Nuevos avances en la lucha para salvar al rinoceronte blanco

Las hembras Nájin y Fatu viven en la reserva de Kenia

El rinoceronte blanco del norte es una especie en peligro de extinción cuyos dos últimos ejemplares pertenecen a un zoológico de la República Checa. Recientemente, se han conseguidos nuevos avances en la misión para salvarlos. 

Las hembras Nájin y Fatu son los últimos ejemplares conocidos de rinoceronte blanco del norte. Estos animales pertenecen al zoológico de la localidad checa de Dvůr Králové, pero desde 2009 viven en una reserva de Kenia, con un clima más favorable para la especie.

Un equipo de expertos internacionales extrae óvulos de las hembras varias veces al año y a partir de ellos intentan producir embriones que posteriormente puedan introducir en una madre de reemplazo.

Una tarea nada fácil, pero que sigue avanzando poco a poco. Esta semana, el parque zoológico de Dvůr Králové informó de que se han conseguido cuatro nuevos embriones, lo que mantiene la esperanza de los científicos. No obstante, en una entrevista para la Radio Checa, el director del zoológico, Přemysl Rabas, quiso matizar que todavía queda mucho trabajo por delante.

Přemysl Rabas | Foto: Luboš Vedral,  ČRo

“Siempre que salen noticias sobre que hemos conseguido nuevos embriones me gusta matizar que estamos en la mitad del camino. Hemos llegado más rápido de lo que esperaba, y conseguir un embrión en 2019 fue un gran éxito, pero necesitamos muchos más. El segundo punto que quiero matizar es que estamos intentando poner en una madre de reemplazo embriones que son de un tipo de rinoceronte cercano, y por ahora no tenemos resultados positivos. No pasa nada, porque los embriones podemos guardarlos durante años, pero el público tiene la impresión de que si tenemos embriones conseguiremos tener crías rápido. Pero puede ser dentro de unos meses, o puede ser dentro de un año”.

Como menciona Rabas, ahora mismo se utilizan embriones de un rinoceronte diferente, el rinoceronte blanco del sur, ya que estos son más fáciles de conseguir y los científicos temen gastar los embriones conseguidos de sus parientes del norte.

La clave para que la iniciativa tenga éxito está por lo tanto en la técnica de reproducción, ya que el mayor obstáculo por el momento es conseguir que el embrión se desarrolle bien en el interior de la madre.

Rinoceronte blanco | Foto: Barbora Němcová

“Nuestra tarea ahora mismo es conseguir los máximos óvulos posibles de las únicas dos hembras que siguen vivas, de estos óvulos conseguir los máximos embriones posibles, y después perfeccionar una técnica para que al ponerlos en otra madre tengamos éxito”.

Přemysl Rabas apunta que si se quedaran sin óvulos, no sería el fin del proyecto, pues cuentan con una opción alternativa. Pero a nivel económico sí sería más problemático.

“Tenemos que conseguir todos los óvulos que podamos porque estas hembras ya no pueden quedarse embarazadas ellas mismas. Tenemos que seguir intentándolo para poder introducirlos en otra hembra. Aunque existe una última opción, porque además de óvulos tenemos células madre. De aquí también podríamos conseguir embriones, pero sería un camino más largo y, especialmente, más caro”.

Las hembras Nájin y Fatu y dos machos llegaron a Kenia en 2009, procedentes del zoológico de Dvůr Králové. Sin embargo, los machos murieron en 2014 y en 2018, aunque los especialistas lograron guardar el esperma congelado de estos animales. Gracias a ello, sigue existiendo la posibilidad de que los rinocerontes blancos del norte no desaparezcan del todo.

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