Blatný: La probabilidad de suavizar restricciones el lunes está al 50
El ministro de Salud modera el optimismo ante la posibilidad de un nuevo levantamiento de restricciones. A pesar de una situación epidemiológica favorable en la mayoría de las regiones del país, todavía no es seguro que se abran comercios y restaurantes el lunes.
“Procuramos no sacar conclusiones precipitadas”, dijo el ministro de Salud, Jan Blatný, en entrevista con Radiožurnál, emisora de la Radio Checa, este jueves. A pesar de haber evaluado el desarrollo de la pandemia en Chequia de manera positiva a principios de la semana, ahora el ministro advierte que el levantamiento de las restricciones, que todos anticipaban para el lunes, no es nada seguro, principalmente por las diferencias entre cada región del país, explicó.
“Yo creo que la probabilidad está al 50% y no soy capaz de confirmarlo ahora, porque, como insisto desde el principio, procuramos actuar basándonos en datos y no en impresiones o deseos. Y a pesar de Chequia cuente en estos momentos con un índice de riesgo que permitiría la suavización, los parámetros en algunas regiones están empeorando”.
Se trata principalmente de las regiones de Hradec Králové, Pardubice y Vysočina, donde el ritmo del crecimiento de contagios sigue siendo preocupante. Por el contrario, Praga, que hace semanas constituía el foco de contagio más crítico, ahora muestra los mejores resultados.
Para prevenir la propagación del virus en la medida de lo posible, la cartera de Blatný planea proponer test de antígenos voluntarios y gratuitos para la población.
“Un levantamiento desenfrenado significaría, sin duda, la llegada de una tercera ola. Nos esforzamos por disminuir al mínimo la probabilidad de un nuevo crecimiento de los contagios en enero. Por eso, el levantamiento se puede dar solo en una situación segura y en combinación con pruebas a la población, aunque sean limitadas”.
“Son personas que propagarían la enfermedad entre sus familiares en Navidad. Contagiarían a sus parientes, a sus abuelos y abuelas. Desde mi punto de vita es una gran motivación. Estas personas podrían entrar en cuarentena y así disminuiría parcialmente la carga de la pandemia en la población”.
El ministro admite que los test de antígenos no son completamente fiables y que no prevé que se realicen pruebas de forma repetida, pero insiste en que cada test cuenta, porque una persona puede contagiar a muchas más.
Una encuesta preliminar del Ministerio reveló que un 50% de la población estaría interesado en la prueba. No obstante, el ministro supone que, en realidad, serán menos y que será posible realizar las pruebas con la ayuda de los hospitales, los médicos de cabecera y los especialistas ambulatorios.
Mientras que la proporción de los test positivos que los laboratorios registran en la actualidad es de un 23%, Blatný prevé que la tasa de contagios entre la población sea mucho menor, entre un 4 y 5%.
“Hemos firmado contratos y antes del fin de mes debemos pagar unos 73 millones de euros por las primeras dosis de vacunas. Hemos encargado dosis para 5.5 millones de personas y tenemos garantizadas dosis para otros 10.6 millones. En total deberíamos contar con hasta 16 millones de dosis”.
Entre las vacunas que podrían llegar a Chequia hay algunas diferencias. Una de ellas es que algunas empresas producen vacunas que solo requieren una dosis, mientras que de otras se necesitan dos.
Además de la vacunación, el ministro Blatný sostuvo que su cartera hará lo posible para que el próximo año el sistema de Salud funcione aún mejor. Y no solo en lo directamente vinculado al coronavirus, sino también en torno a los cuidados habituales que, en muchos casos, se vieron aplazados durante los momentos críticos de la pandemia, a veces con consecuencias fatales.
En Chequia han fallecido 7751 personas desde marzo con coronavirus y Blatný supone que antes del fin del año el número podría subir hasta 10 000. Advierte que, en octubre, unas 1200 personas fallecieron por razones vinculadas al aplazamiento de los cuidados habituales o porque no acudieron al hospital. El ministro afirmó que hace falta reducir estas situaciones al mínimo y que el sistema checo es lo suficientemente robusto para lograrlo.
El Gobierno decidirá sobre la suavización de las restricciones a más tardar este domingo. Si Chequia pasa del nivel cuatro al tres del sistema contra la epidemia PES, podrían abrirse comercios, servicios y restaurantes, aunque con limitaciones.
