Puñetazo en la cara a la extrema derecha: 10 activistas detenidos
Unos 10 activistas de extrema derecha fueron detenidos este martes en una operación relámpago llevada a cabo por la unidad especial de la Policía para combatir el crimen organizado. Seguidamente, un grupo de militantes neonazis se manifestó frente a una comisaría donde se encontraban algunos de los arrestados.
Aunque la Policía no ha desvelado los detalles, parece que el número de arrestados se eleva a 10 personas y que toda la operación venía siendo preparada desde hacía varios meses. Entre los detenidos se encuentra Lukáš Rod, cantante de los grupos ultraderechistas Vlajka y Attack, miembro del Partido Obrero y de Resistencia Nacional. Otros implicados son Pavel Blinka, vocalista de Devils Guard, y Martin Franěk, propietario de una tienda de ropa y artículos neonazis y uno de los mayores organizadores de eventos ultraderechistas en la República Checa.
“El aparato policial ha realizado una operación destinada a una serie de personas acusadas de cometer delitos de apoyo y propaganda de movimientos contrarios a los derechos y libertades fundamentales. De momento no vamos a hacer públicas las circunstancias exactas del caso”, comentó.
Todo apunta a que la actuación del Gobierno con los neonazis se va a endurecer en los próximos meses. Representantes de todos los partidos políticos con representación parlamentaria han firmado un acuerdo para la lucha contra el extremismo y el Ministerio del Interior prepara un protocolo para actuar en las manifestaciones de la extrema derecha.
Además, dentro de poco aparecerán dos nuevas unidades policiales en Bohemia del Norte y Moravia del Norte para combatir a los extremistas, como anunció el director general de la Policía, Oldřich Martinů
“Son unidades permanentes, del mismo tipo que las que ya existen en Praga y Moravia del Sur. La conformarán especialistas antidisturbios que se dedicarán a las concentraciones de extremistas”, informó Martinů.
Poco después de las detenciones, unos 40 neonazis se concentraron al grito de “libertad” y “resistencia” frente a una comisaría de Praga donde se hallaban retenidos algunos de los implicados. En las páginas web de los ultraderechistas califican la acción como de un “ataque organizado por el gobierno sionista del judío Jan Fischer”.
