Proceso judicial contra antiguo líder comunista

Lubomír Strougal, foto: CTK

Sin la conclusión de algún veredicto prosiguió en Praga el proceso judicial contra uno de los antiguos líderes comunistas, Lubomír Strougal, acusado de abuso de poder en la década de los 60. El Tribunal del Distrito de Praga 7 decidió continuar la causa el próximo año.

Lubomír Strougal,  foto: CTK
Durante el antiguo régimen comunista en Checoslovaquia, Lubomír Strougal desempeñó importantes cargos en el Gobierno, como ministro del Interior y posteriormente Primer Ministro del Gobierno. En este último se mantuvo durante largos años. Strougal fue Jefe del Gobierno también en el período de la llamada "normalización", que siguió al fracaso del proceso democratizador del año 1968, conocido como "Primavera de Praga". Su lealtad a los ideales comunistas es corroborada por varios documentos y testimonios sonoros de la época, entre los que escogimos su intervención ante la Asamblea Federal checoslovaca del 29 de Mayo de 1970:

"Somos conscientes de que el año 1969 supuso un viraje fundamental para la sociedad checoslovaca ya que frenó el proceso subversivo del año 1968. También debemos resaltar la ayuda internacionalista que nos fue brindada por los países del pacto de Varsovia para acabar con el proceso desestabilizador del mismo año."

Hoy Strougal comparece ante los tribunales al ser acusado de haber abusado de su poder cuando en 1965, siendo ministro del Interior, impidió que fueran enviados a los Tribunales importantes documentos que revelaban la culpabilidad de ciertos representantes de la Policía Secreta en la brutal tortura y posterior asesinato de tres ciudadanos checos. La Policía Secreta había inventado contra aquellos ciudadanos falsas acusaciones de sus supuestas actividades subversivas contra el régimen comunista. La causa es considerada como uno de los testimonios más elocuentes del brutal comportamiento de la antigua Policía Secreta checa con los supuestos enemigos del régimen comunista.

Lubomír Strougal sigue negando su culpa, y le favorece que muchos de los testigos directos de aquellos acontecimientos, así como los principales protagonistas ya hayan fallecido.

Los observadores locales, no obstante, están convencidos de que la justicia se impondrá también en esta causa, porque, aunque los testigos directos no puedan comparecer ante los tribunales, los documentos de la época ofrecen suficientes pruebas elocuentes.