¿Por qué nacen tan pocos niños en la RCh?

Los datos de la Oficina Nacional de Estadística sobre la natalidad, publicados a principios del año en curso, fueron alarmantes. Después del año 2030, por cada niño habrá tres personas mayores de sesenta años. Sin embargo, la misma Oficina informó la semana pasada que en 2003 aumentó el número de niños nacidos, que subió a los ocho mil.

La señora Lenka, de 29 años, está casada desde hace dos años. Quisiera tener dos hijos, pero no ahora.

"Tenemos un apartamento pequeñito que no es suficiente ni para mi marido y yo. Por ello esperamos con el niño hasta tener una vivienda más amplia. Queremos adquirirla por medio de un programa de ahorro para la vivienda, pero todavía nos falta mucho dinero y los dos tenemos que trabajar".

Lenka afirma que tener hijos representará para ella y para su marido una gran carga financiera porque vivirán de un sólo sueldo, el subsidio de maternidad es mínimo.

La señora Simona, de 27 años, pronto dará a luz. Aunque lleva casada cuatro años, no quería tener hijos antes. "Cuando me casé, todavía estudiaba. Quería terminar primero mis estudios y luego tener una práctica en el trabajo", explica Simona.

"¿Cuántos hijos quisiéramos tener? Como mínimo dos. Vamos a sentir mi maternidad desde el punto de vista financiero, por supuesto. Pero mi marido es empresario, hace negocios en varias áreas y, por suerte, lo hace bien, al menos por el momento".

Simona no opina que las jóvenes checas no quieran tener hijos.

"Tan sólo en la actualidad no es común y corriente, tal como lo fue bajo el régimen comunista, que una jóven tenga dos hijos a sus 18 años de edad. Los jóvenes primero quieren estabilizar su posición en el trabajo. Tienden a tener hijos más tarde. Opino que está bien, que las parejas deberían aclararse sus prioridades antes de formar una familia".


Foto: archivo de Radio Praga
La señora Jitka, de 29 años, está casada apenas medio año. Esperan el primer hijo en junio y planean tener por lo menos un niño más.

"Depende de nuestra situación financiera y también de cómo me sentiré en la maternidad. Si mi marido no pierde el trabajo que tiene ahora, opino que podríamos permitirnos hasta cinco hijos. Él será el sostén de la familia, el subsidio de maternidad es ridículo".

Jitka advierte que hoy, los jóvenes tienen mucho más posibilidades que antaño sobre qué hacer con su vida entre los veinte y treinta años de edad.

"Antes, bajo el comunismo, la maternidad fue casi la única opción. Los checos no podían viajar, crear empresas o realizarse en el trabajo. Ahora sí que tienen estas posibilidades y las aprovechan. Además, tener hijos resulta muy caro, por lo que opino que postergan la vida en familia hasta alcanzar cierto estándar en cuánto a su vivienda y finanzas".

Y ustedes, estimados oyentes, ¿qué opinan al respecto?