"La historia de František Suchý muestra lo mejor que tenemos dentro checos y españoles"
El embajador checo en España, Libor Sečka, tiene muy claro su objetivo de conseguir que el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visiten pronto Praga. Defiende el diplomático que españoles y checos comparten mucho más de lo que creen, dijo a RPI, además de contar cómo Talgo y Škoda no dejan de acercarse para una posible compra o sus planes para colocar en pleno Madrid una merecidísima estatua a un “héroe silencioso” checo que unió para siempre a las dos naciones.
En el Palacio Černín, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, se está celebrando esta semana en Praga el encuentro anual de embajadores checos. Son jornadas de balance y de debates para marcar la estrategia futura de la diplomacia del país.
Libor Sečka, jefe de la misión checa en España desde hace un año, para Radio Praga Internacional abordó la valoración de su gestión de forma poco tradicional.
“Cuando tenemos el encuentro anual, normalmente se subrayan los éxitos, pero a mí me gustaría empezar con las cosas que no han salido bien. Ahí voy a decir que no hemos conseguido la visita de Su Majestad a Praga. Claro, es una tarea muy ambiciosa porque ya son 29 años que esto no ha sucedido. Pero me gustaría que este año, el próximo o el de después, conseguir que se haga. Lo considero como una tarea principal, la más importante de mi misión”.
Como segunda prioridad de su mandato, sitúa, respectivamente la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien sí ha estado en Praga recientemente, pero para la conferencia de países de la OTAN, no en visita bilateral. ¿Por qué son tan importantes estas visitas?
“Me parece es que tenemos que hablar más con los españoles porque estamos en diversas partes de Europa, de la Unión Europea. España está en la misma frontera, digamos, con el mundo de América Latina o el mundo africano o el árabe. Entonces tiene mucha más experiencia en cómo se puede comunicar con ellos, qué preguntas hacen ellos. Nosotros estamos muy al oriente de Europa, tenemos otra experiencia. Eso no significa que uno u otro tiene más razón, eso significa que tenemos que hablar y saber cuáles son las preguntas que vienen del sur cuáles son las preguntas de vienen del este e intercambiar esta información. Eso nos falta un poquito y es el objetivo de que nosotros buscamos”.
Libor Sečka, de hecho, considera que el contacto entre España y Chequia se debe realizar a todos los niveles, no solo de mandatarios, sino también entre artistas y personalidades de la cultura, por ejemplo. También en el deporte. Sečka ya hizo una importante labor diplomática y comunicativa como embajador en el Reino Unido para lo que no dudó en contar con las estrellas checas del West Ham United Vladimír Coufal y Tomáš Souček. En Madrid se le puede ver a menudo en el estadio Metropolitano, en los partidos del Atlético, donde coincide con otras personalidades de la política o la economía española.
Un futuro de alta velocidad checo-española
En este ámbito, precisamente, el económico, se está viviendo un periodo de acercamiento entre gigantes de la locomoción que podría desembocar en una importantísima unión.
“El Gobierno español decidió anular el proceso de la OPA, la oferta hecha por los húngaros para comprar Talgo por motivos de la seguridad nacional y eso abre las puertas, porque tenemos un grupo muy fuerte que es Škoda Group, Škoda Transportation, que está muy interesada en colaborar con Talgo. Talgo tiene déficit de capacidad de producción. Škoda es siete veces mayor que Talgo. Tiene muchas fábricas, tiene muchas posibilidades, así que Talgo podría salir más rápido de sus problemas. Y Škoda completaría la gama de productos que está ofreciendo, porque ellos hacen prácticamente todo, todos los medios de transporte excepto aviones y barcos, pero por tierra le faltan los trenes de alta velocidad”.
Las relaciones ya están muy avanzadas y existe una firme voluntad. No en vano el ministro de Transportes español, Óscar Puente, estuvo hace meses en Praga acompañado de una nutridísima representación de todo el ámbito ferroviario español para encontrarse con su homólogo checo, Martin Kupka, en un seminario sobre la construcción de la línea de alta velocidad en la República Checa.
Pero los lazos en este ámbito se están formando desde hace años, recuerda Sečka, mencionando la compra por parte de Renfe de la empresa privada Leo Express, en la que otra parte fue adquirida por la constructora vasca CAF. En el caso de que llegue a buen puerto la intención de Škoda de adquirir Talgo, se estará creando uno de los principales actores del continente.
“Si eso pasa, si tenemos éxito, podemos crear un campeón europeo en la industria de transporte, algo que es muy importante y que va en la dirección de la autonomía estratégica europea, algo que busca tanto nuestro gobierno como lo hace el Gobierno de España y la Comisión Europea. Tenemos aquí una posibilidad enorme de hacer algo, no solamente para nuestros dos países, sino para toda Europa”.
