El teatro es fuente permanente de inspiración
Durante dos meses un grupo de teatristas mexicanos trabajó en Praga intercambiando experiencias con colegas checos y organizando talleres artísticos en el teatro progresivo Alfred ve dvore, como parte del ambicioso proyecto Temporada del Teatro checo en América Latina. "El teatro ofrece posibilidades ilimitadas de desarrollo artístico", señaló el joven director de teatro mexicano Rubén Ortiz, al platicar sobre el teatro progresivo con nuestra colega Ivana Vonderková.
Usted ha organizado en Praga talleres artísticos, ¿cómo surgió esa idea?
"El taller surge como parte de un movimiento más grande de intercambio entre artistas de México y la República Checa que en mi caso tiene que ver con una compañía de teatro mexicana que se llama Línea de Sombra y con la productora que dirige el teatro Alfred ve dvore, de Praga. Entonces conjuntamente organizaron un intercambio de teatro que incluía también este taller. Un taller que bueno, siendo tan corto, sólo funciona para que compartamos los interesados y yo nuestros puntos de vista sobre el teatro. Pero de todas maneras yo puedo ver en sus cuerpos y en sus reacciones qué tipo de teatro piensan hacer y cómo hacen que mi teatro cambie. Lo que quiero decir es que el teatro progresivo es muy específico y en todas partes del mundo un teatro que se sale de las normas clásicas, considero que es interesante sólo para cierta gente".
¿Ha sido ésta la primera vez que ha estado en la República Checa y ha podido conocer algo del teatro checo? ¿Qué diferencias nota entre el teatro en México y el de la República Checa?
"Bueno, habíamos venido dos semanas en mayo a hacer otro taller para escoger a la gente con la que íbamos a trabajar y antes estuve como turista, pero, efectivamente, estar dos meses ya involucra un poquito más de mi vivencia. Donde he podido ver teatro que no es oficial y que me ha gustado mucho, es el que se hace en este teatro Alfred ve dvore. He venido a verlo y me resulta interesante. Estamos haciendo cosas muy similares que a veces resultan y a veces no. He visto cosas que me han agradado mucho en tanto que búsqueda y en tanto que están tratando de decir lo que para ellos es importante decir ahora. A veces con herramientas que a mí no se me hubiera ocurrido desarrollar. Pero también he visto en la República Checa un teatro un poco más clásico, el teatro de drama con muy buenos actores. Lo que me sorprendió en este teatro es que hay tradición. Para mí es una sorpresa venir de México y ver a más de tres buenos actores de más de cuarenta años. En México los actores una vez que llegan a los cuarenta están haciendo telenovelas o ya simplemente están repitiendo lo que ya saben hacer. Aquí me he encontrado con bastantes actores de mayor edad y para mí ahora se ha vuelto una obsesión pensar que la actuación sólo se da después de los cincuenta años y me tiene muy intrigado este asunto. Es una de las cosas que más admiro en la República Checa y aquí hay muy buenos actores".
¿Cree usted que en el mundo contemporáneo de las computadoras y de Internet el teatro puede transmitir todavía un mensaje actual al espectador?"Yo creo que sí en tanto el teatro sea el contacto de una persona con otra de una manera imaginaria, en presente, en vivo. El descubrimiento juntos y el compartir juntos un espacio y un tiempo. En cuanto eso siga siendo el teatro, yo creo que tiene un poder ilimitado. Justamente el de no hacer lo que los otros poderes hacen. Los poderes del mercado que unifican, los poderes de la televisión que vuelven autista a la gente, los poderes de las artes plásticas que se vuelven demasiado vertiginosos y demasiado herméticos. Yo creo que en tanto el teatro se resuelve en un estamos compartiendo un espacio y un tiempo juntos tú y yo y yo te puedo llamar tú y tú te puedes llamar yo, en ese sentido el teatro tiene un valor que me sigue pareciendo imprescindible".
En el marco de la reciente Semana del Teatro Progresivo mexicano en Praga, "Fiesta 05", el joven director de teatro Rubén Ortiz presentó en la capital checa sus obras "Autoconfesión" y "Ajolote".