Penalización por puntos ha mejorado situación en carreteras checas

La situación en las carreteras checas ha mejorado en los últimos dos años, según estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE. De acuerdo con un reciente estudio, el número de muertos bajó un 17 por ciento, y aunque los conductores siguen sobrepasando el límite de velocidad, lo hacen en menor medida.

Después de establecerse el sistema de carné por puntos el año pasado, los conductores comenzaron a obedecer el código de circulación. Pero poco a poco volvieron a cometer infracciones como antes. Entre las causas más frecuentes de accidentes figuran la negación de prioridad de paso y el exceso de velocidad.

Dentro de los límites de una población, la velocidad máxima es de 50 kilómetros por hora, aunque algunos conductores aceleran hasta los 70 kilómetros por hora. Esta infracción se sanciona con 2500 coronas y 3 puntos del carné. Pero exceder el límite de velocidad en 40 kilómetros por hora o más, es decir, manejar a 90 kilómetros por hora en la ciudad, significa 10 mil coronas de multa y cinco puntos del carné.

Sin embargo, todavía existen conductores a los cuales no pareciera incomodar este nuevo sistema. Y según informan las estadísticas, el exceso de velocidad causa hasta un 40 por ciento de los accidentes de tráfico. La policía checa emplea el control de radares sobre todo en las vías cercanas a escuelas, donde hay un riesgo elevado de accidentes trágicos.

"Poco después de las siete de la tarde un ciclista se vio involucrado en un accidente y a pesar de una rápida ayuda de los socorristas, no se logró salvar la vida del joven."

Así informa un policía de tráfico, quien añade que los ciclistas, junto a los motociclistas, pertenecen al grupo expuesto a un mayor riesgo. Es evidente que tienen una menor protección en comparación al coche en caso de accidentes. Los motociclistas son al mismo tiempo los que más se arriesgan sobrepasando la velocidad permitida.

Según la psicóloga de tránsito, Vlasta Rehnová, existen tres grupos principales de personas agresivas en las carreteras. Encontramos allí a jóvenes de entre 18 y 22 años, a propietarios de veloces coches deportivos y a conductores de profesión. Es sorprendente que tampoco estos últimos suelen obedecer el código, pues sin el carné perderían su empleo.