Nueva política climática checa: ahorros de energía y recursos renovables

Reducir el volumen de los gases de efecto invernadero que emite la República Checa. Este es el objetivo principal de la nueva política de protección del clima del Ministerio de Medio Ambiente. El concepto enfoca ahorros de energía y el uso de recursos renovables y tecnologías limpias.

La República Checa tiene el potencial de reducir anualmente las emisiones de gases de efecto invernadero en 28 millones de toneladas. Así lo destaca la nueva política de protección del clima que fue presentada este jueves por el ministro de Medio Ambiente checo, Ladislav Miko.

“Hay muchas medidas que podemos adoptar para conseguir ese objetivo. Depende de nosotros qué elegimos. Mostramos que en comparación con el año 1990 podemos disminuir las emisiones en un 40 por ciento en 2020. El compromiso internacional será del 20 o del 30 por ciento, dependiendo de las conclusiones de la conferencia climática de Copenhague en diciembre”.

Según el concepto climático checo, es posible bajar las emisiones en 13 millones de toneladas si se aprovechan más los recursos renovables y el gas natural en la producción de electricidad y calor. Otros seis millones de toneladas se pueden ahorrar evitando pérdidas energéticas, lo cual supone el aislamiento térmico de edificios, el uso de aparatos domésticos de bajo consumo de electricidad o la instalación de luces más eficientes.

La estrategia subraya también la importancia de la reforestación y el empleo de procedimientos correctos en la agricultura que impidan la degradación del suelo y por el contrario capten el carbono en el humus.

La nueva política de protección del clima del Ministerio de Medio Ambiente será debatida paralelamente con el nuevo concepto energético nacional, que fue publicado la semana pasada por el Ministerio de Industria y Comercio. Este cuenta con la construcción de nuevas centrales electronucleares y la eliminación de límites para la extracción de lignito en Bohemia del Norte.

El ministro Ladislav Miko está convencido de que no es necesario.

“Es muy importante el debate si nuestra política se orienta a las fuentes locales teniendo en cuenta que tendremos lignito y carbón más caro, lo cual se reflejará en los precios de las energías, o si se orienta en primer lugar a ahorros y recursos renovables calculando que la energía será más barata”.

Miko espera que el Gobierno adopte una postura con respecto a ambos planes aún antes de las elecciones generales, a celebrarse en primavera de 2010.