Por las huellas del dinosaurio checo
Los paleontólogos checos tienen un poderoso motivo para sentirse felices: finalmente poseen una prueba palpable sobre la existencia de dinosaurios en Bohemia. En una cantera en los alrederores de la ciudad de Kutná Hora, en Bohemia Central, fue hallado un fémur del saurio prehistórico. Investigando el fósil, los paleontólogos han podido reconstituir la historia del primer dinosaurio descubierto en territorio checo.
Y los dinosaurios vivían precisamente en los islotes. Eran animales adaptados a vivir en tierra firme y en Europa Central eran muy raros ya que no disponían del suficiente espacio vital.
En una islita vivió probablemente también el dinosaurio cuyo fémur fue hallado recientemente por el médico Michal Moucka de Kutná Hora, coleccionista amateur de fósiles. Los paleontólogos suponen que el saurio compartía la islita con otros ocho o diez compañeros que formaban un pequeño rebaño.
Los especialistas del Instituto de geología y paleontología de la Universidad Carolina de Praga concluyeron que el dinosaurio de Kutná Hora era un herbívoro. ¿Cómo llegaron a esta conclusión?
El fémur fósil, de 45 centímetros de largo, estaba muy bien conservado. Los científicos pudieron compararlo con los hallazgos de esqueletos completos de dinosaurios de los que se sabe, a raíz de su dentadura, que consumían vegetales. Comparando los fósiles dedujeron que el dinosaurio checo pertenece a la familia Iguanodontidae.
Los paleontólogos determinaron que se trata de un dinosaurio adulto cuya edad rondaba los veinte años. Medía tres metros de largo y dos metros de alto y pesaba unos 400 kilos.
Para un dinosaurio era un ejemplar relativamente pequeño y los científicos explican que los gigantescos dinosaurios que pesaban decenas de toneladas y medían más de veinte metros podían vivir sólo en continentes, en las islas no tenían suficiente alimento.
El dinosaurio pasó los últimos momentos de su vida a orillas del mar o de un río. Los paleontólogos desconocen las causas de su muerte, pero lograron reconstituir qué pasó después de que el dinosaurio pereciera. El agua llevó su cuerpo al mar y la carroña atrajo a tiburones y a voraces saurios acuáticos que lo despedazaron.
Los paleontólogos descubrieron en la superficie del fémur del dinosaurio numerosas incisiones y arrañazos que allí habían dejado los dientes de los tiburones y los saurios al arrancar la carne de los huesos.
El fémur cayó al fondo y durante millones de años penetraron en el hueso sales minerales que lo convirtieron en un fósil. Los paleontólogos mantienen un riguroso sigilo sobre el lugar donde el fósil fue encontrado. Temen que el lugar sea saqueado por coleccionistas amateurs.
Los daños que causasen tales coleccionistas pondrían en peligro las investigaciones que los paleontólogos checos quieren iniciar en la cantera en la próxima primavera. Si el dinosaurio fue despedazado por tiburones es posible que cerca del hallazgo del fémur se hallen otros fragmentos fósiles de su cuerpo.