Pavel Dostal: “El covid nos enseña a valorar más nuestro entorno porque la naturaleza no entra en cuarentena”
Director de la compañía de techos verdes GreenVille, Pavel Dostal tiene una vasta experiencia en temas de ecología. En esta entrevista, explica en qué situación se encuentra Chequia frente a la amenaza mundial del cambio climático y cómo hacer para convertir esta larga pandemia en una lección sostenible en el tiempo.
Pavel Dostal es un emprendedor con amplia experiencia en temas de ecología. Representa a toda una generación de jóvenes innovadores que parecen ver más allá de la coyuntura. Director de GreenVille, una empresa familiar que se fundó hace nueve años y se dedica al diseño, instalación y mantenimiento de techos verdes, advierte que, si no se empieza a actuar con decisión respecto al cambio climático y la pérdida de biodiversidad, nuestro entorno puede empezar a derrumbarse afectando, en poco tiempo, a toda la población.
“Podemos imaginarlo como un péndulo: si lo mueves de manera correcta todo está bien, pero en la actualidad lo estamos moviendo de un extremo a otro y los extremos son cada vez más profundos, frecuentes e intensos. Y toman distintas formas: desde sequías hasta lluvias muy fuertes, desde temperaturas muy bajas a calores agobiantes en verano o, incluso, en momentos inusuales del año”.
En ese sentido, una de las tantas ciudades donde se advierte esa problemática es Ostrava. Dostal afirma que él lo vivió en carne propia durante una instalación que realizó con su empresa el año pasado. No solo le sorprendió el calor extremo de esa región en pleno mes de abril sino también una densa capa de nubes grisáceas que podían distinguirse a simple vista. Pero por supuesto las consecuencias del cambio climático son múltiples y afectan a casi todo el país, incluso modificando algunos hábitos históricos.
“La nieve es un capitulo en sí mismo: en los hermosos cuadros del famoso pintor checo Josef Lada, suele aparecer la nieve. Gente deslizándose en trineo, patinando y jugando hockey sobre hielo. Recuerdo patinar de chico en los estanques, pero a lo largo de los años las capas de hielo se fueron haciendo cada vez más finas y los volúmenes de nieve se redujeron. Pero este último invierno fue muy particular: en Praga la nieve llegó a los quince centímetros, bastante más que en otras regiones, pude hacer esquí de fondo en Letňany y fue una sensación muy agradable”.
Por supuesto que no todo fue tan positivo. Dostal afirma que le cuesta recordar un invierno tan frío en Praga durante los últimos años. De hecho, se registraron algunas temperaturas extremas inusuales para la región. Y si bien afirma que el del cambio climático no es un tema que esté en la agenda, destaca algunas iniciativas que empiezan a marcar un cambio de paradigma.
“Creo que la cantidad de proyectos de investigación sobre sustentabilidad se están incrementando, lo cual es muy bueno porque además los sostienen personas muy talentosas, aunque el nivel de participación de la sociedad todavía es bajo. Sin embargo, la temática ecológica empieza de a poco a tratarse: se habla más de plantar árboles, instalar techos verdes, cuidar las flores y la biodiversidad”.
Incluso, desde hace algún tiempo, se empieza a ver un fenómeno curioso: algunas compañías empiezan a competir entre sí mostrando como un valor diferencial su participación en estos temas. Sin embargo, está claro que un asunto totalmente distinto es el grado de políticas públicas que, desde el Estado, se delinean para combatir estas problemáticas. Dostal reconoce, en ese sentido, cierto interés por parte de los gobernantes, sobre todo a la hora de escuchar lo que dicen los expertos, aunque afirma también que es indispensable moverse con más celeridad.
“Los proyectos de investigación sobre sustentabilidad se están incrementando, lo cual es muy bueno porque además los sostienen personan muy talentosas, aunque el nivel de participación de la sociedad todavía es bajo”.
“Están interesados y se está viendo una cooperación por parte del Ministerio de Medio Ambiente en términos de techos verdes y, por ejemplo, la gestión del agua de lluvia en las ciudades. Creo que el Ministerio de Medio Ambiente está haciendo un muy buen trabajo aunque, por supuesto, podría ser mejor y, de hecho, estamos cooperando con ellos en busca de mejores resultados”.
Esa colaboración no la ejerce Dostal con su empresa sino en calidad de vicepresidente de la Federación europea de techos verdes. Por supuesto, la amenaza del cambio climático no es exclusiva de República Checa. Al igual que con el Covid se trata de un asunto que preocupa a nivel mundial. Dostal dice que es complicado detectar un país que haya resuelto todos los obstáculos, aunque sí afirma que algunos lograron avances significativos.
“En Europa, en cuanto a techos y paredes verdes los que están a la cabeza son Austria y Alemania, gracias a muchos relevamientos innovadores que lograron elevar la vara. También Suiza que lleva muchos años de ventaja trabajando en techos verdes y paneles solares. Otros líderes son, tal vez, Gran Bretaña y Francia. Pero fuera de Europa, uno de los mejores es Singapur que, a pesar de ser un país pequeño, ha tratado con mucha seriedad el tema y están haciendo un trabajo muy interesante”.
También empieza a verse mucha actividad en China, lo cual podría sorprender a más de uno, pero entiende que es algo muy positivo porque los países más poderosos suelen ser también los más contaminantes. Dostal considera que la casi paralización mundial que implicó la pandemia trajo quizás algún efecto positivo desde una óptica ecológica, pero asegura que mucho más importante es lo que podemos llegar a aprender a partir del Covid.
“Muchas personas empezaron a interesarse en temas ecológicos porque entendieron que la naturaleza no entra en cuarentena”.
“Muchas personas empezaron a interesarse en temas ecológicos porque entendieron que la naturaleza no entra en cuarentena, creo que esta es una de las mayores lecciones y es algo que hablo con varias organizaciones ecológicas. La gente empezó a involucrarse más, nos sentimos bien en un ámbito sano y natural, quizás estemos empezando a valorar más la naturaleza y creo que esa puede ser una de las grandes lecciones del Covid, ojalá lo mantengamos en el futuro”.
En ese sentido, Dostal considera que el objetivo debería ser cambiar un poco el consumismo excesivo y hasta absurdo de gran parte de la sociedad, aunque al mismo tiempo duda de que sea posible porque entiende que pertenecemos a una especie que ama el confort. En todo caso, piensa que los checos cuentan, al menos, con una ventaja.
“No sé si es algo cultural o quizás algún tipo de bagaje filosófico, pero en algún lugar leí que los checos tenemos un vínculo muy fuerte con la tierra que habitamos. A pesar de todo lo que pasó durante la historia, la tierra siempre estuvo ahí y fue amable: nos dio cultivos, refugio, y no es el caso de muchos otros países con territorios más desérticos, montañosos y, por lo tanto, hostiles. Asumo que las personas de esos lugares quizás no desarrollan un vínculo con la tierra tan fácilmente. Además, el clima en Chequia también es muy ameno y acogedor: agradable en verano, permite esquiar en invierno. Tenemos de todo y no sé por qué nos quejamos tanto”.
Dostal agrega que, además de contar con múltiples espacios verdes, se trata de sitios donde es posible caminar a salvo y en absoluta libertad, algo que no siempre sucede en otros lugares o países con geografías similares. Sin ir más lejos, recuerda que durante un viaje a Australia le recomendaron no caminar de noche por los parques. Algo que, debido a sus hábitos en República Checa, al principio no podía entender.