Presidente pakistaní: Terroristas planeaban secuestrar aviones checos en 2002
El presidente pakistaní, Pervez Musharraf, dice en su nuevo libro, lanzado al mercado este lunes, que terroristas de Al Qaeda planeaban en 2002 secuestrar aviones checos y estrellarlos en el aeropuerto londinense Heathrow.
Musharraf escribe que el Servicio de Inteligencia estadounidense CIA pagó secretamente al Gobierno pakistaní millones de dólares por la extradición de 369 presuntos miembros de Al Qaeda, según informa desde Londres el enviado especial de la Radiodifusión Checa, Milan Kocourek.
"Según Musharraf, uno de los sospechosos de haber planeado los atentados del 11-S extraditado a los estadounidenses, Jalid Sheik Mohammed, planeaba en 2002 un ataque contra el aeropuerto Heathrow, utilizando vuelos regulares de las aerolíneas de la República Checa, Eslovaquia, Croacia, Polonia, Rumania o Malta, debido a sus escasas medidas de seguridad".
Al Qaeda alistó a musulmanes europeos que debían hacer explotar el avión en terminales y depósitos de combustible en el aeropuerto londinense, indica en su libro Pervez Musharraf, basando sus declaraciones en interrogatorios de los presuntos miembros de Al Qaeda, realizados por la policía pakistaní antes de que fueran extraditados a EE.UU.
Las autoridades checas admiten haber recibido informaciones sobre el posible secuestro de aviones en 2002, pero rechazan tajantemente que las medidas de seguridad en aquella época habrían sido peores que en otros países europeos.
La información sobre los eventuales secuestros de aviones checos en 2002 surge cuatro años más tarde, en el momento en que el Gobierno decidió reforzar las medidas de seguridad en Praga, después de haber recibido informaciones sobre un creciente riesgo de ataques terroristas en la capital checa.
La policía ha reforzado las patrullas en las calles que vigilan objetivos estratégicos y monumentos frecuentados por turistas en el casco histórico, pero según subrayó el Alcalde Mayor de Praga, Pavel Bém, no se producen cierres de lugares públicos y la vida en la capital sigue su ritmo habitual.