Oftalmólogos checos tratan a refugiados sirios en Jordania

Jiří Pašta, foto: Štěpán Macháček

Varios oculistas checos trabajan en Jordania para devolver la vista a pacientes sirios en el marco del programa Medevac.

Jiří Pašta,  foto: Štěpán Macháček
El mejor remedio contra la crisis migratoria es actuar en el lugar de origen de los inmigrantes. Ese es el lema de la República Checa en el tema de los refugiados, y una de las maneras de ponerlo en práctica es su colaboración en el programa Medevac.

Entre los médicos checos se hallan varios oftalmólogos, uno de ellos el profesor Jiří Pašta, que tiene que vérselas con el idioma árabe durante sus intervenciones.

“Left eye…Ta ala ala dau. Esto me lo enseñó Hani. Significa abre los dos ojos, pero no sé si lo entienden, y después ‘Mira a la luz’. Esto sí que lo entienden bien, así que después les grito Ta ala ala dau”.

Pašta ha realizado en Amán más de un centenar de operaciones en tan solo dos semanas. Solo tiene palabras de elogio para los hospitales jordanos.

“En cuanto a operaciones de ojos, están equipados de forma excelente. Es lo más moderno que hay a disposición en el mundo”.

La buena fama de los médicos checos se ha extendido rápidamente por Jordania y entre los refugiados sirios hay un gran interés por ellos. Se trata de una labor que Pašta hace con mucho gusto, comenta.

Foto: Štěpán Macháček
“Este es el único tipo de ayuda que reconozco, porque se trata de ayuda en el mismo lugar, es decir, en el primer sitios seguro al que los refugiados llegan una vez cruzan la frontera”.

En la sala de espera aguarda su turno la refugiada siria Hannan Kabbani, que antes de la guerra trabajaba de profesora en Damasco.

"Una amiga me mandó un anuncio donde describían esta posibilidad, así que me inscribí y en dos días me llamaron diciendo que ya tenían la operación lista. La operación salió bien y el médico checo se comporta muy bien", asegura Kabbani.

La señora Kabbani espera ahora una operación en el otro ojo. Se halla ya seis años como refugiada junto con su familia. Vive en Amán en un apartamento alquilado, ya que quería evitar las incomodidades de los campos de refugiados. El largo tiempo de exilio sin embargo le ha costado perder toda su fortuna personal, por ello valora especialmente el haberse podido operar de forma gratuita.

En los cinco años que funciona el programa Medevac en Jordania se ha multiplicado tanto el número de intervenciones como el apoyo financiero al proyecto. Según el embajador checo en Jordania, Petr Hladík, el tipo de operaciones también ha ido cambiando.

Jiří Pašta,  foto: Štěpán Macháček
“Al principio, cuando el conflicto estaba en su punto máximo, era necesario ayudar sobre todo a la gente que había quedado inválida o seriamente herida en los enfrentamientos. Hoy en día nos concentramos más en mejorar la calidad de vida de los refugiados”.

Los equipos médicos que actúan en Amán se turnan cada dos semanas. Después de los oftalmólogos es el turno de los cirujanos plásticos, y luego llegarán otros seis equipos de especialistas hasta finales de año. Se trata de una medida efectiva contra la migración, asegura Hladík.

“Cuando llega un equipo de médicos checos, ofrecemos tratamientos médicos aquí mismo, con lo que la gente pierde la motivación de proseguir su viaje hacia otra parte”.

En el hospital de Amán, en Jordania, han trabajado de forma gratuita decenas de especialistas checos, que han realizado solo en lo que va de año un millar de operaciones a refugiados procedentes de Siria. En los cinco años de programa el Estado checo ha invertido aproximadamente 1,2 millones de euros solo en Jordania.