El Idilio de Bohuslav Martinů
El Idilio de Bohuslav Martinů es una composición extraordinariamente melódica de una notable identidad checa. Es típica para su autor con presagios de posteriores obras.
Por lo visto, el siglo XX no trajo una aluvio de éxitos de música clásica. No fue un siglo melódico ni en el sentido literal ni en el figurado de la palabra: dos guerras mundiales, el holocausto, guerras en Oriente Próximo, un mundo bipolar… Hubo mucho de todo. Pero en la música, en cuanto a las obras melódicas todo lo contrario, hubo poco. Aún así, encontramos en las profundidades del siglo XX hermosas melodías unidas perfectamente a la temática de la naturaleza.
El Idilio, aunque forma parte de la cantata Un ramo, es una obra finalizada y compacta. Es increíble que esta pieza Martinů la escribiera al mismo tiempo que componía una música absolutamente diferente.
La obra ha cumplido con los parámetros de cualquier éxito musical, o sea, la popularidad y el carácter repetitivo y pegadizo, lo que subrayó el hecho de que se convirtiera en jingle de algunos programas radiofónicos.
Aunque se trata de una expresión de la identidad checa, la obra surgió en París en 1937 y fue dedicada a otro artista checo, el pintor Jan Zrzavý. Forma parte de la cantanta titulada Un ramo, que está compuesta de pequeñas cantatas basadas en la poesía popular, con la que están entrelazadas. Las cantantas están ordenandas en dos partes. La composición está dedicada a cuatro solistas, un coro mixto e incluso uno infantil. Es una música encantadora. La orquesta es pequeña, no cuenta ni siquiera con treinta músicos.
Un cosmopolita que quería la poesía popular
Puede ser que este carácter popular haya hecho de esta composición un verdadero éxito. Martinů fue un hombre cosmopolita, pero quería profundamente la poesía popular y la estudiaba de manera permanente. Continuó en la estilización del folclore en muchas de sus obras y su esfuerzo lo coronó en las postrimerías de su vida. Todos los amantes de su música, seguramente sienten que estamos hablando de sus cuatro cantatas de Vysočina, que incluyen también la obra dedicada a la apertura de las fuentes.
Escuchen El Idilio de Bohuslav Martinů, una composición orquestal de tres partes con una melodía en Do mayor. En la parte intermedia Martinů ofrece un contraste sin abandonar el carácter pastoral, así que se trata más bien de una alegre pieza rítmica. De esa forma ve el checo en sus memorias su paisaje natal desde la lejana París.
El ciclo Éxitos de música clásica surgió en base al proyecto de Lukáš Hurník y Bohuslav Vítek titulado Éxitos del milenio transmitido por la Radio Checa Vltava.
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La música clásica checa forma parte de la cultura e historia del país y pertenece literalmente al alma de la nación.
