Policía impidió marcha extremista por antiguo Barrio Judío de Praga

Foto: CTK

La Policía impidió a los neonazis el pasado sábado realizar su planificada marcha por el antiguo Barrio Judío de Praga en la fecha del aniversario de la tristemente célebre Noche de los Cristales Rotos. En el centro de la capital, no obstante, se produjeron varios enfrentamientos entre neonazis y anarquistas.

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Varios centenares de extremistas de derecha checos y del extranjero se dirigieron el pasado sábado a Praga para participar en la marcha por la capital checa. La Policía adoptó amplias medidas de seguridad y envió al centro de la ciudad a unos 2 mil guardias para impedir la actividad, que la mayoría de la población calificó de una grosera provocación y burla a las víctimas del Holocausto. Anarquistas salieron también a las calles de Praga para enfrentarse con los neonazis. La Policía rodeó el antiguo Barrio Judío y lo protegió de ambos bandos. No obstante, en otros lugares de la capital se produjeron enfrentamientos entre neonazis y anarquistas, resultando heridas siete personas, entre ellas un policía. La Policía detuvo a unos 400 radicales y les confiscó armas como pistolas de balines, porras, garrotes, hachas y otras.

El ministro del Interior, Ivan Langer, apreció el profesionalismo de los policías durante la intervención del sábado.

“Quiero resaltar el excelente trabajo de todos los cuerpos policiales y la estrecha cooperación entre la Policía de Extranjería, la de tránsito y los policías que velan por el orden público. Indudablemente, el éxito de la acción se debió también al apoyo de la Municipalidad y de la Empresa de Transportes Públicos”, destacó Langer.

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Entretanto, políticos, intelectuales y centenares de otros ciudadanos rindieron homenaje a las víctimas judías de la Noche de los Cristales Rotos, de 1938, durante actos convocados para el sábado al centro de la capital checa por organizaciones no gubernamentales. Asistió también el escritor Arnošt Lustig, quien sobrevivió los horrores del campo de concentración nazi de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. Lustig dijo que le duele mucho que últimamente los neonazis vayan cobrando en Europa tanta fuerza, especialmente entre la juventud.

“Estoy seguro que a los jóvenes neonazis les ayudaría a reflexionar sobre el mal camino que han emprendido, si conocieran en sangre propia lo que fue un campo de concentración. Yo los enviaría por quince minutos a Auschwitz para que vean lo poco que significó para los nazis la vida humana y cómo pisoteaban la dignidad del hombre”, recalcó Lustig.

Los presentes en los actos criticaron el sistema jurídico del país que, en nombre de la democracia y la libertad, permite a grupos extremistas realizar actividades en apoyo a la ideología nazi. Recalcaron la necesidad de cambiar esas leyes y de explicar incesantemente a los jóvenes lo que fue el Holocausto y los horrores que significó para Europa el nazismo.