Jan Spáta, un enamorado de la vida y de la amistad

Jan Spáta (Foto: CTK)

El documental checo perdió a uno de sus clásicos, a un gran maestro. El director de cine documental Jan Spáta murió a los 73 años de edad el viernes pasado en el hospital de Vinohrady en Praga.

Jan Spáta  (Foto: CTK)
Su pasión fueron los valores humanos. El compañerismo, la amistad, la alegría y el amor nunca faltaron en su obra. Su mayor deseo fue mostrar a las personas lo que puede significar la naturaleza en la vida y la alegría que se encierra en las cosas pequeñas.

Empezó a trabajar en los años 50 como camarógrafo, pronto se identificó con el trabajo de los directores y comprendió la visión de éstos como realizadores, como creadores de valores artísticos.

Encontró inspiración en la naturaleza y en las más diversas actividades humanas. Introdujo en el cine documental aspectos filosóficos, grandes pensamientos e imágenes poéticas.

La polarización entre la vida y la muerte fue uno de los temas predilectos de Jan Spáta. La vejez, la soledad, las enfermedades y el dolor de su prójimo le ayudaron a encontrar recetas para vivir mejor.

Estaba convencido de que los seres humanos pueden ser mejores, porque pueden fortalecerse con la amistad y con el amor. Con su especial sentido del humor se quejaba de que vivía una especie de esquizofrenia profesional, ya que era camarógrafo y director a la vez.

"El mayor deseo II", fue una de sus pocas obras políticas sobre el destino y los cambios sufridos por diferentes personas y por el país en un lapso de treinta años. El final del documento lo puso la vida misma ya que en noviembre de 1989 fue derrotado el régimen comunista en Checoslovaquia.

Con la muerte de Jan Spáta el cine documental checo se ha quedado huérfano. Su obra fue, es y seguirá siendo material de estudio para todos los interesados en el cine documental y en las recetas para una vida mejor.

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