Jana Hudečková: “Me pone muy contenta que mi podcast sea tan escuchado”
Al ver un anuncio de una escuela de idiomas solicitando una profesora de checo decidió postularse. Desde entonces, pasaron dieciséis años y Jana Hudečková continúa dando clases en ese mismo sitio, aunque sumó también un exitoso podcast que hoy siguen oyentes de buena parte del mundo.
“El podcast se difunde por sí mismo porque no hago ninguna publicidad y me sorprende el número de oyentes”.
Jana Hudečková
A mediados del año 2008, Jana Hudečková aún estaba estudiando en la facultad y a punto de empezar unas vacaciones para las que no tenía ningún plan. De casualidad, encontró un anuncio de una escuela de idiomas solicitando una profesora de checo para esos meses de verano y, siguiendo su intuición, decidió postularse. Al parecer no se equivocó: todavía sigue dando clases en ese mismo lugar, aunque también ofrece algunos cursos particulares.
“En esa escuela de idiomas en la que trabajo empezamos desde cero y llegamos hasta el nivel B2. Es un curso de un año pensado para quienes quieren estudiar en universidades checas, así que es un programa intensivo. Cuando enseño de forma individual, el espectro es muy amplio y las nacionalidades suelen ser de los países de la ex Unión Soviética: rusos, ucranianos, gente de Kazajistán, Kirguistán y, a veces, de Azerbaiyán. De ahí viene la mayoría”
LEA TAMBIÉN
Explica Jana Hudečková que si bien los estudiantes de esas nacionalidades suelen tener menos dificultades con el checo que, por ejemplo, los hispanohablantes o los ingleses, el riesgo que corren en su opinión es confiarse demasiado y no corregir sus errores porque se dan cuenta de que los checos les entienden. Los cursos que da la escuela en la que trabaja ofrecen entre cuatro y cinco horas diarias de checo y utilizan la serie de libros Čeština pro cizince porque cubren todos los niveles y, en su opinión, resultan muy útiles para preparar los exámenes de ingreso. De todas formas, ella recomienda también los libros de la prestigiosa autora Lída Holá porque además ofrecen mucho material gratuito en línea que permite que los estudiantes sigan practicando después de clase.
El momento del podcast
Hacía mucho que Jana Hudečková venía pensando en la idea de realizar un podcast para complementar sus clases, pero terminó de decidirse a raíz del Covid. De un día para el otro, las escuelas cerraron sus puertas y, de repente, se encontraron con un contexto en el que montones de estudiantes no podían ir a clase y necesitaban con urgencia material para no perder contacto con el idioma.
“Y empecé con la serie B2 porque nuestros estudiantes estaban a punto de hacer sus exámenes finales en ese nivel, así que decidí trabajar un tema de conversación en cada episodio que servía de ayuda a nuestros estudiantes y luego decidí seguir adelante”.
Desde entonces, su podcast Učíme se česky ha superado los cien episodios y si bien había empezado con una frecuencia de tres veces por mes, luego se dio cuenta de que el ritmo ideal era de dos veces por mes para no llegar con la lengua afuera: en general graba un episodio a mediados de cada mes y otro el último día. Con una voz muy agradable y amena y una serie de tópicos tan variados como las vacaciones, la familia o los pasatiempos, su podcast tiene la gran virtud de equilibrar un buen plan con ciertos toques de espontaneidad, lo cual hizo que se volviera conocido más allá del círculo de sus estudiantes.
“Y eso me sorprendió porque, por supuesto, el podcast se difunde por sí mismo, ya que no hago ninguna publicidad, y me sorprendió el número de oyentes que no tienen nada que ver con nuestros estudiantes ni con la escuela de idiomas. Me sorprende que el podcast lo esté escuchando tanta gente y, por supuesto, me pone muy contenta”.
Un plan con toques espontáneos
Confirma Jana Hudečková que para cada episodio siempre escribe una especie de guion y calcula que una página y media de texto suele rendirle entre siete y ocho minutos del podcast. Si bien suele leer esos apuntes, asegura que se esfuerza mucho en no hacerlo en modo mecánico, sino tratando de transmitir cierta emoción, aunque asegura que necesita tener ese texto de referencia porque, por el contrario, se puede pasar hablando dos horas sin parar. Por otro lado, reconoce que siempre suele hacer algunos cambios mientras lee y hasta se permite también improvisar un poco de acuerdo al humor que tenga en ese momento.
“Intento hablar claro para que se me entienda, trato de hablar un poco más lento de lo habitual”.
Jana Hudečková
“Siempre se me ocurre un tema y me quedo con él durante un tiempo pero luego pruebo otra cosa. La mayoría de esos podcasts son para ayudar a nuestros estudiantes en sus exámenes de ingreso, pero creo que pueden ayudar a muchas otras personas porque los temas son similares o incluso los mismos en todas partes, así que no hay tanta diferencia. También suelo hablar un poco de mi vida. Pienso que esa es una buena estrategia porque mientras esté viva, voy a tener temas para mi podcast”.
Otro aspecto interesante y hasta curioso del podcast Učíme se česky es que cada uno de sus episodios indican el nivel de idioma que deberían tener los oyentes para no sentirse tan perdidos, aun cuando ella misma aclara que esa referencia es bastante aproximada.
“Es cierto que hay episodios más sencillos en los que la información suele repetirse varias veces de diferentes maneras para que el oyente no tenga problemas de entender de qué se trata. Y en los episodios para B1 o sobre todo B2 ya no repito tanto y simplemente hablo. Intento hablar claro para que se me entienda, trato de hablar un poco más lento de lo habitual y, a veces, sí explico algo, por ejemplo, si estoy hablando de cosas que no son familiares para los oyentes. Sin embargo, no deberían tomarse como indicadores tan exactos”.
Aunque quizás no se trate de un formato tan novedoso, es indudable que, en los últimos tiempos, el podcast ha empezado a instalarse cada vez con más fuerza por su simplicidad y múltiples posibilidades, tal como demuestra la gran cantidad de podcast que hoy están disponibles para facilitar el aprendizaje del checo. Lo cierto es que la sorpresa que le genera a Jana Hudečková tener oyentes de buena parte del mundo se incrementó aún más el día que estaba en un bar hablando del podcast y, de repente, se acercó a saludarla un chico de otra mesa que era mexicano y se presentó como un fiel oyente.
“Estábamos allá con toda mi familia así que todos nos miramos sorprendidos y fue guay, muy guay. Como solo es audio, el único problema que tiene el podcast es si te enfermas y pierdes la voz o algo así, pero por suerte eso no me pasa muy a menudo. La ventaja es que puedes grabarlo hasta con una toalla en la cabeza. A lo sumo puede pasar que, a veces, el gato empiece a gritar o se escuche a los vecinos correr por el pasillo. En esos casos tengo que esperar un poco, pero no llega a ser en sí un problema”.
Por el momento, Učíme se česky cuenta exactamente con 112 episodios que pueden escucharse en distintas plataformas como Spotify, y Jana Hudečková tiene toda la intención de que sean muchos más. Si bien lo hace completamente sola, cuenta que su marido la ayuda a editar algunos episodios, aunque el precio es que él suele burlarse de sus errores.