Preocupa corrupción entre prisioneros y Guardia carcelaria checa
En las cárceles checas se sigue ensañando una guerra entre la mafia rusa contra la Guardia carcelaria checa respaldada por la Sección Contra el Crimen Organizado. El año pasado más de 1200 policías tuvieron que enfrentarse a casos de rebeldía que surgieron en varias cárceles del país.
Más de un 10 por ciento de los internos en la RCh son extranjeros, la mayoría de ellos son ucranios, rusos y vietnamitas.
Los más peligrosos son los rusos, ya que muchos de los presos de la antigua Unión Soviética pasaron por un especial entrenamiento militar y tienen abundante experiencia en guerras. Estos grupos tienen la tendencia de organizarse, tienen sus costumbres, sus reglas y su jerarquía.
Cada vez hay más ataques contra los vigilantes de las cárceles y fugas de prisioneros. Amenazas, chantaje, violencia; estas son las prácticas que dominan hoy en las cárceles checas. En las prisiones también aumenta el número de muertes que la policía no ha conseguido aclarar.
La directora de la Guardia Carcelaria checa, Kamila Meclová, sostuvo que los habitantes por ahora no deben temer insurrecciones de los detenidos: "Puedo asegurarles que la situación está bajo control." Kamila Meclová, sin embargo, reconoce que el estado en las prisiones checas no es del todo satisfactorio. Si un prisionero tiene dinero, puede comprar lo que le apetezca, desde un teléfono celular hasta drogas.
Esto es posible sobre todo por la corrupción. Por ahora no se sabe cómo en el futuro impedir que los vigilantes de las prisiones se pacten con los delincuentes. Una posible solución es trasladar con más frecuencia a los guardias de una prisión a otra. Los directivos de la Guardia Carcelaria señalan, no obstante, que en la República Checa no existen actualmente las condiciones adecuadas para crear este sistema rotativo de personal.