El gobierno pone tope al precio de la electricidad y el gas

El Gobierno de Petr Fiala anunció el esperado tope a los precios de la energía para los pequeños consumidores, tanto hogares como pequeños empresarios, aunque también instituciones públicas. La medida se verá reflejada en la factura a partir de noviembre.

En las últimas semanas han circulado por medios de comunicación y redes sociales gráficos comparativos del precio de la electricidad en Europa durante el pasado mes de julio, en los que el kilovatio hora en Chequia era claramente el más caro de todo el continente. Sin embargo, Chequia es de los mayores exportadores de electricidad del mundo. Mientras en Bratislava se pagó en ese mes la mitad que en Praga por poner la televisión o cargar el móvil, en otras capitales como Oslo o Berna, se pagaba incluso cuatro veces menos que en la capital checa.

Petr Fiala | Foto: Oficina del Gobierno Checo

El Gobierno viene desde hace meses buscando la fórmula de poner límite a esta situación que, en buena parte, está incluso detrás de la multitudinaria manifestación contra el Gobierno en la Plaza Venceslao de hace dos fines de semana. Mientras sigue anunciando un impuesto a las ganancias extraordinarias de las compañías energéticas y bancos que no termina de concretar, lo que sí anunció este lunes el primer ministro, Petr Fiala, es un precio límite de la energía.

“Establecemos un precio máximo al precio que pueden cobrar los productores de electricidad a 0,24 euros y de gas a 0,12 euros por kilovatio hora, IVA incluido. La medida se aplicará tanto a los hogares como a autónomos y empresarios considerados pequeños clientes”.

El ministro del Interior, Vít Rakušan, explicó que el precio final que pagarán los hogares, una vez sumados los precios de distribución que cobre cada minorista, se moverán entre 0,29 euros y 0,37 euros por kilovatio hora.

Vít Rakušan | Foto: Oficina del Gobierno Checo

Según el ministro del Interior, era imprescindible que el Gobierno tomara cartas en el asunto.

“El precio al que los productores venden la energía ha subido prácticamente un 100% cada año. Y en el año 2023 realmente corremos el peligro de que llegue a cobrarse 0,49 euros por kilovatio hora, o puede que más. Son precios con el potencial de causar un colapso social, que pueden causar pobreza real a grandes capas de la sociedad. Y todo ello en el entorno de la guerra de Putin, de la guerra híbrida, energética, en el que cualquier gobierno responsable tiene que salir a evitarlo”.

Rakušan defendió que los hogares que usan la electricidad incluso para calentar la casa, pueden ahorrar gracias a la medida hasta 4500 euros al año.

Las instituciones públicas podrán adquirir la energía también bajo estas condiciones, explicó el ministro de Desarrollo Local, Ivan Bartoš.

Zbyněk Stanjura | Foto: Michaela Danelová,  Český rozhlas

Por su parte, el ministro de Finanzas, Zbyněk Stanjura, calculó el efecto de la medida para el presupuesto del Estado en casi 5300 millones de euros como máximo, que intentará tomar de los ingresos de todas las empresas del Estado, de los permisos de emisiones y el ya mencionado impuesto sobre ganancias extraordinarias.

La oposición parlamentaria del Gobierno, el movimiento ANO y el partido Libertad y Democracia Directa (SPD), reaccionó a la medida declarando que llega tarde y que los topes establecidos son demasiado altos y, por tanto, insuficientes.

Tras poner tope al precio de la energía para los pequeños clientes, queda ahora saber qué pasará con los grandes, la industria. Al parecer, será este miércoles cuando se conozca la fórmula definitiva que ha preparado el Gobierno.