchas barricadas en los puntos estratégicos de Praga. Los empleados de correos liquidaron y cortaron las comunicaciones entre las jefaturas militares alemanas.
Las tropas rebeldes no disponían de armas pesadas y mal resistían a las embestidas de los nazis. Los alemanes temían que el levantamiento de Praga les impidiera huir del Ejército Rojo y rendirse a los estadounidenses que no tenían tantas razones por vengarse de ellos. Los ciudadanos praguenses se enfrentaron además con una guarnición alemana muy fuerte.Las tropas militares alemanas eran colocadas por toda la ciudad, además los alemanes recibían también familias refugiadas de las zonas ya ocupadas por los aliados y les daban armas, incluso a los jóvenes de la organización juvenil Hitlerjugend o sea "Las juventudes hitlerianas," comentó al respecto Antonín Stícha, presidente de la Unión Checa de los Luchadores por la Libertad".
La Radiodifusión Checa continuaba pidiendo ayuda de todas partes. Las unidades de exploración estadounidenses operaban ya en las periferias de Praga, pero dadas las discrepancias entre los generales de ambos países, ya que la capital checa se encontraba en la zona de marcación de Moscú, los estadounidenses no podían intervenir a favor de los sublevados.
Los grandes núcleos de las luchas entre los ciudadanos capitalinos y las tropas nazis eran sobre todo los alrededores del edificio de la Radiodifusión Checoslovaca. Una lucha encarnizada se produjo en el actual Puente de los luchadores de las barricadas, que derivó su nombre según sus defensores, y también en el centro histórico de la capital, en la Plaza de la Ciudad Vieja.Las emisiones de la Radiodifusíón Checoslovaca eran transmitidas en varios idiomas. Las que eran en checo y en inglés servían para mobilizar la defensa de la ciudad y coordinar las acciones para no ser caóticas. Las de lengua alemana intentaban persuadir a los habitantes de la nacionalidad alemana de no oponer resistencia en vista de la guerra perdida.
Eran muchos los soldados alemanes que obedecieron y se rindieron a los sublevados. Sin embargo, para otros nazis, como los militares de las tropas Waffen SS, las llamadas radiofónicas les motivaban para conquistar al edificio de la Radiodifusión.
El levantamiento se extendió a ambas orillas del río Moldava. Durante los dos primeros días, el 5 y 6 de mayo, los ciudadanos de Praga y los alrededores tuvieron que encarar al enemigo que llegaba de dos sentidos, como afirmó Antonín Stícha, presidente de la Unión Checa de los Luchadores por la Libertad:
"Pasaba entonces que durante las luchas en las barricadas, los defensores se vieron a menudo atrapados en el fuego cruzado, proveniente de las tropas de enfrente de la barricada y también de la retaguardia. El fuego de atrás no sólo era de los nazis, sino también de los checos relacionados con ellos. De modo que los sublevados se veían obligados a luchar contra las tropas alemanas que llegaban a Praga desde el exterior, pero también libraban duras reyertas contra los nazis de la capital misma".El 7 de mayo, los praguenses recibieron una ayuda inesperada. Al bando de los sublevados se sumaron las tropas del general Vlasov, un militar soviético capturado por los nazis que entró en el ejército alemán para luchar contra sus compatriotas.
Las tropas de Vlasov desertaron del ejército alemán y ayudaron a los checos en varios lugares de la capital. Armados de artillería pesada, ametralladoras y tanques pudieron resistir mejor los ataques de los nazis, ya que los rebeldes disponían mayoritariamente de los fusiles y de pocas lanzagranadas.
"El papel de las tropas del general Vlasov en el levantamiento de Praga sigue aún dudoso. Querían ayudar la sublevación bajo la condición de tomar el mando sobre la defensa de la ciudad. El Consejo Nacional Checo, influenciado por los aliados, no se lo otorgó y la mayoría de las tropas de Vlasov se retiraron el 8 de mayo por la mañana. Talvez quisieron utilizar su ayuda a los sublevados como una circunstancia atenuanteante ante los soviéticos," opinó el presidente de la Unión Checa de los Luchadores por la Libertad, Antonín Stícha.
El resto del ejército del general Vlasov fue detenido por los soviéticos que llegaron a Praga el 9 de mayo. Los estadounidenses tampoco aceptaron la capitulación del general Vlasov y su ejército que fueron entregados al Ejército Rojo. Vlasov y sus soldados murieron ejecutados o encarcelados en los campos de concentración soviéticos.El 8 de mayo el levantamiento de Praga culminó. Muchas partes de la ciudad estaban en ruinas entre otras el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, donde fue quemada por completo su ala noreste y gravemente afectados quedaron el reloj astronómico y el tejado del edificio.
Durante aquel día los sublevados y el ejército alemán firmaron un acuerdo sobre la capitulación. Los nazis prometieron abandonar Praga y los defensores capitalinos, a cambio, prometieron darles paso libre hacia el occidente donde los nazis querían rendirse al ejército estadounidense.
No obstante, como afirmó Antonín Stícha, presidente de la Unión Checa de los Luchadores por la Libertad, hay muchos testimonios que no todos los soldados nazis se sometieron a la tregua y seguían luchando hasta la llegada del Ejército Rojo soviético.
Sin embargo, cuando el 9 de mayo por la mañana entraron en Praga las tropas del frente de Ucrania del mariscal soviético Konev, la mayoría de la capital checa ya estuvo liberada. La tropas soviéticas ayudaron a los checos a limpiar la ciudad de los francotiradores nazis que se resistieron a rendir y lucharon hasta el último aliento.Durante cuatro días del levantamiento de Praga perecieron 1500 checos de todas las edades, no sólo en la lucha, sino también como blanco de venganza de los nazis.
Pero el levantamiento destacó también con su importancia estratégica, ya que significaba la derrota del ejército nazi en Europa Central y el último móvil para la capitulación definitiva del mando supremo de la Alemania hitleriana y un fin acelerado de la Segunda Guerra Mundial.
El levantamiento de Praga también dio testimonio sobre el valor de los ciudadanos praguenses y todos los voluntarios de las ciudades y aldeas que vinieron para ayudar a la capital checa, y que, por falta de una ayuda externa, no dudaron en tomar el destino de Praga en sus propias manos y tras una dura lucha triunfar y liberar la metrópoli.
Durante la época del comunismo, se consideraba como el fin de la guerra el 9 de mayo, la llegada de las tropas soviéticas a Praga. Recién tras la Revolución de Terciopelo cambió la fecha y el 8 de mayo se celebra en la República Checa como la fiesta nacional del Día de la Victoria.