Líbano no logrará salir de la crisis sin ayuda internacional

Rescatistas checos en Beirut

Tras la explosión en Beirut, Chequia ha sido uno de los primeros países en enviar ayuda. No obstante, las ONG checas llevan años ayudando en el país, cuya situación se ha visto empeorada por la guerra civil en Siria.

Beirut,  foto: ČTK/AP/Bilal Hussein

El equipo de bomberos checos que ha viajado esta semana a Beirut no es la primera ayuda proporcionada por Chequia al país de Oriente Próximo. Varias organizaciones no gubernamentales checas realizan proyectos humanitarios y de desarrollo en el Líbano desde hace varios años. Los temas a los que se dedican son variados, desde la educación de niños de refugiados hasta la construcción de viviendas e infraestructuras.

Tras la explosión que tuvo lugar en Beirut en la noche de este martes, la ciudad y el país se enfrentan a un largo proceso de recuperación, complicado además por los problemas económicos a los que el Líbano se enfrenta a largo plazo: la falta de infraestructuras básicas, la corrupción y la llegada de un gran número de refugiados de Siria, entre otros. Desde el estallido de la guerra civil en el país vecino, el Líbano, que se extiende sobre un territorio equivalente al de Bohemia Central o la comunidad autónoma de Navarra, ha acogido más de 1.5 millones de refugiados.

Zbyněk Wojkowski,  foto: archivo personal de Zbyněk Wojkowski

Zbyněk Wojkowski, jefe del departamento de proyectos de la organización no gubernamental ADRA, una de las que ha estado presente en la región en los últimos años, considera que para el Líbano será muy difícil salir adelante.

“En vista de la crisis económica, el país no cuenta con recursos propios. Y la gente tampoco. Por lo que ni el Estado ni las personas tendrán dinero para renovar la infraestructura y los negocios que se han visto dañados”.

A causa de la explosión, unas 300 000 personas han perdido su hogar y se encuentran en una situación vulnerable. De acuerdo con Wojkowski, en este momento, es vital encontrar rápidamente una solución provisional.

Zbyněk Wojkowski: “En vista de la crisis económica, el país no cuenta con recursos propios. Y la gente tampoco. Por lo que ni el Estado ni las personas tendrán dinero para renovar la infraestructura y los negocios que se han visto dañados”.

“Hace falta encontrar una vivienda temporal para las personas, se puede tratar de escuelas por ejemplo. Muchos se están quedando con su familia, amigos o incluso con desconocidos. En el Líbano se ha levantado una gran ola de solidaridad y las personas están ofreciendo sus hogares a personas que lo necesitan. Esta es una solución provisional. A largo plazo hará falta hacer las casas habitables nuevamente, para que la gente pueda regresar”.

ADRA trabaja en el Líbano desde hace cuatro años. En sus proyectos se centra en los sirios refugiados en el país al igual que en las comunidades locales. Su objetivo es aliviar el impacto de la guerra civil y la tensión que ha creado entre los habitantes de la región, que, a largo plazo, viven en un estado de pobreza extrema.

En vista de la explosión de Beirut, ADRA y otras ONG checas han iniciado proyectos de ayuda. La ONG Hombre en Emergencia, la más grande de Chequia, ha iniciado una recolecta y dará asimismo unos 190 000 euros para ayudar con el aprovisionamiento de comida, agua, y medicinas para las personas que han perdido sus hogares.

Beirut,  foto: ČTK / AP / Hassan Ammar

También ADRA ha tomado los pasos necesarios para ayudar a los habitantes de Beirut. Wojkowski prevé asimismo que el Ministerio de Relaciones Exteriores checo podría apoyar en un futuro cercano más proyectos humanitarios y de desarrollo en la región.

“Hemos iniciado una colecta. Contamos asimismo con algunos recursos en nuestro fondo humanitario que planeamos utilizar. Otras sucursales de ADRA en el extranjero también prevén contribuir a un proyecto humanitario en común que se realizaría en Beirut. Veremos asimismo cómo se irá desarrollando la situación, si el Ministerio de Relaciones Exteriores proporcionará algunos fondos a las ONG checas para que estas puedan realizar proyectos en el sitio”.

Los checos tienen fama de ser generosos en temas de caridad. No dudan en ofrecer apoyo financiero donde hace falta, ya sea en temas sociales o para aliviar el impacto de desastres naturales y bélicos. De acuerdo con los datos del Foro de Donantes checo, en 2019, los checos contribuyeron con más de 320 millones de euros a diferentes organizaciones, proyectos e iniciativas que trabajan en Chequia y el extranjero. Este interés de los checos en ayudar lo confirma también Wojkowski, pero afirma que, sobre todo en torno a los proyectos en países lejanos, todo depende de la concienciación del público.

Foto ilustrativa: bohed,  Pixabay / CC0

“Los checos están generalmente dispuestos a donar. Pero depende en gran parte sobre lo bien informados que estén sobre la crisis por los medios de comunicación y si se les comunica dónde y cómo pueden ayudar. Veremos cuánto tiempo los medios seguirán informando sobre el Líbano”.

La situación se complica aún más por el tema de la pandemia del coronavirus. Antes de la explosión, el Líbano contaba con un sistema sanitario bastante bueno, con suficientes hospitales. No obstante, tres hospitales que se encontraban en la cercanía del puerto han quedado destruidos, por lo que otros centros de salud se han visto saturados por las víctimas del accidente. Según afirmó Wojkowski, la situación no siempre permite cumplir con las medidas de protección que se aplicarían normalmente.

“De acuerdo con la información que he obtenido, la situación muchas veces no permite tomar en cuenta el riesgo relacionado al COVID-19. He visto en vídeos que en los centros de salud la gente lleva mascarillas y también los rescatistas que están buscando a las personas en los escombros llevan material de protección básico. No se trata de medidas suficientes, pero la situación es tan urgente, que no permite más”.

Una vez que Beirut logre salir del choque inmediato ocasionado por la explosión, se creará, según Wojkowski, un espacio para la realización de proyectos enfocados en la reconstrucción de viviendas, y también para la renovación de instituciones públicas, como escuelas, centros de salud y hospitales. Queda claro que, dada la situación en la que se encuentra el Líbano en los últimos años, hará falta que las autoridades locales se vean apoyadas por la comunidad internacional.

Autor: Romana Marksová
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