‘Praga en febrero‘, un pasaporte literario a Chequia

Diego Fandos, foto: Dominika Bernáthová

Anécdotas con tramas imprevisibles y finales inesperados de los lugares más y menos emblemáticos de la capital checa conforman el nuevo libro de relatos 'Praga en febrero', del escritor y cineasta espaňol Diego Fandos.

El libro Praga en febrero

siempre ha tenido mucho que contar. No solamente en sus cortometrajes premiados a nivel internacional, sino también en su ópera prima literaria 'El libro de los amores limón' que se convirtió en 2015 en uno de los libros más vendidos de su Navarra natal.

Cinco aňos después, el sosiego del confinamiento provocado por el COVID-19 impulsó el nacimiento del libro 'Praga en febrero', conformado por quince relatos que tejen un universo de dramas cotidianos con intrigas sorprendentes como la vida misma.

Una narrativa de escenarios familiares, amorosos o misteriosos, ubicados en los lugares amados y odiados de Praga, desde el pintoresco barrio de Malá Strana hasta los suburbios de Háje, situados temporalmente tanto en el pasado lejano como en la actual época de mascarillas.

La energía de Praga

De acuerdo con Diego Fandos, la ciudad de Praga representa otro personaje de su libro, cuyo papel es subsanar todas las heridas que el protagonista pueda sufrir en un país extranjero, según explica.

Barrio de Malá Strana,  foto: Diego Fandos

“Algunas historias son más pesimistas, otras más optimistas. He intentado capturar unas historias en el contexto de la belleza de la capital checa. Creo que Praga da parte de su energía a los personajes. A veces lo hace con demasiada fuerza y no los deja respirar, pero en muchas ocasiones los hace compartir la energía. He intentado reflejar esto y describir los bellos rincones de esta ciudad, pero también los menos bellos, que tienen encanto. Es un pequeňo pasaporte a esta ciudad”.

Fría, oscura y medio desierta. Praga en febrero tal vez no sea un éxito de ventas de las agencias de viaje, pero esto no hace la vida en esta ciudad centroeuropea menos interesante, seňala Diego Fandos.

“Quise contraponer estos dos términos: Praga, que es una ciudad brillante con mucha energía, con febrero, que es un mes corto, frío y oscuro. Quería generar un poco de tensión entre algo positivo y febrero, el mes más perdido que está lejos de todo; la Navidad ya había pasado y la primavera queda lejos. Al mismo tiempo, es un mes cuando estamos un poco solos en Praga, hay menos turismo, la ciudad es un poco más para nosotros”.

Malá Strana en febrero,  foto: Diego Fandos

Los temas que conectan los quince relatos abarcan la problemática de la comunicación, la familia y, especialmente, la necesidad de ubicarse y encontrar un nido. Un tema no ajeno para cualquier expatriado en cualquier lugar del mundo.

“El hecho de que yo sea extranjero puede ser metafórico, porque yo también obviamente quiero encontrar mi lugar aquí. Creo que los protagonistas de la mayor parte de los cuentos es gente que necesita ubicarse. Por ejemplo, como en el cuento “Una maňana en los suburbios”. Es gente joven que está intentando encontrar su lugar en el mundo, adentrándose en la adolescencia, está un poco perdida por la edad e intenta acomodarse a la nueva situación. Si me preguntas por el tema, es la ubicación, pero si me preguntas maňana, seguro te contestaré otra cosa”.

Puente de Carlos,  foto: Diego Fandos

Cuentos sólidos y líquidos

Nunca aburrir es el lema literario de Diego Fandos y es también el consejo más compartido con sus alumnos en la Escuela de Cine de Praga (Prague Film School). Además de tramas entretenidas, el escritor cumple con este objetivo por medio de diferentes técnicas narrativas más y menos experimentales.

Algunos cuentos son sólidos y otros líquidos. Los sólidos son más clásicos con principio, desarrollo y final. En otros cuentos voy buscando el momento, no tienen una estructura tan definida. Innovar es imposible, pero intento hacer cosas diferentes. Intento no aburrirme y no aburrir. A mis alumnos siempre les digo que nuestro mayor enemigo es el aburrimiento y que siempre tenemos que dar algo al espectador, no tienen que ser tiros, un robo o un secuestro, sino que puede ser una historia muy pequeňa, ya sea con la trama, el tema, la fotografía, la actuación, la música o el sonido”.

“En la literatura estás libre”

Con varias películas en las pantallas de cine, no es sorprendente que la narrativa de Diego Fandos destaque por su claridad y visualidad. A diferencia del “séptimo arte”, en la literatura encuentra una libertad total, sostiene el escritor.

Barrio de Háje,  foto: Diego Fandos

“Cuando escribes un guion, sabes que tienes los límites de la producción, del tiempo o del dinero. En la literatura estás libre, puedes poner lo que te dé la gana. En el cine no se puede hacer todo, costaría mucho dinero. El mundo del cine y el de la literatura se complementan. Ambos tienen en común que no hay que aburrir al lector y al público, y segundo, que tienes que transmitir una idea base que haga que esta historia no sea vacía, sino que comuniques algo”.

Con las “antenas puestas”

Escuchar y fijarse en su alrededor es una de las claves inspiradoras para desarrollar una idea literaria, indica Fandos.

Barrio de Lužiny,  foto: Diego Fandos

“A veces viene en tranvía, a veces viene en la cama a media noche, otras veces leyendo una noticia, creo que a todos nos llega un poco cuando menos lo esperas. Lo que sí es cierto es que tienes que estar con las antenas puestas para percibir historias y tienes que ser curioso”.

Praga adoptó a Diego Fandos hace más de 15 aňos, y según afirma, es un lugar vital en muchos aspectos, que ofrece tanto una vida cosmopolita, como la típica checa, con muchas tradiciones locales.

Barrio de Lužiny,  foto: Diego Fandos

“Es la parte racional, Praga como ciudad bella y acogedora, y luego está la parte irracional que no acabo todavía de entender, que Praga es un centro de energía, difícil de definir. Aquí vivía el rey Rodolfo II que tenía aquí su corte de alquimistas, astrólogos y astrónomos. Desde tiempos antiguos, Praga igual que Jerusalén o Roma son un cruce de caminos que realmente no sabes muy bien por qué. Jerusalén no tiene un gran río, no está en la costa, pero es un centro espiritual para tantas religiones. Praga, en cierto sentido, también tiene esta fuerza. No sé si es esta razón un poco oculta que nos lleva a venir a Praga y nos hace incapaz de irnos de aquí”.

Algunos de los cuentos de Diego Fandos nacieron en el marco de las tertulias literarias “Las Noches Cortas de Praga” que el escritor cofundó en 2012 para compartir sus experiencias de creación literaria con otros entusiastas de habla hispana en la capital checa.