Jane Goodall: “Reto a cualquiera que diga que los gorilas no son felices en un zoo como el de Praga”
La legendaria primatóloga visitó el zoo de Praga para bautizar al último gorila nacido en la capital checa. Entre cientos de admiradores, también presentó la traducción al checo de su libro para niños Pangolina, que ha escrito para que sean las nuevas generaciones en Asia y África quienes paren su exterminio.
Era la tercera vez que la importantísima y no menos carismática científica británica Jane Goodall visitaba Praga, cuya inagotable energía a sus 90 años de edad la mantiene en constante movimiento por todo el mundo para hacer lo que más le importa: compartir su amor por los animales y mentalizar al mayor número de personas sobre la importancia del respeto a la naturaleza y la conservación de las especies.
Pero esta visita ha sido muy especial. Tras un acto el viernes en la Facultad de Ciencias de la Vida (ČZU) para el que hubo que poner pantallas gigantes en el exterior por la cantidad de interesados y en la que terminó incluso bailando, llegó al zoo el sábado para bautizar al segundo gorila nacido este año en Praga. Los responsables del parque guardaron en absoluto secreto también el sexo de la cría para que todo se desvelara con Jane Goodall. Esta rechazó todas las propuestas de nombres que le hicieron para elegir finalmente Gaia, ya que es una hembra. Gaia, que quiere decir Madre Tierra en griego, habla de la importancia para nosotros de acercarnos a la naturaleza, dijo, pero además contó que tiene un significado especial para ella relacionado con sus primeras investigaciones con chimpancés en Tanzania en la década de los 60.
Goodall alabó las nuevas instalaciones para gorilas del zoo de Praga, la Reserva Dja, que ha podido ver por primera vez.
“Quiero decir que estoy encantada de volver al zoo de Praga y ver este nuevo y hermoso recinto para gorilas. Hay tanta gente por ahí que dice que los gorilas deberían volver a la naturaleza. Reto a cualquiera que me diga que estos gorilas no son felices aquí donde están. Si ustedes hubieran estado donde yo estuve en África y hubieran visto la terrible imagen de una cabeza de gorila siendo vendida”.
Dice Goodall que solo ha conseguido ver gorilas en libertad en África una vez en su vida y que precisamente los zoos desempeñan ahora una labor indispensable para su conservación.
Jane Goodall es un personaje histórico que hizo que el mundo entero viera a los chimpancés con otros ojos. Fue la primera en descubrir que estos, la especie genéticamente más cercana al ser humano, eran capaces de fabricar y usar herramientas, algo que hasta entonces se consideraba exclusivo de las personas.
La ternura de los pangolines
Pero su preocupación por el futuro de las especies va mucho más allá de los primates y ahora una de sus principales batallas la está librando en defensa de los pangolines, explicó.
“Los pangolines, que mucha gente ni siquiera sabe qué aspecto tienen, son el animal con el que más se trafica en el mundo y, sin embargo, son unas pequeñas criaturas tan encantadoras, como la familia de pangolines que he conocido aquí en el zoo”.
Goodall se refería a la de la pequeña Šiška, la hembra nacida en Praga el año pasado, la primera de los delicados pangolines que se ha conseguido criar en cautividad en Europa, por lo que la presentación del libro Pangolina en Praga tenía un sentido especial.
Goodall describió con auténtico deleite cómo son de graciosos los pangolines, a los que solo ha visto una vez en la naturaleza porque son de hábitos nocturnos, dijo, o lo larga y pegajosa lengua que tienen para poder meterla en los hormigueros y alimentarse.
Luego, sin embargo, contó las razones por las que son cazados y vendidos: por la falsa creencia de que sus escamas tienen algún poder medicinal, o por su carne, muy apreciada en algunos lugares. La obra para niños Pangolina, ilustrada por la artista china Daishu Ma, ha sido hecha para un público muy particular, dijo.
“Son los jóvenes, no solo de aquí, también de Asia, quienes van a ayudar a detener esta horrible matanza de pangolines. Por eso escribí el libro. Este en particular ha sido hecho para el mercado chino y asiático. Pero voy a trabajar en otro para los niños africanos porque en África viven muchos pangolines. Estoy muy feliz de que este libro esté traducido al checo y espero que se venda muy bien y que el dinero ayude al zoológico. Eso espero”.
Para comenzar la venta, improvisó una subasta del ejemplar que bautizó con unas gotas de champán y por el que una admiradora terminó pagando 1200 euros.
“Si lo dice Jane, es que estamos haciendo las cosas bien”
Según Filip Mašek, portavoz del zoo de Praga, la visita y las palabras hacia la institución y las instalaciones para los gorilas por parte de Jane Goodall, son la demostración de que están haciendo las cosas bien. Y los resultados saltan a la vista, dice Mašek.
“Abrimos este pabellón en septiembre de 2022 y ahora tenemos dos bebés gorilas, dos bebés nacidos este año. El primero nació en enero de la hembra Duni, y ahora tenemos la segunda, nacida de Kijivu. Es una cosa bastante rara tener dos bebés de gorila en el mismo año en un zoológico, es una cosa de relevancia mundial”.
Por cierto que la noticia de que Gaia sea hembra es muy buena desde el punto de vista genético y es algo que se celebra en todo el continente, ya que la cría en cautividad de gorilas es algo que se coordina concienzudamente a nivel europeo.
La colaboración entre el zoo de Praga y Jane Goodall va mucho más allá de buenas palabras y llega hasta África. En Camerún, han logrado conectar el proyecto del Autobús Ambulante del parque zoológico de la capital checa con el proyecto Roots and Shoots de la científica británica, dice Filip Mašek.
“A Jane Goodall le gusta mucho el proyecto que tenemos en Camerún porque educamos a la gente que vive ahí para que no ataquen a los gorilas, para que no se los coman. Es algo educativo y muy importante para ella. Jane apoya estos proyectos que conectan la naturaleza y el mundo de los humanos”.
Desde el zoo de Praga, donde estuvo firmando durante una hora ejemplares de Pangolina para que nadie se quedara sin su autógrafo, Jane Goodall, que cumplió 90 años en abril, salió directamente hacia el zoo de Bratislava, y desde allí partirá sin demora a Australia. No ha pasado más de tres semanas en un mismo lugar en las tres últimas décadas con la excepción de la pandemia del COVID, aseguran desde el Zoo de Praga, quienes también deslizan que no tardará en regresar a Chequia.