Slavia-Rangers: a cuartos entre agresiones, un herido y acusaciones de racismo
Merecida pero algo amarga victoria del Slavia de Praga contra un violento Glasgow Rangers con goles de Olayinka y Stanciu. El equipo checo tuvo que salir del estadio escoltado por la Policía escocesa tras clasificarse para cuartos de final de la UEFA Europa League. El guardameta eslavista, Ondřej Kolář, vuelve a Praga con diez puntos de sutura en la cara y el defensa Ondřej Kudela, al que acusan de insultos racistas, con un puñetazo recibido en el túnel de vestuarios tras el encuentro.
El Slavia de Praga salió victorioso de un difícil partido que no será recordado por su fútbol sino por la cantidad de incidentes e imágenes desagradables que produjo durante y después del choque.
Los checos, con un bello centro de Jan Boříl que cabeceó Peter Olayinka a la red en el minuto 13, lograron rápidamente el gol que les daba tranquilidad y les ponía por delante en la eliminatoria. Desde entonces, su juego se caracterizó más bien por los balonazos rifados hacia delante, pases imprecisos y las pérdidas de balón. Pero, eso sí, con mucha seriedad en defensa, centrados por completo en la destrucción de los ataques del rival y con mucha mayor eficacia que lo demostrado en el partido de ida. Los de Glasgow, de hecho, lograron chutar entre los tres palos una sola vez en todo el encuentro y sus ataques nunca llevaron gran peligro a la portería checa.
Los Rangers no están acostumbrados a perder en la liga escocesa ni tampoco lo estaban en la Europa League. El árbitro, el israelí Orel Grinfeeld, quizá podía haber hecho más en los primeros compases del choque para frenar la creciente violencia que desplegó el conjunto escocés sobre el campo.
Así lo explicaba a la Televisión Checa el entrenador del Slavia, Jindřich Trpišovský, tras el encuentro.
“Algunas acciones han sido bastante excesivas, ha sido un partido muy duro. Creo que ellos sabían que futbolísticamente no les iba muy bien. Si no me equivoco, ellos han tirado una sola vez a puerta en el minuto 30, pero nada más. En el descanso le dije a los chicos que tenían que ser muy disciplinados, que iba a ser una gran guerra, que iban a provocarnos, que lo iban a intentar pero que teníamos que aguantar. El partido ha sido muy duro”.
Una patada de kung-fu
Tras una hora de tenso choque en el que los futbolistas del Slavia tuvieron que gestionar de la mejor manera posible las fuertes patadas que recibían, llegó el momento más duro del partido. El guardameta Ondřej Kolář salió a la frontal del área a atrapar un pase largo a por el que corría el delantero rival Kemar Roofe. Roofe llegó un instante más tarde y con los tacos a la altura de la cabeza del portero checo, al que dejó noqueado en el suelo sangrando. El británico fue inmediatamente expulsado, y Kolář salió del campo en camilla con un vendaje en la cabeza directamente a la enfermería con conmoción cerebral. Recibió diez puntos de sutura en la frente y el pómulo y este viernes las pruebas han demostrado que sufre una fractura en el seno frontal izquierdo de la cabeza, lo que ahora hace muy improbable su participación en los cuartos de final de la Europa League o en los próximos partidos con la selección checa.
Volviendo a Escocia, con media hora aún de partido por delante, a pesar de contar con un jugador más, en el Slavia, además de la preocupación por Kolář, cundía el nerviosismo porque su sustituto en la portería sería Matyáš Vágner, un juvenil de 18 años sin ninguna experiencia en competición con el primer equipo, que de repente se veía jugando uno de los partidos internacionales más importantes de la larga historia del Slavia de Praga.
A Trpišovský le impresionó la tranquilidad que demostró el joven portero, como contó a la Televisión Checa.
