El alza de precios golpea al sector alimentario y obliga al Gobierno a mover ficha
El ejecutivo comenzó a monitorear los precios de ciertos alimentos seleccionados como reacción al alza de precios, una medida por la que ya apostó en materia energética recientemente.
El alza imparable de precios es ya un fenómeno que afecta a todos los frentes. Si bien el asunto energético es el que más titulares ha acaparado a este respecto, otros sectores también están siendo golpeados por esta crisis.
Un buen ejemplo es el de la agricultura, hasta el punto de que el Gobierno ha comenzado a monitorear los precios de ciertos productos para evitar que los comerciantes aumenten sus márgenes de forma artificial.
“Sí, tenemos un ambiente de libre mercado, pero no es posible que los agricultores sean exprimidos de esta manera, que vendan a precios que ni siquiera cubren sus costos, mientras que otros tienen márgenes desproporcionadamente altos”, afirmó el ministro de Agricultura, Zdeněk Nekula.
El propio ministro Nekula anunció que se reuniría esta misma semana con representantes de todos los colectivos: agricultores, productores y comerciantes. El objetivo es sentar las bases para que los márgenes y las cifras de todos los elementos de la cadena de suministros sean justas.
La Oficina para la Protección de la Competencia (ÚOHS), de la mano del Ministerio de Agricultura, será la encargada realizar el seguimiento de los precios de, entre otros productos, la carne de cerdo, la carne de ave, la mantequilla y el pan.
El Ministerio resaltó, por ejemplo, el caso de la carne de cerdo, donde se aprecia un aumento significativo de su precio en las tiendas mientras que los productores no han visto aumentar sus márgenes.
Se desconoce cuál será exactamente la fórmula que emplee el ejecutivo para este seguimiento o qué medidas concretas se prevén en caso de detectarse márgenes desproporcionados, pero sí que su duración sería de aproximadamente tres meses.
El ministro también hizo referencia al seguimiento en el precio de la gasolina y el diésel, una medida impulsada por el propio ejecutivo checo en respuesta a la crisis energética.
Así, el Gobierno parece decidido a replicar este modelo en un sector alimentario que, junto con el energético, amenaza con ejercer cada vez más presión sobre los hogares y los bolsillos checos.
Por su parte, Jan Doležal, presidente de la Cámara Agraria, valoró positivamente esta medida y recordó la importancia de proteger a todas las partes de la cadena de suministro.
"Hemos estado señalando durante mucho tiempo que el consumidor debería tener derecho a saber cuánto recibió el proveedor, el agricultor o el tendero", afirmó.