El Sparta cierra su estadio a los autores de los insultos racistas a Tchouaméni
El Sparta de Praga ha tomado cartas contra el racismo en sus gradas. Tras identificar a quienes insultaron al jugador francés del Mónaco Aurélien Tchouaméni, ha anunciado que estos no podrán regresar al estadio de Letná y los ha denunciado a la Policía. Los insultos racistas podrían acarrear para el Sparta una sanción por parte de la UEFA.
A través de su página web, el Sparta de Praga ha querido dejar clara su posición frente al racismo este lunes. Revisando la grabación de las cámaras de seguridad, ha identificado a los radicales que profirieron insultos racistas contra Tchouaméni y no se lo pasará por alto, ya que estos no podrán volver al estadio a ver a su equipo y además serán investigados por la Policía.
Corría el minuto 37 de partido en la ida de la tercera ronda de clasificación para la Liga de Campeones hace una semana cuando el defensa del Mónaco Aurélien Tchouaméni cabeceaba de manera impecable un córner a la red y adelantaba al equipo visitante, gran favorito de la eliminatoria. En su celebración, el joven jugador francés fue el objetivo de una lluvia de vasos de plástico procedentes de la grada que alberga a los hinchas más radicales del Sparta, que no ahorraron insultos racistas o gritos imitando los sonidos que hacen los monos.
Durante tres minutos el partido hubo de ser detenido, con todo el Mónaco, incluido el banquillo, advirtiendo al árbitro de lo sucedido y planteándose abandonar el terreno de juego.
El entrenador del Mónaco, el exfutbolista croata Niko Kovač, lamentó lo sucedido tras el choque.
“Todos estamos tristes y frustrados de que en el siglo XXI suceda esto en el mundo. Me gustaría que se acabara porque en el fútbol somos todos iguales. Estoy orgulloso de la reacción de mis jugadores, aunque algunos estaban realmente enfadados, frustrados y tristes. Pero conseguí convencerlos de que estábamos aquí para jugar al fútbol”.
Desde la megafonía se amenazó con detener el partido si los insultos racistas no cesaban y los jugadores del Sparta no se acercaron a agradecer el apoyo a esa grada tras el choque, como suele ser habitual. Sí lo hizo el capitán del Sparta, Bořek Dočkal, para pedir sentido común a esa tribuna en particular, conocida como “la caldera”.
La UEFA tomó nota de lo sucedido y su comisión disciplinaria abrió un procedimiento contra el club praguense, que, además de una multa económica, podría enfrentarse a un cierre parcial o total de su campo.
Las consecuencias económicas para el equipo de Letná podrían ir más allá, ya que el sponsor principal del Sparta para las competiciones europeas, el operador de telefonía móvil T-Mobile, pidió una reunión con los responsables del club y una investigación, tras la que se deberían tomar “medidas concretas”, dijeron desde la empresa.
Pero para el Sparta llueve sobre mojado. Hace tan solo unas semanas se producía un capítulo muy parecido contra el jugador también francés del Sigma Olomouc Florent Poulolo, por el que el Sparta tendrá que pagar una multa de algo menos de 4000 euros y podría llegar a sufrir el cierre de parte de su estadio si se repiten insultos racistas en los próximos cuatro partidos de la liga nacional.
En el pasado el Sparta ya ha tenido que enfrentarse a sanciones de este tipo por la misma razón. En la temporada 2016/17, tras un encuentro contra el Inter de Milán en la Europa League, tuvo que cerrar partes de su campo para el siguiente choque de la competición. Más incidentes en Milán provocaron que tuvieran que viajar a otro encuentro sin seguidores.
En 2018, la UEFA volvió a aplicar sanciones similares al Sparta por el comportamiento de algunos de sus hinchas y, además de cierres, tuvo que pagar una multa de 50 000 euros.
A todo esto, el equipo de Praga vuelve a enfrentarse al Mónaco este martes en el partido de vuelta de la eliminatoria en el Principado. Lo hace después de perder dos batallas en el encuentro de ida: la futbolística, por 0-2, y la del racismo.