“Si no me equivoco, hasta hoy solo había jugado en equipos juveniles, y ha empezado así, jugando en Escocia, en un partido que era una batalla. Habíamos visto cómo iban un poco a por Kolář. Ya en la primera mitad han intentado intimidarlo en saques a balón parado dos veces. A la tercera ya no ha podido hacer nada, ha sido terrible, una catástrofe. Pero Vágner sabía que si pasaba algo, tenía que salir él, y me quito el sombrero, porque estaba toda la tribuna gritando que dispararan a portería porque había un arquero sin experiencia. Pero él ha atajado la primera situación de peligro, que no era sencilla. Para mí es la mayor estrella de este partido, porque es admirable la tranquilidad con la que ha salido”.
El Slavia se enfrentó a esos primeros minutos de engañosa superioridad numérica con la misma seriedad en defensa de todo el encuentro. Pero el nerviosismo que podía existir por saber si serían capaces de mantener el resultado se disipó en el minuto 72, cuando otra fuerte entrada por detrás de Leon Balogun, le supuso la segunda amarilla y dejó a su equipo con nueve jugadores. Y Nicolae Stanciu, que ya marcó el espectacular gol del Slavia desde fuera del área en el partido de ida, volvió a sacarse un tiro fuerte y con efecto y parábola desde 30 metros en el saque de esa misma falta, que se coló a la portería ajustado palo. El 0-2 daba ya completa tranquilidad a jugadores e hinchada eslavista, así como frustración absoluta en el conjunto escocés.
El resto del partido lo pasó el Slavia pasándose el balón sin correr riesgos y sin intención de atacar, a lo que los Rangers reaccionaron con más agresiones.
Acusan de insultos racistas a Kúdela
En el minuto 86, Jan Kuchta era pateado por detrás por dos defensas rivales y ya en el suelo recibía, además, sendos balonazos por parte de ambos, lo que provocó una trifulca entre jugadores. Ondřej Kudela se acercó entonces al oído de Glen Kamara, jugador finlandés de ascendencia sierraleonesa, y le dijo algo al oído. Los jugadores del Glasgow Rangers salieron entonces tras Kudela, a quien tuvieron que proteger sus compañeros.
Con un ambiente difícilmente peor se llegó al final del partido, pero no del enfrentamiento extradeportivo. El Slavia informó después en sus redes sociales que los jugadores rivales no permitieron al equipo entrar en su vestuario y que Glen Kamara asestó a Kudela un puñetazo en la cara en presencia de Steven Gerrard, el famoso exfutbolista, ahora técnico del Glasgow Rangers. El propio embajador checo en el Reino Unido tuvo que llamar a la Policía, que se ocupó de la seguridad del conjunto praguense hasta su vuelta a Chequia este viernes.
Kamara asegura que lo que le dijo al oído Kúdela fue un insulto racista. Gerrard defiende por completo la versión de su jugador, con quien dice tener una relación muy fuerte y una confianza absoluta. Asevera que otros jugadores también lo escucharon y espera que la UEFA tome cartas en el asunto y “no lo barra bajo la alfombra”.
Ondřej Kudela rechaza totalmente las acusaciones de racismo.
“Le dije ‘You are a fu… guy’. Se lo dije cuando había muchas emociones en el campo, dos tarjetas rojas y varias acciones brutales del rival. Pero rechazo absolutamente el racismo”.
En un comunicado posterior al encuentro, el Slavia subrayó que es un club con profundos valores de deportividad desde su fundación y que “en la actualidad es un club multicultural basado en el respeto a las personas de todas las culturas”, así como que condena el racismo en todas sus formas.
Por otra parte, también el Slavia pedirá a la UEFA que investigue lo sucedido en el túnel de vestuarios mientras se recuperan para afrontar por tercera vez en su historia unos cuartos de final de la UEFA en abril, para los que tendrá que viajar una vez más al Reino Unido. Tras eliminar al Leicester y al Glasgow Rangers, el sorteo de este viernes le ha enfrentado al Arsenal, décimo clasificado de la Premier League.