Presidente George W. Bush hablará en Praga sobre estación de radares

Presidente estadounidense, George W. Bush (Foto: CTK)

La construcción de una estación de radares del sistema de defensa antimisil de EE.UU. en territorio checo, ese será uno de los principales temas de la visita del presidente estadounidense, George W. Bush, a la República Checa.

Presidente estadounidense,  George W. Bush  (Foto: CTK)
Washington pidió permiso, a principios del año, a la República Checa para instalar en su territorio una estación de radares como parte de su sistema de defensa antimisil.

Si bien el oficialismo checo se ha mostrado partidario de aceptar la presencia militar estadounidense en el país, Moscú puso el grito en el cielo indicando que una estación de radares en el territorio checo y una base con diez misiles antibalísticos en Polonia amenazan directamente su seguridad.

Durante su visita a la República Checa, este lunes y martes, el presidente estadounidense, George W. Bush, se entrevistará con su homólogo checo, Václav Klaus, y con el primer ministro, Mirek Topolánek, al tiempo que almorzará con unas ciento cincuenta personalidades de la vida pública y política del país, entre ellos el ex presidente Václav Havel.

El primer ministro Topolánek dijo que esperaba que al terminar su visita a la República Checa, el presidente Bush se marche convencido de que los checos son verdaderos aliados de EE.UU., pero que, a su vez, rechazan cualquier tipo de dictado.

El oficialismo checo respalda la propuesta estadounidense de construir una estación de radares en su territorio. El propio presidente Václav Klaus explicó en Moscú al presidente Vladimir Putin que el sistema defensivo no amenaza la seguridad de Rusia.

Primer ministro checo,  Mirek Topolánek  (Foto: CTK)
El presidente Putin, por su parte, criticó violentamente a la administración Bush, acusándola de "desestabilizar" el mundo con su visión "unipolar" y de querer reactivar la carrera armamentista con su proyecto de escudo antimisiles.

Rusia efectuó una exitosa prueba con un misil intercontinental balístico con ojivas múltiples. El misil impactó el blanco previsto a más de ocho mil kilómetros de distancia del lugar del lanzamiento.

A su vez, el Pentágono destaca que su sistema de defensa antimisil está destinado a neutralizar las intenciones de ciertos países, como por ejemplo Irán y Corea del Norte, de desarrollar armamento nuclear que pueda amenazar el territorio estadounidense o de sus aliados.

Mientras tanto, el líder del opositor Partido Socialdemócrata checo, Jiri Paroubek, insiste en que el sistema de radares estadounidense debe estar conectado al sistema defensivo de la OTAN y que sobre la construcción de la estación deberían decidir los ciudadanos checos en un referéndum.