Un documental muestra los últimos años de Václav Havel: “Deberíamos hablar de él como si estuviera vivo”
Havel al habla, ¿me escuchan? es el título de un nuevo documental centrado en los últimos años de vida del expresidente Václav Havel, desde su actividad y compromiso, como su sentido del humor y hasta su decadencia física y actitud ante su propio final.
Con una proyección en el Castillo de Praga con la presencia del presidente checo, Petr Pavel, y la presidenta de Eslovaquia, Zuzana Čaputová, se estrena este lunes el documental Havel al habla, ¿me escuchan?, que recorre los últimos años de vida del último presidente de Checoslovaquia y el primero de la República Checa.
Pero más allá de su cargo y relevancia histórica o política, el productor de la película, Jiří Konečný, habla de él como una referencia a otros niveles y eso es lo que quiere mostrar el documental.
“Es simplemente el legado de uno de los grandes checos, de los que no hay tantos, y creo que deberíamos hablar de él como si estuviera vivo, deberíamos traerlo de vuelta a nuestra conciencia”.
El propio director, Petr Jančárek, reconoce que tuvieron que superar la tentación de añadir comentarios propios o explicaciones adicionales con voz en off para así dejar que sea básicamente Havel el que hable en la cinta y se muestre directamente a sí mismo. Cree el productor Konečný que fue todo un acierto.
“Es bastante íntimo, lo concebimos como un tipo de conversación, o diría que es una forma de interactuar con el público. Lo más importante es que deseamos que el mayor número posible de personas conozca a Václav Havel y empiecen a pensar en él como en una persona viva, como alguien que tenía algo en el corazón, que se esforzaba por hacer cosas, que se sacrificó mucho. Que hizo algo por los demás. Y creo que esto es tremendamente importante e inspirador”.
En la rueda de prensa en la que se presentó el documental, la directora artística, Věra Kecvajová, que colaboró a menudo con el expresidente en varias etapas, destacó la enorme energía que desprendía su personalidad y como resuena su mensaje hasta el día de hoy.
“Václav era extremadamente fuerte, podía discutir, pero con una inmensa humildad. Para mí esa humildad consistía en algún imperativo moral superior. Él no hablaba de Dios, hablaba de lo trascendente. Se aferraba a algo más elevado, donde buscaba la armonía y la justicia para todos. Aunque tenía su ego y sus sentimientos como todo el mundo, siempre miraba a algo superior. Y en mi opinión eso era su imperativo moral superior. Y creo que eso es lo que nos falta hoy. Esa personalidad, cuando estabas a su lado, hacía que pudieras sentir una energía muy fuerte incluso sin decir una palabra”.
Havel al habla, ¿me escuchan? (Tady Havel, slyšíte mě?) es un documental que retrata, a diferencia de los muchos que ya existen sobre el literato, disidente, político y pensador checo, sobre sus últimos años. En su retiro, Havel seguía siendo una referencia con sus opiniones sobre la actualidad. También sorprendió dirigiendo su única película, La partida, basada en su obra de teatro homónima. Pero el documental llega hasta los últimos días del expresidente. El director, Petr Jančárek, recuerda cómo se enfrentó Havel al final de su vida y cómo también en eso fue, a sus ojos, ejemplar.
“Tenía que tener paciencia consigo mismo porque realmente estaba envejeciendo delante de mi objetivo y lo relacionado con la vida cotidiana se ponía cada vez peor para él. A fin de cuentas, es algo que nos espera a todos, y él afrontó con absoluta dignidad la vejez y su ‘partida’, que no fue sólo su película o su obra de teatro así llamada, sino un verdadero dolor físico. No flaqueó mentalmente hasta el último momento. Lo vi por última vez una semana antes de que partiera hacia la eternidad y todavía conservaba una frescura mental y una dignidad absolutas”.
Tras el estreno de este lunes en el Castillo de Praga, el 20 de marzo se podrá ver de nuevo el documental en Praga dentro del festival sobre derechos humanos Jeden svět (Un mundo), antes de llegar a las carteleras de todo el país el 11 de abril.
