Casi la mitad de los checos sale de casa aunque tenga síntomas de COVID
La infructuosa lucha contra la epidemia podría deberse en parte al comportamiento de la ciudadanía. Casi la mitad de los checos siguen con su vida normal a pesar de tener síntomas de coronavirus, afirma un sondeo de la OMS.
Con restricciones o sin ellas, lo cierto es que buena parte de la población checa no está cumpliéndolas. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud y la Universidad de Erfurt, en Alemania, alerta de que un 46% de los checos no se queda en casa a pesar de tener síntomas de coronavirus.
Para los científicos esta puede ser una de las causas de la imparable expansión del COVID-19 en el país. Con un sondeo realizado a través de instituciones checas los pasados meses de agosto, noviembre y enero, estas personas consideran que si resultaran contagiadas, tendrían solo síntomas leves.
Helena Hnilicová, de la Facultad de Medicina de la Universidad Carolina de Praga, criticó en declaraciones a la Radio Checa la actitud de esta parte tan numerosa de la población.
“En la sociedad checa hay una gran parte de personas que anteponen su libertad personal al respeto a los demás, lo que en tiempos de pandemia se demuestra como algo muy poco ventajoso”.
Según la OMS, en Chequia lo que más se respeta son las normas de no darse la mano, llevar la mascarilla y mantener la distancia social, especialmente entre personas mayores, mujeres y quienes han visto su situación económica empeorar por la pandemia.
El coronavirus es visto como un gran riesgo solo por un 18% de los ciudadanos de la República Checa, dice el estudio, y es una minoría la que cumple con la recomendación de no visitar a sus parientes, un 41%.
Sin embargo, más de la mitad de los encuestados se muestran propensos a hacerse test como forma de proteger a los demás y lo toman como una obligación cívica. También consideran que es lo que esperan de ellos parientes y amigos y que puede ayudar a frenar los contagios de coronavirus.
El sondeo también preguntó acerca de las vacunas. La aceptación entre la población checa crece. Si el pasado otoño solo se mostraba convencido de ponérsela un 37% de la población, en enero ya era un 50%. Según los científicos, la escasez de vacunas o que se esté demostrando que no tienen efectos secundarios graves, está motivando a la población. Una población que considera que la vacuna, además, será la que devuelva la normalidad a sus vidas.
Probablemente sea justo la otra mitad de la ciudadanía, pero el estudio también encontró un 45% de la población que considera que la pandemia es tan solo producto del bombo mediático bajo la influencia de organizaciones secretas, explicó a la Radio Checa Zdeněk Kučera, del Instituto de Cultura Sanitaria.
“Un gran porcentaje de la población, un 45%, piensa que organizaciones secretas influyen en las decisiones políticas y que los políticos a menudo no dicen la verdad sobre la motivación de sus decisiones”.
Para terminar, el estudio de la OMS señala que el 80% de la población confía en el personal sanitario. Todo lo contrario que en el Gobierno, en el que desconfían tres de cada cuatro encuestados. La falta de credibilidad del Ministerio de Salud es algo menor, un 66%, esto es, dos de cada tres participantes en el estudio.