Quince años de capitalismo checo
Hace quince años los checos lograron transformar la economía planificada socialista en una exitosa economía de mercado. Los principales protagonista de la reforma económica checa se dieron cita este martes en Praga para conmemorar década y media de capitalismo en la República Checa.
En la conferencia 'Quince Años de Capitalismo', celebrada este martes en Praga, el presidente de la república, Václav Klaus, subrayó que la derrota del comunismo dio a los checos capitalismo, pluralismo político y libertad.
La privatización de las propiedades estatales, la liberalización de los precios, el surgimiento de fondos de inversión y la aparición de la competencia fueron cosas completamente nuevas, a principios de los años 90.
"Primero fueron los preparativos y posteriormente la reconvalecencia del paciente, pero el momento crucial, el más difícil llegó a finales de los años 90 y principios del 91", recordó el presidente Klaus, antaño ministro de Finanzas y conocido como uno de los padres de la reforma económica checa.A la cita para conmemorar los quince años del capitalismo checo acudieron los principales protagonistas de aquella época convulsa. El ex presidente del Gobierno Federal, Marián Calfa, quien subrayó que el capitalismo dio a los checos libertad, al tiempo que elevó el nivel de vida de los ciudadanos.
Por su parte, Vladimír Dlouhý ex ministro de Industria y Comercio recordó que el capitalismo sustituyó al sistema comunista, anacrónico y condenado a desaparecer.Dlouhý recordó que la liberalización de los precios fue una de las medidas más importantes para dar inicio a la reforma económica checa.
Quince años después de la reforma económica, la República Checa acusa uno de los niveles de pobreza más bajos a nivel europeo. Gracias a la privatización por cupones los ciudadanos se convirtieron en dueños y codueños de diferentes empresas.
Y gracias al crecimiento, estabilidad y progreso económicos, la República Checa es una de las principales metas de los inversores extranjeros. Analistas y opinión pública en general coinciden en que el capitalismo checo es sinónimo de bienestar y progreso.