“Si se organizasen test PCR masivos, saldrían más baratos que los de antígenos”
Los primeros resultados de las pruebas de coronavirus obligatorias en las medianas y grandes empresas arrojan alrededor de un 1% de positivos detectados que hasta la semana pasada habrían pasado inadvertidos. Pero virólogos consideran que un test semanal de antígenos, menos fiables que los PCR, no bastará para mejorar sustancialmente la nefasta situación epidemiológica actual en Chequia.
Ahora que de forma obligatoria ya han pasado por pruebas de coronavirus todos los trabajadores de medianas y grandes empresas, la Unión de Industria y Transportes ha publicado los primeros datos. En las compañías de más de 250 trabajadores, un 0,75% dio positivo. En las empresas con entre 50 y 250 empleados, el resultado es más alto, un 1,24%.
En su mayor parte se trata de personas asintomáticas que no podían imaginar que estuvieran infectadas, pero sí podían contagiar a sus compañeros.
Según el ministro de Industria, Karel Havlíček, se detectan a unos 3000 positivos entre los 200 000 y 300 000 trabajadores que cada día se realizan las pruebas obligatorias. A estos pronto deberán unirse los de las pequeñas empresas de entre 10 y 50 empleados, tal y como decidió el Gobierno.
Sin embargo, esto no sería suficiente. Según anunció el propio Havlíček, pronto las empresas podrían tener que hacer no un test semanal, sino dos, debido a la baja efectividad que ofrecen los test de antígenos, como explicó para la Radio Checa Marián Hajdúch, director del Instituto de Medicina Molecular y Traslacional de la Universidad Palacký de Olomouc.
“Si no se detecta a un tercio o hasta la mitad de los transmisores asintomáticos, el impacto sobre la situación epidemiológica general no puede ser grande. Además, no se puede evaluar muy bien este impacto porque de forma conjunta se han adoptado una serie de nuevas medidas, de las que considero la más importante la prolongación del tiempo de cuarentena de 10 a 14 días, con lo que se reduce la probabilidad de que un transmisor vuelva a la vida normal. En este momento, esto tiene más importancia sobre la situación epidemiológica que las pruebas en las empresas. Pero las pruebas son muy importantes y pueden mejorar la situación epidemiológica, sobre todo, en el contexto de una futura relajación de medidas en la sociedad”.
Una solución para Hajdúch es también realizar dos pruebas a la semana o, mejor aún, que las pruebas sean PCR, de efectividad incuestionable. Calcula que en lugar un 1%, los test en las empresas habrían detectado un 2%, lo que además, coincide con la prevalencia del coronavirus en la sociedad checa.
La misma opinión es compartida por el virólogo del Instituto de Química Orgánica y Bioquímica de la Academia de Ciencias Ivan Hirsch, según explicó en la Televisión Checa.
“Pensamos que poco a poco deberían sustituirse los test de antígenos por test PCR, que son más sensibles. Los de antígenos tienen una sensibilidad relativamente baja. Pero gracias a Dios que tenemos algo, que se ha desarrollado una logística para hacer pruebas y que existe la idea de que algo así hay que hacerlo. Pero los test de antígenos no detectan a la gente que está justo en el principio de la infección, detectan muy bien a los que ya la han desarrollado, pero necesitamos detectarlos a todos. Pero si los test PCR se hicieran de forma masiva y organizada, saldrían más baratos que los de antígenos”.
La razón que esgrime Hirsch es que el procesamiento de los test PCR puede ser realizado de forma robotizada, mientras que los de antígenos no. Por esta razón, a partir de varias decenas de miles de pruebas PCR, que en principio son más caras, se convierten en una solución más económica.
Para Hirsch, las actuales restricciones solo deberían ser suavizadas cuando se registren menos de cien nuevos casos por cada cien mil habitantes a la semana. Cifras muy lejanas de momento para la República Checa.