El ventilador pulmonar checo CoroVent se une a la lucha contra el COVID-19
En primavera, un equipo de científicos y empresarios decidió ponerse manos a la obra y desarrollar un nuevo ventilador pulmonar. La ciudadanía contribuyó con casi medio millón de euros para que fuese posible y ahora los ventiladores CoroVent ya están siendo distribuidos a hospitales.
Con el deseo de contribuir a la lucha contra el COVID-19, un grupo de científicos de la Universidad Técnica de Praga (ČVUT), empresarios y médicos formaron la iniciativa COVID19CZ con el objetivo de desarrollar un nuevo respirador pulmonar.
Su esfuerzo se vio apoyado por el público general. Los checos contribuyeron con más de 440 000 euros para que ČVUT y la empresa MICo pudieran echar a andar el proyecto.
Ahora, unos meses después, cuando la segunda ola atormenta a Chequia con toda su fuerza, su momento ha llegado. Las 182 unidades de CoroVent, fabricadas y perfeccionadas durante los últimos meses están siendo distribuidas a los hospitales checos.
De acuerdo con uno de los diseñadores del ventilador, Michal Vychroň, ese ha sido el plan desde el inicio. No planeaban que el CoroVent se utilizara de manera inmediata en Chequia, sino que aprovecharon los meses entre las dos olas para afinar su invento.
El CoroVent ha sido diseñado exclusivamente para pacientes con COVID-19 y despojado de todas las funciones no esenciales. Se trata de un aparato que no está destinado a ser utilizado en los hospitales checos de forma permanente. Es una solución de emergencia.
“Por suerte, entre primavera y ahora, el uso de los CoroVent no fue necesario. Y nosotros aprovechamos bien el tiempo, el trabajo en el laboratorio no se ha parado. Recopilamos y analizamos datos, realizamos pruebas de estabilidad. Logramos obtener la certificación FDA en Estados Unidos. Tenemos varios ventiladores en diferentes lugares del mundo para obtener retroalimentación por parte de otros equipos médicos. Aprovechamos el tiempo y estamos listos”.
El CoroVent ha sido diseñado exclusivamente para pacientes con COVID-19 y despojado de todas las funciones no esenciales. Se trata de un aparato que no está destinado a ser utilizado en los hospitales checos de forma permanente. Es una solución de emergencia.
A pesar de obtener una certificación en Estados Unidos, que facilitará la exportación del CoroVent al extranjero, el aparato no cuenta con plena autorización en Chequia, según explica Vychroň.
“No se trata en absoluto de un aparato médico estándar. Para que los CoroVent puedan ser empleados en hospitales, hace falta obtener una excepción por parte del ministro de Salud. Cada centro médico debe solicitar su propia autorización”.
La certificación necesaria para ser empleados en casos urgentes en hospitales checos, la obtuvieron los ventiladores en los últimos días. De acuerdo con Jiří Denner, de la empresa MICo, esto significa que el CoroVent puede ser utilizado en caso de que los hospitales no cuenten con más ventiladores clásicos.
Una vez terminada la distribución de los ventiladores, la empresa MICo capacitará al personal médico en los diferentes hospitales. De acuerdo con Vychroň, esto no será un problema, ya que, al desarrollar el ventilador, colaboraron con médicos para asegurar que el producto final les resultara familiar.
“Desde marzo, formaban parte del equipo dos médicos quienes nos ayudaban. Para mí, como diseñador, responsable de la construcción del aparato, fue casi fastidioso tener que modificar repetidamente las escalas, las etiquetas o el color de los botones. Queríamos que el CoroVent se pareciera a los aparatos que los médicos conocen y usan comúnmente. Ahora estoy agradecido por todos los comentarios”.
La Universidad Técnica de Praga (ČVUT) ofreció en los últimos días los 182 ventiladores ya fabricados a los hospitales checos. Su interés ha superado la oferta. De acuerdo con la portavoz de ČVUT, Andrea Vondráková, los hospitales solicitaron un total de 650 ventiladores, por los que faltan unos 470.
Mientras que las 182 unidades están siendo distribuidas, el rector de ČVUT, Vojtěch Petřáček, ha llamado a las empresas a que contribuyan con cualquier monto para hacer posible la fabricación ventiladores adicionales. Afirmó que su precio ha sido reducido a unos 7370 euros y es el más bajo en el mercado checo.
La semana pasada, el ministro de Salud, Roman Prymula, informó que su cartera había comprado uno 500 nuevos ventiladores para los hospitales checos. El pasado viernes el Gobierno aprobó el pedido de otros 500.
En vista de situación epidemiológica cada vez más crítica, Chequia ha solicitado ayuda también a sus aliados internacionales. En los últimos días ha recibido respiradores de la Comisión Europea, la OTAN, Austria, Hungría, Alemania y Países Bajos.