Aeropuerto de Praga quiere abrirse más a los aerobuses
En un próximo futuro el aeropuerto de Praga planifica recibir en sus pistas un mayor número de aviones gigantes en comparación con su cantidad actual. Para lograr ese objetivo se preparan cambios significativos en el pago de las tarifas de aterrizaje.
El aeropuerto internacional de Praga lo utiliza actualmente sólo el tres por ciento del total de aerobuses utilizados en el transporte aéreo. En comparación, por ejemplo, con Viena, Berlín o Munich, ciudades europeas relativamente muy cercanas a Praga, es una cantidad mínima. Persiguiendo elevar el número de aviones gigantes que llegarían a la capital checa, la Administración del Tráfico Aéreo checa reducirá a partir de otoño próximo las tarifas por el aterrizaje en el aeropuerto internacional de Praga.
Según aclarara Richard Klíma, portavoz de la Administración, la reducción de las tarifas en un 50 por ciento, aproximadamente, abarcará sólo a los aviones de peso superior a las cien toneladas. Las tarifas de aterrizaje para las aeronaves más pequeñas no cambiarán.
Los expertos consideran que, gracias a esos cambios, dentro de unos tres años el aeropuerto internacional de Praga podría recibir hasta un quince por ciento del total de aviones gigantes utilizados en el transporte aéreo.
Ampliar su parque de aviones con nuevas aeronaves gigantes pretende también la compañía de aviación checa, Aerolíneas Checas. Hasta el momento dispone sólo de cuatro aerobuses A-310 que vuelan a Estados Unidos y a los Emiratos Árabes Unidos.
Una mayor apertura del aeropuerto internacional de Praga a los aerobuses podría traer significativos beneficios financieros al país, ya que permitiría elevar también el número de turistas, especialmente de los países asiáticos y del Medio Oriente, que visitan la República Checa. En vista de esa perspectiva, existen proyectos para la edificación de un segundo aeropuerto internacional en Praga, destinado a los vuelos charter.