“He estado en todo el mundo y no elegiría ningún otro sitio; Praga es la mejor”

Assem Al-Sabban en su taller

Assem Al-Sabban, originario de Arabia Saudita, se mudó a Praga después de retirarse de su carrera diplomática y se dedicó a actividades artísticas como la fotografía. 

Después de una longeva carrera diplomática, Assem Al-Sabban, originario de Arabia Saudita, tomó la decisión de instalarse en Praga y dedicarse por completo al arte. Su relación con la diplomacia es profunda, ya que su padre y su abuelo también eran diplomáticos. Sin embargo, su formación profesional no pudo alejarlo de su gran pasión, la fotografía. Como Assem relató en entrevista para Radio Praga Internacional, a lo largo de los últimos 50 años ha logrado combinar de alguna forma sus actividades profesionales con su pasatiempo favorito. En su opinión, los dos ámbitos le han permitido conocer a mucha gente interesante de todo el mundo y esto es lo que más le ha fascinado. No obstante, también se ha topado con algunas desventajas a lo largo del camino, dice.

“La carrera diplomática es muy enriquecedora. Te permite conocer todo el mundo, conoces a gente bien interesante. Es una ocupación hermosa, pero lleva demasido estrés consigo también porque debes tener cuidado con muchas cosas. Ahora me dedico a la fotografía. Creo obras, organizo exhibiciones y disfruto de mi vida. Tengo tiempo libre porque estoy jubilado, así que me dedico a mis obras y a juntarme con amigos. Llevo una vida muy distinta a la de mis años activo”.

La pasión que Assem siente por la fotografía lo ha acompañado toda la vida, pues, toma fotos desde que era pequeño. Sin embargo, aunque se considera más fotógrafo que artista, reconoce que sus obras pertenecen a la fotografía llamada “artística”.

“Ahora que veo mis obras, me doy cuenta de lo complicado que es hacerlas y que requiere mucho tiempo. El arte está en mi sangre. Hago lo que siento. No rindo cuentas a nadie y luego la gente decide qué le gusta y qué no. Por ejemplo, para crear una imagen de un tranvía, que es bastante complicado, empiezo con unas 500 fotos. De estas 500, saco unas 40 o 50 y luego de estas me pongo a elegir las 30 que constituirán una obra, solamente una obra”.

Praga y el arte

Assem puede presumir de una larga lista de exhibiciones en numerosos países como, por ejemplo, Alemania, Egipto, Arabia Saudita, Finlandia, Francia y Chequia. No obstante, de todos los rincones del mundo que ha visitado, Praga captó su corazón desde su primera llegada.

“Recuerdo que durante la primera semana que pasé en Praga, me dije que iba a vivir en esta ciudad. Todo es muy organizado, todo es hermoso. Luego, comencé a conocer a los checos y eslovacos y me sentí muy conectado a ellos. Siento que la mentalidad es muy similar. Tienen algo muy especial dentro y siento que pertenezco a su mundo. Disfruto de su sentido de humor, disfruto de su forma de ser. Disfruto de la gente, del lugar. He estado en países de todo el mundo y no elegiría ningún otro sitio. Para mí, Praga es la mejor”.

Praga no es la única

Para Assem, una gran parte del esplendor de Praga se esconde en su habilidad de inspirar a artistas de diversos ámbitos. No obstante, el fotógrafo reveló que su segunda ciudad favorita también se encuentra en Chequia y de hecho, muy cerca de Praga. Como contó Assem, Kutná Hora ocupa una parte muy especial de su corazón por la magia que tiene y el hecho de que no ha cambiado mucho a lo largo del tiempo.

“Siempre que voy a Kutná Hora, se siente como un viaje atrás en el tiempo con todos los elemenos e instalaciones. Es fuera de este mundo, pero en un sentido muy positivo”.

Kutná Hora | Foto: Paul-Henri Perrain,  Radio Prague International

Con respecto a su trabajo, Assem comentó que sus obras están repletas de historias. Muchas veces, Assem se enfrenta a difíciles decisiones, ya que tiene que elegir solamente una de estas 30 fotos que ha escogido anteriormente para dibujar la versión final. Lo hace con un lápiz sobre una pantalla táctil, utilizando un programa especial que le permite producir resultados muy precisos.

“En realidad utilizo muchos programas distintos y los combino porque quiero crear mi propio estilo. No quiero copiar a nadie. Siempre he querido ser alguien diferente y nuevo. Una vez, un artista reconocido miró mis fotografías en una de mis exhibiciones y dijo, ‘Me gustan las obras de Assem porque me hacen preguntarme cómo las produjo.’ Y eso me pareció interesante”.

En cuestión de la inteligencia artificial, Assem recalcó que en los últimos meses ha observado la reacción impactante de muchos artistas a esta herramienta. Sin embargo, alentó tanto a los fotógrafos, como a los artistas a no tener miendo de la inteligencia artificial y a utilizarla como una fuente de inspiración e ideas nuevas.

Finalmente, Assem aconsejó a todos los artistas a atreverse a ser diferentes porque esto les hará destacar del montón. Además, Assem anima a todos los que crean algo, a no esconderlo en casa, a mostrárselo a todo el mundo, ya que el público les señalará los errores y los puntos fuertes. “Así, uno aprende y mejora”, sostiene.