Sin salir del todo del ámbito económico, el embajador Sečka destaca que este año se han realizado en Madrid por primera vez en 20 años las Jornadas Checo-Españolas, a razón de una actividad diaria durante diez días. Hubo un seminario sobre la UE con el ministro de Asuntos Europeos checo, Martin Dvořák y el ministro de Asuntos Exteriores español Albares. También se celebró otro de cooperación militar, que en los últimos años se ha intensificado por culpa de la invasión de Ucrania y ahora es muy estrecha, dice el embajador. Además, se celebró otro seminario de empresarios y otro más de médicos tras el que se cerró una colaboración concreta entre el Hospital de Motol de Praga y el Gregorio Marañón de Madrid. Y, por supuesto, muchas actividades culturales, un ambiente en el que Sečka está también muy involucrado, especialmente en el de la pintura.
Espera que se sigan haciendo estas jornadas cada dos años en Madrid, pero también en Praga.
El legado aún por conocer (y reconocer) de František Suchý, un “héroe silencioso”
Pero a Sečka también le gustaría dejar algo en Madrid tangible y permanente que hable de la relación entre checos y españoles. El 80 aniversario del fin del fin de la Segunda Guerra Mundial en 2025 le parece una oportunidad única gracias a una personalidad que, curiosamente, es casi tan desconocida en España como en Chequia. Por ahora.
“Ya no es secreto que se ha descubierto una historia que tiene un fuerte simbolismo, es la historia de František Suchý y de los españoles que fueron asesinados en el campo de concentración de Hradištko, cuyos restos fueron salvados por este héroe silencioso. Y se está haciendo una película ahora en España, un documental (que se llamará Popel) en coproducción de cuatro televisiones: la Televisión Checa, la televisión vasca ETB, Televisión Española y la francoalemana Arte. Se espera que quizás el estreno sea en el Festival de San Sebastián, ya veremos. Pero tendremos aquí una fuerte historia que nos une, que va a mostrar que los checos y los españoles respetan los valores, que tienen un profundo humanismo. Es una historia que deja atrás la ideología, que muestra lo mejor que tenemos dentro checos y españoles”.
František Suchý padre, director del crematorio de Strašnice de Praga durante la Segunda Guerra Mundial, y František Suchý hijo se jugaron la vida durante la ocupación nazi para que las cenizas de los ejecutados por motivos políticos, no desaparecieran ni cayeran en el olvido, como eran las órdenes recibidas. Consiguieron esconder las cenizas verdaderas de unas dos mil personas que lucharon contra el fascismo, tanto checos como de toda Europa, y registrar sus nombres. Una investigación particular llevada a cabo desde España descubrió en esta misma década los nombres de siete españoles. Sin que sus familiares supieran nada, sus restos habían sido conservados y hasta honrados durante casi ocho décadas en Praga.
Libor Sečka cree que František Suchý es esa personalidad ideal para simbolizar la unión de checos y españoles.
“El proyecto es crear una estatua de bronce de František Suchý e instalarla en Madrid. Yo he empezado a dar los primeros pasos con el Ayuntamiento de Madrid. En Madrid tenemos el puente de Praga. Es una de las pocas cosas simbólicas que nos une, y es una zona recién remodelada en el río Manzanares. Así que quizá ahí se puede instalar lo que sería un símbolo muy fuerte de la relación checo-española. Yo espero que más temprano o más tarde lo consigamos, un lugar simbólico en Madrid donde los políticos checos pueden venir con los españoles”.
Y no le cabe duda a Sečka de que así se conseguiría una visita de la misma relevancia de las que comenzó hablando en esta entrevista, pero no a Praga, sino una visita a Madrid del más alto nivel.
“Si vamos bien con la estatua de František Suchý, aquí me atrevo a decir que nuestro presidente (Petr Pavel) va a venir para para inaugurarla. Voy a hablar con la Oficina del Presidente la semana próxima, vamos a tratar las posibilidades, pero en general tengo la información que nuestro presidente tiene mucho interés en visitar España”.
Todo ello, para conseguir una especie de reencuentro, dice Sečka. Ya que no se producen este tipo de visitas desde hace demasiado.
“Tenemos 20 años sin visitas bilaterales a este nivel. Son los 20 años desde que hemos entrado en la Unión Europea. Podemos decir que el hecho de que hemos entrado y colaboramos dentro de la UE nos ha robado la línea bilateral. Es paradójico, pero es así. Los políticos se conocen ahora menos que antes, los partidos políticos no tienen ninguna comunicación. Son como dos naves que van en distintas direcciones, ahora tenemos que cambiar el rumbo de las naves”.
Y para terminar, ahora sí, con alguno de sus logros, destaca por ejemplo Sečka que tras un encuentro con el poeta Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, en la fachada de la sede central de la institución, en plena Gran Vía madrileña, ha estado colgado un espectacular retrato gigantesco de Franz Kafka por el centenario de su muerte.
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