El puercoespín como animal doméstico

Decenas de personas visitaron en las primeras dos semanas de su inauguración la exposición "La vida es una casualidad", ubicada en el Museo de la Música, en Praga. La muestra tiene lugar con motivo del centenario del nacimiento de Jaroslav Jezek, popular compositor checo de música moderna de la primera mitad del siglo XX, que se celebra este año.

La comisaria de la exposición, Eva Paulová, recalcó que las composiciones de Jezek son consideradas como las manifestaciones musicales más progresistas de su época. La exposición, según Paulová, se propone presentar a Jaroslav Jezek como a un músico de talento y autor de populares canciones, así como a una persona interesada en participar activamente en los acontecimientos cotidianos de la sociedad.

"Nos hemos guiado por el nombre de la exposición y hemos tratado de acercar a la opinión pública todas las peripecias de la vida de Jaroslav Jezek. Queremos que, además de su legado musical, se conozcan sus hábitos ciudadanos, que se sepa más de su rechazo a la ocupación del país por los nazis, etc. Estamos convencidos de que si Jezek no hubiera fallecido prematuramente, en 1942 en Estados Unidos, habría alcanzado un renombre similar al de otros grandes compositores checos de la época, como por ejemplo, Bohuslav Martinu", recalcó Eva Paulová.

La muestra en el Museo de la Música, en Praga, dedicada a Jaroslav Jezek, está dividida en cuatro partes. Las primeras dos acercan la infancia y la juventud del músico, la tercera presenta la carrera artística de Jezek y la exposición culmina mostrando la última etapa de la vida de Jezek en Estados Unidos, país al cual el artista emigró tras la ocupación de Checoslovaquia por los nazis. En entrevista para Radio Praga, Eva Paulová se refirió a una particularidad de la exposición.

"Muchas de las canciones de Jaroslav Jezek llevan en sí un humor especial y de hecho el propio músico fue una persona muy alegre y optimista. Por ello hemos optado por concebir la exposición "La vida es una casualidad" en forma de un cierto juego. Consideramos que así la muestra puede resultar atractiva tanto para personas adultas como para los niños. Por eso, además de familiarizarse a los visitantes con documentos, fotografías y partituras de Jezek, pueden interpretar también en una cítara canciones de ese compositor e intentar componer alguna melodía", sostuvo Eva Paulová.

La comisaria de la exposición sobre Jaroslav Jezek, subrayó que la muestra está acompañada de conciertos de música de la época del compositor y de otras actividades. Por ejemplo, en cooperación con la Universidad de Nueva York, el 26 de octubre tendrán lugar una conferencia y una charla con el profesor estadounidense, Michael Beckerman, especialista en la música de Jaroslav Jezek.

La exposición "La vida es una casualidad", fue incluida en el calendario de actividades de la UNESCO y podrá visitarse en el Museo de la Música, en Praga, hasta el 26 de febrero de 2007.


La palabra Jezek, que es el apellido del músico checo del que hemos hablado hace unos instantes, significa en checo puercoespín. Nos hemos dejado llevar por el humor de las canciones de Jaroslav Jezek y, como segundo tema de este espacio, hemos escogido una historia vinculada con el puercoespín. Pero esta vez se tratará realmente de ese pequeño animalito con espinas afiladas.

Para comenzar hay que destacar que en los últimos años se ha puesto de moda en la República Checa tener en casa a un animal. La mayoría de las personas tienen a su animalito doméstico en un apartamento. El animal pronto llega a formar parte de la familia y a veces llega a ser más mimado que los niños.

Hay personas a las que les gustan los perros, otros prefieren tener un gato, un hurón, o un conejo. La señora Zdena Dvorská, de la localidad de Vseradice, cerca de Praga, decidió compartir su hogar con otro tipo de animal. Debemos reconocer que nosotros quedamos asombrados cuando supimos qué tipo de animal tiene en casa. Nada menos que un puercoespín.

Y no se trata de un solo puercoespín, sino de varias decenas de esos animales. La señora Dvorská admite que a esta afición un tanto extraña la llevó una mera casualidad.

"Todo comenzó por casualidad. En la víspera de la Navidad de 1969, encontré un puercoespín en el jardín de un hospital, en el que entonces estaba ingresada. El animal me dio lástima, por lo que lo escondí en la gaveta de mi mesita de dormir y compartí con él mi comida. Cuando abandoné el hospital, me llevé también el puercoespín. Creo que si entonces hubiera hallado a otro animal, hoy estaría cuidando de él y poco sabría de la vida de un puercoespín", señala Zdena Dvorská.

Desde aquél entonces, la señora Dvorská logró salvar del hambre, el frío y otros peligros a más de cuatro mil puercoespines, animal que en la República Checa está rigurosamente protegido.

Sucede con frecuencia que ante la casa de la señora Dvorská se detiene un automóvil y su conductor pregunta por ella, diciendo que se enteró de que ayudaba a los puercoespines. Luego le entrega a la señora a uno de esos animales, diciendo que lo había encontrado en la carretera y que parece estar herido.

La señora Dvorská recuerda que al principio fue difícil convencer a los demás miembros de la familia de que aceptaran compartir la casa con un puercoespín. Entonces la familia vivía en Praga en un pequeño apartamento de dos habitaciones y en ese limitado espacio la señora Dvorská solía tener hasta sesenta puercoespines que necesitaban de su ayuda.

Posteriormente la familia decidió mudarse a una casa unifamiliar en las afueras de la capital y la situación mejoró. Mejoró para todos, incluyendo los puercoespines. A éstos la señora Dvorská les reservó el desván de la casa.

Los primeros conocimientos sobre la vida y las necesidades de ese animal la señora Dvorská los fue adquiriendo en base a libros especializados y gracias asimismo a la ayuda de un grupo de expertos de Suiza e Inglaterra.

Hoy en día, la señora Dvorská también es considerada especialista en esa materia. Después de haberse jubilado, se dedicó enteramente a la salvación de los puercospines y reconoce que en esa labor le ayudan considerablemente diversas instituciones oficiales del país. La señora Dvorská afirma que los puercoespines pueden permanecer en su casa todo el tiempo que quieran.

"Hasta su muerte si quieren. O sea, durante unos cuatro años, porque ese es el tiempo de vida promedio de un puercoespín. A alguien puede parecerle que los tengo encerrados en casa, pero no es cierto. Tienen la mayor libertad posible. Pueden estar en el jardín y si lo desean, pueden marcharse."

La señora Dvorská apunta que la mayoría de los animales que encuentra en la naturaleza o que alguien le trae a casa, tienen alguna seria herida causada por un automóvil o por otro accidente.

A unos les falta una patita, otros son ciegos, etc. Gracias al cuidado de Zdena Dvorská, los puercoespines encuentran la tranquilidad necesaria y las condiciones adecuadas para invernar y logran sobrevivir".

También el menú que la señora Dvorská ofrece a sus inquilinos de espinas afiladas es variado.

"Les doy conservas de carne o carne cocida, también les gustan los bizcochos. Parece que a todos los animales les gustan los dulces. Y durante la temporada de invierno, reciben alimentos granulados", afirma la señora Dvorská.

Durante la temporada invernal, en el desván de la casa de la señora Dvorská encontrarían hasta quinientos puercoespines. La señora Dvorská afirma además que cada uno de esos animales tiene su propio carácter y que éste depende de la zona de procedimiento del animal.

Supuestamente, un puercoespín de Bohemia Occidental es poco sociable y trata de no entrar en contacto con las personas. A su vez, los animales nacidos en el Este del país son más resistentes, pero también más agresivos.