Vítězslava Kaprálová, una grandiosa compositora y directora de cuyo talento privó al mundo una prematura muerte
Vítězslava Kaprálová fue la primera compositora y directora de orquesta checa. Tenía un talento extraordinario y se ganó rápidamente un gran reconocimiento en su país y el extranjero. Pero el destino no tuvo piedad con ella. A sus 25 años sucumbió a la tuberculosis.
Vítězslava Kaprálová nació en enero de 1915 en la ciudad de Brno, en la familia de la cantante Viktorie Kaprálová y el compositor y pianista Václav Kaprál, alumno del famoso compositor Leoš Janáček. Kaprál fue también profesor del Conservatorio de Brno y su esposa daba clases de música.
Desde niña, Vítězslava estuvo rodeada de música, pero enfermaba con frecuencia. Además, sus padres, que siempre tenían mucho trabajo, la dejaban sola en casa y a veces se les olvidaba prepararle comida. Solían enviarla mejor a sanatorios, donde cuidaban de ella especialistas. Esto, no obstante, no impidió a Vítězslava dedicarse a la música.
Aunque era de pequeña estatura ya de adulta, su talento musical era inmenso y llegaría a ser una de las grandes figuras de la música checa del siglo XX. Sus composiciones fueron interpretadas con éxito tanto en Brno y Praga como en otras ciudades europeas como París y Londres.
Su primera obra, que tituló ‘En el reino de los mitos’ (V říši bájí), Kaprálová la compuso a sus nueve años y un año después compuso otra obra musical que tituló ‘Después de la Batalla de la Montaña Blanca’ (Po bitvě bělohorské), que a través de la música narra la historia nacional.
A sus 15 años Kaprálová ingresó en el Conservatorio de Brno, ya que quería estudiar composición y dirección de orquesta. Los exámenes de ingreso tuvo que presentarlos en secreto, porque su padre se oponía insistentemente a que estudiara música, porque, según él, no era una profesión para mujeres. En su curso era la única mujer, pero fue la única que finalizó los estudios en el Conservatorio. Su concierto de graduación, celebrado en Brno el 17 de junio de 1935, lo elogiaron todos los periódicos. Fue la primera vez que una mujer se presentaba ante el público tras el atril cuando Vítezslava Kaprálová dirigió la primera parte de su concierto para piano.
Kaprálová prosiguió sus estudios en Praga, donde la composición era enseñada por el compositor Vítezslav Novák y la dirección por el renombrado director de orquesta Václav Talich. Allí se fue formando su futuro estilo musical basado en la canción popular morava. Kaprálová se ganó las simpatías de sus profesores, pero se quejaba frecuentemente de que éstos la obligaban a recomponer sus piezas.
Los estudios los finalizó en 1937 con la presentación bajo su propia dirección de su composición ‘La Sinfonietta Militar’ (Vojenská symfonieta) interpretada por la Orquesta Filarmónica Checa en el Palacio Lucerna de Praga.
Esta composición fue la que más fama le trajo a Vítězslava Kaprálová e incluso en 1938 fue invitada a Londres para presentarla en el Festival organizado por la Sociedad Internacional de Música Contemporánea. Kaprálová tuvo allí la posibilidad de dirigir la obra, interpretada por la Orquesta de la BBC. Con solo 23 años de edad, Kaprálová fue entonces la directora de orquesta de menor edad del festival.
En abril de 1937 Kaprálová conoció al destacado compositor checo Bohuslav Martinů, quien la convenció a que siguiera estudiando composición y dirección musical en París. Martinů se ofreció luego a enseñarle composición él mismo y ella aceptó. Bajo su dirección, Kaprálová compuso una de sus obras más destacadas, la Partitura para Orquesta de Cuerda y Piano, de estilo neoclasicista.
La relación profesional entre Kaprálová y Martinů fue convirtiéndose poco a poco en una relación amorosa a pesar de la gran diferencia de edad entre los dos. Martinů era 24 años mayor que Kaprálová y, además, estaba casado. Esta relación duró algún tiempo, pero luego se acabó.
En verano de 1938, fue la última vez que Kaprálová visitó su patria. Después de la ocupación de Checoslovaquia por los nazis y la creación del Protectorado de Bohemia y Moravia, a Kaprálová le fue imposible volver a su país. A modo de despedida de Praga compuso la canción ‘Adiós y un Pañuelo’ (Sbohem a šáteček), sobre un texto del poeta Vítězslav Nezval.
En París surgió una de las piezas más originales de Kaprálová, ‘Variaciones sobre las campanillas de la iglesia de Saint-Etienne du Mont. Para la Navidad de 1939 Kaprálová compuso también un Preludio de Navidad, para las transmisiones en checo de la Radio Francesa.
En abril de 1940, Vítězslava Kaprálová se casó con el escritor Jiří Mucha, hijo del famoso pintor checo Alfons Mucha, quienes también vivían en Francia. Pero para ese entonces el estado de salud de Kaprálová ya había empeorado mucho. Dos meses más tarde, el matrimonio tuvo que abandonar París por la invasión de las tropas nazis. El joven matrimonio se radicó en Montpellier, al sur de Francia, donde a Kaprálová le fue diagnosticada tuberculosis y fue ingresada. El 16 de junio de 1940 Vítězslava Kaprálová falleció a causa de esa enfermedad, con tan sólo 25 años de edad.
El historiador musical Howard Hartog escribió que estaba seguro de que si Kaprálová hubiera vivido más tiempo llegaría a ser una de las mejores compositoras de Europa.
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