Amanda Mataija, la croata que ayuda a otros expatriados con su salud mental

Amanda Mataija

Amanda Mataija es croata, pero ya lleva casi nueve años en la República Checa. A lo largo de este tiempo, se ha dedicado a ayudar muchos otros expatriados, y también a checos, a preservar su salud mental.

Hace casi nueve años, Amanda Mataija tomó una decisión que cambió su vida por completo. En 2015, viajó a la República Checa para realizar unas prácticas laborales durante dos meses, un período que la hizo reflexionar sobre una posible mudanza permanente a Praga. La ciudad, el ambiente y la mentalidad, como Amanda explicó, la atrajeron bastante y al final decidió mudarse de su país natal, Croacia, y empezar una nueva vida en Chequia.

Aunque la comida checa no es un gran deleite para su paladar, Amanda contó que le agrada cómo la cultura envuelve toda la ciudad en muchas formas y aspectos.

Amanda Mataija | Foto: Radio Prague International

“Me encantan todas las posibilidades que la cultura trae consigo y cómo esta enriquece la ciudad. Asimismo, me gusta que los checos cuiden tanto de su patrimonio y se esfuercen mucho para preservar la cultura, el arte, el entrenamiento, la belleza y la limpieza. Además, me gusta esta tradición de ir a pasar tiempo en la naturaleza. Este es un aspecto importantísimo de la preservación de la salud mental, pero también forma parte de la cultura y la identidad local”.

Aprender la lengua local es un desafío para muchas personas que se mudan a otro país. Al llegar a la República Checa, Amanda se prometió aprender checo al menos a nivel conversacional para hacerse la vida más fácil. Reconoció también que muchos expatriados en Chequia no aprenden el idioma, lo que, según ella, es una de las principales fuentes de sus frustraciones, ya que así no logran entender por completo la cultura, la mentalidad y la gente. Además, Amanda cree que muchas posibilidades increíbles permanecen cerradas para las personas que no dominan la lengua, por lo menos a nivel básico. Por eso, ella aconseja a todos los que planean quedarse en la República Checa durante un período más prolongado, que aprendan checo a nivel A2 o B1, como mínimo.

En los últimos años, Amanda se ha enfocado en el tema que la apasiona, bienestar mental, y ha ayudado a muchos locales y expatriados como ella a través de la compañía Prague Integration, que fundó en 2020 a raíz de la pandemia de Covid.

“Mi propósito inicial fue tener un pasatiempo que tenga que ver con la integración, la salud mental y el bienestar. Por eso, primero me dediqué a la integración. No obstante, en 2020, mucha gente comenzó a experimentar dificultades también con su salud mental. Por eso, añadimos la parte con los grupos de apoyo, programas de bienestar y, más tarde, sesiones individuales. Ahora, la meta de Prague Integration es proporcionar apoyo constante en distintas áreas de la salud mental para los expatriados en Praga, así como para los locales”.

Amanda Mataija | Foto: Radio Prague International

Amanda relató que muchos jóvenes extranjeros acuden a su compañía con respecto a problemas que enfrentan a diario como la ansiedad, la incapacidad de integrarse o la dificultad de encontrar su identidad. Además, sus servicios también ayudan a parejas con problemas de comunicación o dificultades de criar sus hijos en una cultura diferente.

Amanda admitió que el cambio de país afecta considerablemente la salud mental porque los expatriados se enfrentan a demasiadas cosas nuevas como el idioma, la cultura, el trabajo o la universidad. Otro factor clave es también la separación de la familia y los amigos. Todos estos aspectos acumulados hacen de la integración un proceso lento y complicado, como explicó Amanda.

“Tengo amigos que nunca se sienten en casa aquí. Su casa es Croacia. En mi caso, es lo opuesto, me siento más en casa aquí que en Croacia. Ellos repiten que este no es su hogar, que todo le es muy extranjero y diferente. Pienso que uno debe aceptar las diferencias. Alentaría a la gente a expandir su círculo social, a encontrar un sistema de apoyo a través de sus amigos aquí o sus pasatiempos. Todo esto contribuye a que uno no se sienta solo”.

Amanda también aconseja que las personas dediquen suficiente tiempo a sí mismos.

Amanda concluyó que, en muchos casos, las redes sociales tienen un efecto perjudicial en la salud mental y por eso siempre anima su uso limitado. En su lugar, recomienda que uno pase más tiempo con las personas que le brindan alegría y comodidad y dedicarse a oficios y actividades que permitan sentirse bien.

Autores: Danny Bate , Lora Lúkova
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