Ocho de cada diez padres checos dan dinero a sus hijos cada mes

El efectivo continúa siendo el formato preferido para los progenitores, aunque ya hay un 41% de ellos que optan por enviar dinero a una cuenta bancaria.

La economía y las finanzas en el ámbito doméstico, y particularmente en las relaciones entre padres e hijos, han sido el foco del último estudio de Ipsos Instant Research.

Según este, ocho de cada diez padres checos dan dinero a sus hijos cada mes. Aproximadamente dos tercios de ellos lo hacen de forma regular, mientras que el 36% lo hace esporádicamente o según sus propias posibilidades económicas.

En esta línea, si bien la mitad de los padres proporcionan dinero sin condiciones, el 23% lo condiciona a la participación en las tareas del hogar, así como otro 15% que lo hace con respecto al rendimiento escolar de sus hijos.

Foto ilustrativa: Filip Jandourek,  Český rozhlas

"En muchas familias, el dinero de bolsillo se usa como una motivación positiva, donde está condicionado a la realización de ciertas tareas. Las más comunes son los deberes o el buen desempeño en la escuela. Este enfoque no solo enseña a los niños el valor del dinero, sino que también los motiva a ser responsables y desarrolla su ética de trabajo", comentó Lada Kičmerová, directora comercial de Partners Bank, sobre los resultados de la encuesta.

En cuanto a las cifras, el estudio revela que los niños de entre 6 y 14 años reciben un promedio de 25 euros al mes, mientras que los adolescentes de 14 a 17 años reciben algo menos de 35 euros al mes.

Por otro lado, los jóvenes que viven con sus padres y estudian reciben un promedio de 108 euros mensuales para sus gastos personales.

El efectivo, de hecho, se confirma como el formato predominante con el que los padres dan dinero a sus hijos, al menos entre los menores de 17 años:

el 49% de las familias lo hacen así. Para el 41%, la forma más conveniente es enviar el dinero a una cuenta bancaria, y el 10% prefiere una combinación de efectivo y transferencia bancaria. Además, el 57% de los padres checos optan por crear una cuenta infantil con una tarjeta de pago para sus hijos.