Nuevo descubrimiento: el factor Rh determina la resistencia a la enfermedad
El factor Rh determina la resistencia humana contra las enfermedades. Así lo descubrieron científicos checos que pusieron una luz más clara a la existencia de esta proteína integral de la membrana de los glóbulos rojos.
Como suele pasar en el mundo científico, el descubrimiento sucedió por coincidencia. Los expertos checos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Carolina de Praga, que estuvieron investigando la toxoplasmosis y su impacto al rendimiento humano, demostraron que las personas con factor Rh positivo estaban más inmunes a dicho parásito que los Rh negativos.
Científicos convertidos en estadísticos
Tras consultar los datos estadísticos de la Organización Mundial de la Salud, los científicos checos pudieron constatar que esta premisa es válida en la mayoría de las enfermedades y que se puede generalizar, según dijo el jefe del equipo investigador, Jaroslav Flegr.“Al comparar si esto sucede también con otros tipos de enfermedades, resultó que era un fenómeno bastante general. Que las personas con factor Rh negativo son mucho más vulnerables a las enfermedades. En cuanto a los individuos Rh positivos se puso en evidencia que los heterocigotos, o sea los que heredaron de sus progenitores un factor positivo y otro negativo, son mucho más resistentes y caen enfermos con una frecuencia mucho menor”, explicó el experto.
El descubrimiento podría mejorar la diagnosis
Los datos estadísticos están a disposición desde hace muchos años. Pero a los científicos checos se les ocurrió analizarlos en conjunto para sacar dichas conclusiones.
En la práctica, el descubrimiento podría contribuir a diagnosticar mejor algunas enfermedades. Gracias al factor Rh, los médicos podrían ser capaces de optar por el tratamiento más eficaz.“Tarde o temprano estas cosas podrían aprovecharse en la medicina personalizada. Es decir que el tipo de tratamiento y medicamento diferiría según el genotipo del paciente. Pero eso es una cuestión futurista”, dijo el perito.
El descubrimiento checo podría contribuir a aclarar el funcionamiento de los antígenos, que desencadenan la formación de anticuerpos y pueden causar una respuesta inmunitaria.