Jan Lukas, autor de fotos dinámicas, poéticas y atemporales
A principios de esta semana falleció en Nueva York a la edad de 91 años el fotógrafo checo Jan Lukas. Este maestro de la cámara fotográfica sabía captar la realidad en todo su dinamismo.
Jan Lukas era un hombre apasionado por su trabajo y por la realidad que retrataba. Y también era un hombre íntegro. Lo puso en evidencia en 1965 cuando en aras de un futuro mejor de sus hijos tomó la decisión de emigrar de Checoslovaquia, a pesar de tener ya cincuenta años de edad.
De la misma manera decidió poner fin hace 16 años a su carrera de fotógrafo. "Cuando allá por 1989 vi a un joven cómo trepaba a una farola para fotografiar aquello que yo podía registrar con mi cámara sólo desde la acera, decidí renunciar a esta actividad", recordaba Lukas. Estaba consciente de que ya no estaba en condiciones de cumplir con su propia definición de fotógrafo que suponía, además del estudio del tema, superar los obstáculos. Su último reportaje fue la visita de Václav Havel a la Casa Blanca, en febrero de 1990.
Entre los más sobresalientes ciclos de fotografías de Jan Lukas figura El diario de Praga 1938-1965 que puede ser caracterizado como un testimonio gráfico sobre el desmoronamiento de la democracia y el advenimento de dos regímenes totalitarios. Una de las más emotivas fotos muestra la cara de una muchacha con la estrella amarilla y el número de regristro en su abrigo que espera entregada la deportación a un campo de concentración.
En otras de sus fotos del ciclo Jan Lukas captó la atmósfera de Praga durante las elecciones de 1946 y la emoción de las personas que dos años después salieron a las calles para participar en los funerales del presidente Eduard Benes.
Las fotos de Jan Lukas son dinámicas y al mismo tiempo poéticas y atemporales. En 1965 hizo hasta un retrato fotográfico de Louis Armstrong durante su memorable visita a Praga. El fotógrafo viajó mucho, pero su mayor tema fue Nueva York.