El Gobierno destinará 1223 millones de euros para ayudar a las grandes empresas a pagar la energía
El Gobierno aprobó su plan de ayuda para las empresas de mayor gasto energético. Unas 8000 compañías deberían aprovecharse de la medida para la que se destinarán 1223 millones de euros. Una cantidad similar ayudará a pequeñas y medianas empresas. El sector no ve claro el sistema de ayudas ni está seguro de que sean suficientes.
A comienzos de esta semana el Gobierno anunció su plan de ayuda para familias y autónomos ante el fulgurante aumento de los precios de la electricidad y el gas que ha supuesto la guerra en Ucrania. Y este miércoles le llegó el turno a las grandes empresas, las principales consumidoras de energía. El primer ministro, Petr Fiala, anunció el plan para el que se destinarán algo más de 1223 millones de euros. Las 8000 empresas que se espera que se acojan al plan, empezarán a beneficiarse desde el 1 de noviembre.
El ministro de Industria y Comercio, Jozef Síkela, especificó las cuantías máximas que podrá solicitar cada empresa y los sectores para los que está pensada.
“Para las empresas de mayor exigencia energética la ayuda será de hasta 8 155 000 euros, y para las restantes de hasta 1 835 000 euros. Podrán pedir esta ayuda empresas agrícolas, de silvicultura, mineras o siderúrgicas y de procesamiento”.
El plan se basa en el conocido como Marco Temporal de crisis de la Unión Europea en reacción a las consecuencias de la guerra en Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia.
Otros 1223 millones para la pequeña y mediana empresa
En el caso de las pequeñas y medianas empresas, sin tener en cuenta el volumen de su gasto energético, estas también podrán aprovecharse de otros 1223 millones de euros, según el mecanismo presentado por el primero ministro Fiala.
“Por la actual propuesta podrán aprovechar la ayuda para cubrir hasta el 80% de su gasto en los últimos cinco años. Nosotros vamos a implementar esta medida en la República Checa inmediatamente después de que el Consejo de la Unión Europea lo apruebe el 30 de septiembre”.
El Gobierno no ha establecido un precio máximo de la energía para las empresas igual que hizo para los hogares y los autónomos, dado que la legislación de la Unión Europa lo impide. Sin embargo, ese punto ha centrado las críticas de la oposición. El exministro de Industria Karel Havlíček, del movimiento ANO, lamentó que las empresas tengan que seguir funcionando sin saber a qué precio tendrán que pagar la energía y soportar la incertidumbre que eso conlleva. En los mismos términos se expresó el presidente de la Cámara de Comercio, Vladimír Dlouhý, aunque este reconoció que un precio máximo de la energía para las grandes empresas supondría un mayor endeudamiento para el Estado, lo que resultaría en que terminarían pagándolo también los grupos de menores recursos de la sociedad.
El vicepresidente de la Unión de Industria y Transporte, Radek Špicar, dijo para la Radio Checa no ver claro ni el formato ni la cuantía de las ayudas.
“Tenemos un poco de miedo de que las propias medidas, según las ha diseñado la Comisión Europea, o los plazos establecidos, puede significar que las empresas no tendrán tiempo suficiente para solicitar las ayudas o que estas no serán suficientes”.
Pero si algo lamenta sobre todo la industria es que las ayudas no hayan llegado antes, ya que llevan meses comprando la energía en bolsa a precios desorbitados.