"Trenes rigurosamente vigilados" entre cien mejores películas de la historia
"Trenes rigurosamente vigilados", de Jirí Menzel, es el único largometraje checo que figura en la lista de las cien mejores películas de la historia. El "Top cien" fue establecido por críticos de cine del semanario estadounidense Time.
Al ponerse a completar la lista, los críticos rechazaron tomar en cuenta el número de premios recibidos por cada una de las películas. Durante la elección se guiaron por gustos subjetivos, centrando la atención exclusivamente en la expresividad y la "influencia mágica" de las cintas.
"Tienen un buen gusto", reaccionó a la noticia Jirí Menzel, que ocupa un lugar extraordinario en la galería de directores de cine checos. Con "Trenes rigurosamente vigilados" Menzel debutó en el cine. Para sorpresa de muchos, la cinta fue galardonada en 1968 con el premio Oscar para la mejor película de habla no inglesa.
Jirí Menzel explicó que fue complicada la transcripción del libro de Bohumil Hrabal al idioma fílmico. Según destacó, la lengua narrativa de Hrabal se caracteriza por frecuentes vueltas al pasado, mientras que él se trazó la meta de dar a la película el carácter de una historia cronológica.
"El libro de Bohumil Hrabal se inicia con una génesis de la familia del héroe principal, Milos Hrma. No quise eliminar esta parte del libro que me pareció importante, por lo que opté por iniciar la película con un monólogo del joven Milos, en el que presenta al espectador a toda su familia", dijo Jiri Menzel.
El dolor en todas sus formas constituye el tema principal del ballet del bailarín y coreógrafo checo Bronislav Roznos, que tuvo su estreno nacional en la Ópera Estatal de Praga. La coreografía dinámica y explosiva, que incluye elementos casi acrobáticos, no deja al público salir de asombro.
Casi una veintena de bailarines semidesnudos crea imágenes sugestivas del dolor por medio de escenas bíblicas, históricas y actuales. El autor hace hincapié en los motivos del nacimiento, de la muerte y del placer, cuyo acompañante eterno es precisamente el dolor.
Bronislav Roznos, autor del ballet "Tiempo de dolor", explicó que le pareció un tema inspirativo.
"El dolor es algo conocido por todos, al igual que el amor. Por este motivo creo que puede resultar cercano a cada espectador. Además, muchas escenas me posibilitaron mostrar el dolor no sólo como algo negativo, sino también poner de manifiesto que puede tratarse a veces de un elemento positivo y motivador. No hay que olvidar que el dolor puede ser vinculado con el placer".
Bronislav Roznos explicó que el ballet "Tiempo de dolor" surgió en 1999 como un experimento.
"Compuse el ballet por encargo de mis colegas del Tanztheater Plauen-Zwickau, Alemania, donde me desempeño desde hace diez años como jefe del ballet. El estreno mundial se realizó en las ruinas de la antigua fábrica de gas de la ciudad de Zwickau, poco antes de ser iniciada su reconstrucción en un centro cultural. Se trató de un experimento. Sin embargo, el inesperado éxito entre el público me obligó llevar la obra a los escenarios teatrales".
La música que acompaña el ballet es de varios géneros y autores. Combina la música medieval con el Concierto para Cuerdas del compositor estadounidense Philip Glass.
Un gran "comback" a los escenarios teatrales es preparado por la ex primera dama de la República Checa, actriz Dagmar Havlová. En 1997 abandonó el teatro tras casarse con el entonces presidente de la República, Václav Havel.
Dagmar Havlová prevé reaparecer en el escenario del Teatro Vinohrady, de Praga, en el papel principal de la pieza "El momento de la verdad", del dramaturgo estadounidense Israel Horovitz.
"Estoy extrañando al público y a la atmósfera teatral. Llegó el momento en que puedo darme el lujo de volver a mi profesión original", explicó Dagmar Havlová su retorno a los escenarios. Según afirmó, el arte dramático es para ella una especie de psicoterapia y el contacto con el público algo muy agradable que enriquece a uno.
Por otro lado, aseguró que el arte dramático dejó de constituir la misión principal de su vida. Según afirmó, piensa continuar dedicándose a las actividades caritativas y a la fundación "Visión 97" que creó junto con su esposo, Václav Havel.
Dagmar Havlová reveló que recibió varias ofertas para rodaje de películas en la República Checa y en el exterior. No obstante, hasta el momento las rechazó todas por falta de tiempo.
"Soy consciente de que oportunidades como éstas no se repetirán. Sin embargo, el rodaje de una película requiere varios meses de trabajo y yo no dispongo por el momento de tanto tiempo", explicó Dagmar Havlová. Por otro lado, destacó que no renunció a la idea de volver a la gran pantalla.Hace ocho año, la actriz se despidió del público checo dando vida al papel principal de la pieza "Reina Cristina", del autor sueco August Strindberg. Se trató entonces de siete funciones benéficas a favor de los damnificados por las inundaciones que en 1997 azotaron al país.
Dagmar Havlová rodó unas 50 películas y fue premiada en distintos festivales nacionales y extranjeros. En 1997 contrajo matrimonio con el entonces presidente checo, Václav Havel. Desde entonces se dedica a actividades caritativas e imparte clases en la Academia Fílmica Checa.