Rosický encantó al mundo futbolístico
Virtuoso, excelente, magnífico. Estas palabras utilizan los comentaristas de fútbol de todo el mundo al evaluar la actuación de Tomás Rosický en el partido entre la República Checa y Estados Unidos, en el que el centrocampista marcó dos goles.
El Arsenal pagó por Rosický más de 10 millones de euros y la prensa británica se extrañó que el club londinense pagara una suma tan alta por este jugador de complexión tan frágil. Ahora ya nadie pone en duda las capacidades de Rosický y la dirección del club londinense de seguro se friega las manos por haber suscrito el contrato antes del inicio del Mundial, mientras que el Atlético de Madrid, que también mostraba gran interés por el centrocampista checo, debe llorar, como se dice por ahí "con lágrimas de sangre".
Perfecto rendimiento, hermosos goles, así calificó el legendario jugador brasileño Pelé la actuación de la selección checa. Los goles de Rosický fueron de notable calidad, resaltó el diario alemán más leído, el Bild. La selección nacional ganó por 3-0, Koller abrió el marcador, pero después dominó en la cancha el "pequeño Mozart", como le apodó a Rosický la afición alemana. Primero colocó el balón en la esquina derecha del arco con un tremendo tiro de 25 metros. Después, de un contragolpe, se batió cara a cara con el portero estadounidense tras un milimétrico pase de Nedved, y además otro tiro suyo se estrelló contra el larguero.A pesar de que la afición la llenó de alabanzas, Rosický tiene los pies sobre la tierra. "Los goles realzaron mi rendimiento, pero podía haber jugado aún mejor", indicó el futbolista una vez terminado el encuentro.
De todas formas, su eficacia goleadora es una buena noticia para la hinchada checa en vista de que la línea ofensiva de la selección nacional ha quedado en ruinas: Koller abandonó la cancha en camilla antes de que terminara la primera parte del encuentro contra EE. UU., mientras que Baros está de baja por una lesión en el talón.